La superaci¨®n de la Orquesta de Barcelona

La Orquesta Ciudad de Barcelona, con el maestro titular, Franz-Paul Decker (Colonia, 1923), ocup¨® el lugar de la Orquesta Nacional de'Espa?a en los ¨²ltimos conciertos del fin de semana Contando con la colaboraci¨®n de Igor y Valer? Oistrakh, representantes de la segunda y tercera generaci¨®n del mismo apellido, pudimos escuchar una muy estimable ejecuci¨®n de la Sinfon¨ªa concertante, en mi bemol, para viol¨ªn y viola, de Mozart.Toc¨® Igor Oistrakh la parte de viola, pues, lo mismo que su padre, alterna este instrumento con el viol¨ªn, y Valeri, la de viol¨ªn, en unidad de criterio t¨¦cnico-interpretativo, m¨¢s tendente a una visi¨®n blanda de los pentagramas mozartianos que a un relieve capaz de vivificarlos en todos los sentidos.

Decker se ci?¨® al pensamiento de los solistas, y as¨ª, la primera parte del programa no produjo en el p¨²blico que llenaba el auditorio un entusiasmo demasiado grande.

Mucho m¨¢s brillante result¨® la Quinta Sinfon¨ªa de Mahler, que si contiene el trozo m¨¢s divulgado de todas sus sinfon¨ªas -el c¨¦lebre adagietto-, presenta un conjunto tan extenso como complejo, aunque la complicaci¨®n resida m¨¢s en su forma que en su sustancia.

Buena impresi¨®n

Pero dejemos a Mahler, situado ya en la historia, superestudiado hasta en sus m¨¢s rec¨®nditas intimidades biogr¨¢ficas, iunque mucho menos analizado en su m¨²sica, para constatar la buena impresi¨®n que nos hizo la orquesta barcelonesa, que parece superar una etapa problem¨¢tica en la que no estuvo sola, pues tambi¨¦n hubo aventuras en la vida de la Orquesta Nacional y de la de Radio Televisi¨®n Espa?ola.No estamos todav¨ªa, hay que decirlo con sinceridad, ante la agrupaci¨®n sinf¨®nica que logr¨® Ros Marb¨¢ despu¨¦s del primer a?o de trabajo fundacional, pero sin duda Franz-Paul Decker, que es un buen profesional y lo menos divo que pueda imaginarse, "hace orquesta" con eficiencia y ser?edad. El ¨¦xito del concierto fue grande.