Un ¨¢ngel en la voz
Se ha muerto Gracia de Tr¨ªana antes de que esta ola de agradecimientos pendientes hiciera justicia con una de las gargantas m¨¢s bien ordenadas de la historia de la copla. Ha muerto, a los 70 a?os, Gracia Jim¨¦nez Zaya, la de la calle Castilla, de Triana, v¨ªctima de un infarto, al pie de su cama y con la compa?¨ªa de sus animales y de su leyenda.De registros inalcanzables y de pellizco sublime, Gracia conquist¨® Espa?a y Am¨¦rica a base de un ¨¢ngel amable que se hospedaba en su voz, un ¨¢ngel que la hizo cantar La hija de don Juan Alba o Los aceituneros, como ni siquiera san Gabriel -que es quien dicen que mejor canta por alegr¨ªas en el Para¨ªso- lo hiciera.
Desde pel¨ªculas como Escuadrilla, Malvaloca o La cruz de mayo confirm¨® ese respingo airoso y lleno de gracia que caracteriz¨® sus interpretaciones, y cantando Qu¨¦ buena soy le ense?¨® al mundo c¨®mo se puede esculpir el aire y darle sonido de copla.
Gracia de Triana no tuvo fortuna en la vida. Ruda en amores, se le fueron a trav¨¦s de ellos parte de sus ganancias, hasta sus alegr¨ªas. Despu¨¦s de haber ganado dinero, mucho para la ¨¦poca, a lo largo de ocho a?os en los que Am¨¦rica se puso a sus pies, viv¨ªa en su piso-pensi¨®n del centro de Madrid, con su garganta intacta, poderosa, y su soledad, s¨®lo rota por sus animales, sus perros, los que, seg¨²n su voluntad, no han de salir de su piso.
Ha muerto sin que nos d¨¦ tiempo de hacerle saber a este pa¨ªs, tan escaso de mitos, que entre la calle de Silva y la plaza de los Mostenses ha existido quien, como nadie, ha cantado Cantillanera.
El repartidor de ¨¦xitos, como tantas otras veces, no ha llegado a tiempo de demostrarle el reconocimiento de los que creemos que la cultura empieza por ser cantada.
En eso ha habido pocas como ella. Casi ninguna. Bien lo saben sus animales, los privilegiados que la escuchaban cantar m¨¢s a menudo, los que, por ello, deben quedarse en su piso, recogiendo los requiebros y los sollozos que Gracia de Triana les cant¨® en los rincones.
Y yo, la verdad, es que la quer¨ªa mucho.
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