Los socialistas portugueses eligen un nuevo l¨ªder

Los socialistas portugueses (PS) se re¨²nen este fin de semana en un congreso extroardinario, el octavo desde la creaci¨®n del partido en 1973, para elegir al sucesor de Mario Soares y Vitor Constancio en el cargo de secretario general del mayor partido de la oposici¨®n. Un congreso que se preve¨ªa sin historia, dada la confortable mayor¨ªa -de cerca de los dos tercios- conquistada por Jorge Sampaio en las primarias, pero que cobr¨® en los ¨²ltimos d¨ªas un inter¨¦s inesperado, en raz¨®n de la evoluci¨®n de la situaci¨®n pol¨ªtica y social.El sindicato UGT ha lanzado un ultim¨¢tum al Gobierno de Cavaco Silva, con un plazo hasta finales de enero, para establecer su pol¨ªtica laboral y las bases para la negociaci¨®n de los convenios salariales de 1989. Sin embargo, los contactos entre las dos grandes centrales sindicales, la UGT, socialista y socialdem¨®crata, y la CGT-Intersindical, comunista, est¨¢n muy avanzados para conseguir una huelga general en febrero, que los sindicalistas quieren transformar en una "prueba de fuerza m¨¢s rotunda que el ensayo general del a?o anterior".

Las dificultades del Gobierno para digerir un a?o econ¨®mico de 1988 menos bueno y el rebrote del d¨¦ficit comercial y de la inflaci¨®n (hasta un 10% seg¨²n el Ministerio de Finanzas, 12% seg¨²n el Eurostat), los primeros s¨ªntomas de divergencias en el interior del bloque electoral cavaquista, y el problema interno en el partido comunista -claramente disminuido en su capacidad de movilizaci¨®n por su crisis interna-, proporcionan al PS las mejores condiciones de los ¨²ltimos a?os para afirmarse como fuerza motora de la oposici¨®n, lo que animar¨¢ el debate entre Sampaio y su rival, Jaime Gama.

Este contexto explica el inter¨¦s de los medios pol¨ªticos y de la Prensa portuguesa por las posiciones que ser¨¢n asumidas, durante el congreso socialista, no ¨²nicamente por el futuro secretario general, sino tambi¨¦n por su adversario, Gama, que, contrariando la tradici¨®n del PS, no acept¨® anticipadamente la derrota y mantiene ante el congreso su candidatura al cargo de secretario general, poniendo a los compromisarios en la situaci¨®n de tener que escoger ellos mismos entre dos l¨ªneas pol¨ªticas.