Gallastegui falleci¨® ayer, tras estar cinco d¨ªas en coma por un golpe recibido en un partido
Javier Gallastegui, portero del Vulcano de Otxandio, de la Primera Regional alavesa, falleci¨® ayer en el hospital de Basurto, tras permanecer cinco d¨ªas en estado de coma profundo como consecuencia de una lesi¨®n cerebral que al parecer fue provocada por un golpe que recibi¨® en el transcurso del partido Abetxuko-Vulcano, correspondiente a la categor¨ªa regional preferente de Alava. En las ¨²ltimas horas, la situaci¨®n cl¨ªnica de Gallastegui hab¨ªa empeorado notablemente. Sus constantes vitales estaban mantenidas gracias a drogas vasoactivas. las perspectivas eran tan pesimistas que, horas antes del fallecimiento, los m¨¦dicos del servicio de reanimaci¨®n comunicaron a la familia la irreversibilidad del estado del jugador.
La desolaci¨®n era abrumadora en la familia de Gallastegui, un cancerbero de 19 a?os que cursaba sus estudios universitarios en Bilbao. El presidente del club, Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez de Gamboa, apenas acertaba a de cir palabra, sobrepasado por el car¨¢cter de una tragedia que se desat¨® insospechadamente el pasado domingo en un modesto campo de f¨²tbol de Vitoria.Mediado el primer tiempo del partido, Gallastegui recibi¨® un codazo de un jugador adver sario en la cabeza, en una jugada a¨¦rea. El portero cay¨® al suelo aturdido, incluso algunos espectadores afirman que vomit¨® sobre el c¨¦sped, extremo que ayer desment¨ªa el presiden te del club: "El entrenador, que acudi¨® inmediatamente a atenderle, no me ha comunicad nada de esto. Si alguno de no sotros hubiera observado una reacci¨®n de estas caracter¨ªsticas habr¨ªamos retirado inme diatamente a Gallastegui del campo".
Ninguna queja
Gallastegui indic¨® al entrenador que se encontraba en perfectas condiciones para continuar el partido. En el descanso se mostr¨® totalmente recuperado, tanto que culmin¨® una magn¨ªfica actuaci¨®n en la segunda parte. "En ning¨²n momento se quej¨® del golpe en la cabeza. En el vestuario s¨®lo se mostr¨® preocupado por unas molestias en la rodilla, fruto de un choque anterior", comentaba apesadumbrado el presidente del equipo, Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez de Gamboa.
El portero regres¨® a Otxandio con el resto del equipo. Al entrenador le dijo que probablemente no acudir¨ªa al entrenamiento del martes, dado que ten¨ªa que tramitar un asuntos personal. Sin embargo, asegur¨® que el jueves se trasladar¨ªa a Otxandio, localidad vizca¨ªna situada a 46 kil¨®metros de Bilbao, para entrenarse. Horas despu¨¦s de concluir el partido manifest¨® a sus amigos que sent¨ªa un dolor en la cabeza y fuertes zumbidos en los o¨ªdos, e incluso volvi¨® a casa para tomar una aspirina que le aliviase el dolor, pero sin otorgarle mayor importancia al tema.
Como cada domingo, Gallastegui cogi¨® el tren con destino a Bilbao, donde resid¨ªa los d¨ªas lecivos. Durante el trayecto se sinti¨® indispuesto y, poco despu¨¦s, perdi¨® el conocimiento. Un unigo suyo inform¨® inmediat imente del suceso al maquirista, que requiri¨® una ambulalcia. A las 22.15 horas ingres¨®, ya en estado inconsciente. en el hospital de Basurto, donde se le apreci¨® un fuerte traumatismo craneal y un hemantoria epidural fronto-parietal que requer¨ªa una urgente intervenci¨®n quir¨²rgica que se le realiz¨® inmediatamente. "
Deterioro
D¨ªa a d¨ªa, los partes m¨¦dicos indicaban el progresivo deterioro del estado de salud del jugador, y en el del jueves se se?alaba que necesitaba la ayuda de drogas zasoactivas para mantener sus constantes vitales.
Gallastegui no recuper¨® la consciencia desde su ingreso en el centro hospitalario. Los m¨¦dicos al irman que la demora en la aparici¨®n de los signos cr¨ªticos ha afectado muy negativamente al proceso cl¨ªnico posterior.
Javier Gallastegui, cuyo padre falleci¨® hace pocas semanas, jugaba en las filas del Vulcanco desde los 14 a?os, y compart¨ªa con su familia una tremenda afici¨®n por el f¨²tbol. Su hermano ¨®scar milita en el Guernica, de la Tercera divisi¨®n. Los directivos del club se?alan a Gallastegui como un portero noble y valiente, de car¨¢cter decidido, que no dudaba en arriesgarse en los balones comprometidos.
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