Interiores de la presidencia
Espa?a ha iniciado el mandato de la CE a buen ritmo y con alg¨²n triunfo en la mano
F?LIX MONTEIRA En las primeras semanas de la presidencia espa?ola de la Comunidad Europea, la antigua sensaci¨®n de temor por la inexperiencia ha dado paso a un ambiente exultante entre los funcionarios espa?oles encargados de llevar a buen puerto esta primera andadura espa?ola al frente de la Comunidad. Unos primeros ¨¦xitos han dado la confianza a estos funcionarios espa?oles, algunos de cuyos representantes se sentaron en torno a una mesa para enjuiciar ante EL PA?S en Bruselas los ¨¦xitos y explicar la experiencia que se ha adquirido a marchas forzadas para dirigir la Europa de los doce. Un comienzo tan acelerado que algunos temen que, al final de la partida, el equipo quede sin fuerzas.
A un mes de iniciada la presidencia de la CE, los ¨¢nimos en la sede de la representaci¨®n espa?ola en Bruselas rebosan entusiasmo. Los ¨¦xitos de los dos primeros consejos de ministros comunitarios celebrados y la labor de los grupos de trabajo han hecho pasar de los nervios al optimismo, del buff al "esto est¨¢ chupado". Todav¨ªa es pronto para valorar resultados, pero el sentir general es que el semestre dar¨¢ de s¨ª un buen trabajo. Los interiores de la presidencia son preparaci¨®n previa, reuniones sin tregua, buenos contactos, t¨¢cticas negociadoras y alguna carta escondida en la manga."Hemos limpiado la mesa" dice Carlos Westendorp, embajador ante la CE, director de la orquesta de 45 consejeros de la representaci¨®n permanente en Bruselas sobre la que recae la presidencia del 80% de las reuniones en las que se preparan los asuntos que ha de aprobar el Consejo de Ministros de la Comunidad. El embajador se refiere a las reuniones de ministros de Agricultura y Asuntos Exteriores en las que ha sido liquidada la herencia griega. Westendorp y algunos de sus colaboradores han aceptado hablar sobre los detalles ocultos que caracterizan la presidencia.
"En lo primero que se ha notado es que ahora los conserjes te saludan por los pasillos; antes te ve¨ªan como por un cristal", afirma Eduardo Ib¨¢?ez. "Te llaman se?or presidente", apunta Javier Matut, pero lo fundamental, asegura el viceembajador Javier Elorza, "es que tenemos 2.000 funcionarios comunitarios a nuestra disposici¨®n: la Secretar¨ªa General del Consejo de Ministros de la CE depende absolutamente de nosostros". Presidir lo puede casi todo. "Cuando hay alg¨²n problema, la presidencia puede pararlo, bloquearlo, impulsarlo, proponer alternativas, enviarlo de nuevo al grupo de trabajo o simplemente olvidarse de ¨¦l".
Locura telef¨®nica
De la influencia que aporta este semestre de turno a la cabeza de la CE da una idea el que a partir de las nueve de la ma?ana los tel¨¦fonos de la representaci¨®n permanente no dejan de sonar. Llaman los representantes de los otros pa¨ªses. "Te preguntan c¨®mo vas a enfocar el tema, te cuentan su inter¨¦s concreto y te tratan con m¨¢s cari?o porque esperan que les des algo", resume Gabriel Vidal. Y, como hace notar ?ngel Rodr¨ªguez Mata, esa atenci¨®n preferente proviene tambi¨¦n de norteamericanos y japoneses.
El compro y vendo de los acuerdos hay que tratarlo en privado. La experiencia de reuniones y comit¨¦s en los tres ¨²ltimos a?os y las amistades que surgen son decisivas a la hora de buscar acuerdos. "Pero no hay que confundir el trabajo de pasillos con las copas", sugiere, por si acaso, Antonio Bellver. Esas labores de amparo, que a veces, como explica el embajador, se traducen en un gui?o en la sala para salir a cerrar un compromiso en los servicios, absorben mucho tiempo. El resto se lo llevan las reuniones.
Espa?a empez¨® la presidencia el 4 de enero discutiendo de lentejas en un grupo de trabajo, y ese honor de inaugurar le correspondi¨® por suerte a Eduardo D¨ªaz Patier. No lo tuvo muy dif¨ªcil porque la "parte contraria" de la Comisi¨®n estaba defendida por un funcionario espa?ol, Jos¨¦ Manuel Silva. Y a esas alturas, tras a?o y medio de insistir en el tema, los daneses ya sab¨ªan que ese producto que no germina en sus campos y ni siquiera figura en sus diccionarios no era otro que el del plato b¨ªblico. Desde: entonces, el ritmo de reuniones es fren¨¦tico. Cada d¨ªa se convoca a una docena de los 190 grupos de trabajo que existen en el Consejo. Todos ellos con traducci¨®n al espa?ol asegurada, lo cual es ya un triunfo. A ellos hay que sumar los m¨¢s de 300 grupos y comit¨¦s de la Comisi¨®n que generan un constante desfilar de funcionarios y expertos llegados de Madrid. Hasta 40 de Agricultura por d¨ªa, en ocasiones. Hay quien afirma que los espa?oles han empezado con demasiada pres¨ª¨®n y corren el peligro de perder gas al final.
Despu¨¦s de tres a?os de estar escuchando y aprendiendo, ahora Espa?a es la que dirige el juego. "Nos han dejado el tim¨®n del barco y lo estamos disfrutando", comenta Elorza. Para Westendorp, "presidir lo ha hecho f¨¢cil la gu¨ªa roja de llevar aqu¨ª tiempo". El Gobiemo ha confiado la responsabilidad de dirigir en gran medida a la gente de Bruselas. El problema para estos dos altos responsables es que si caen enfermos la presidencia de los comit¨¦s de representantes permanentes pasar¨ªa a Francia. Otros lo que peor llevan es aguantarse las ganas de mear sin poder abandonar la sala.
Casi nadie confiesa haberse preparado de antemano para la tarea, ni siquiera a solas ante el espejo, aunque "la verdad", admite Alberto Mart¨ªnez de Genique, "es que lo que hemos hecho todos desde hace seis meses es observar como buhos". Los que vienen de Madrid s¨ª han practicado: recibieron clases en la escuela diplom¨¢tica o un cursillo en Maastrich (Holanda). All¨ª les precisaron los diez mandamientos para ser un buen presidente, que no son sino un recuento de evidencias del tipo conocer bien los temas, dar la palabra a tiempo, saber escuchar y hablar lo menos posible. Y, sobre todo, eliminar iron¨ªas y frases de doble sentido. En la CE, el sentido del humor es tan dispar que un chiste provocar¨ªa risas por grupos nacionales y con desfases de tiempo.
'Cabeza de mosca'
Con o sin ensayo previo, llevar la reuni¨®n a buen t¨¦rmino exige tener cabeza de mosca para que no se escapen peticiones de palabra y una sutileza especial para adivinar los verdaderos intereses que esconde cada argumento. Luego hace falta un poco de chalaneo, utilizar seg¨²n convenga la potestad de dar la palabra por la izquierda, la derecha o por el turno de peticiones, y un poco de mala leche al fijar el orden del d¨ªa. "Basta con colocar el problema particular de alguien al final para ganarte'su silencio durante toda la reuni¨®n", aventura Elorza. M¨¢s o menos ¨¦sa es la t¨¢ctica. Los compromisos que hay que hacer entre los 12 Estados comunitarios han popularizado la definici¨®n de que un camello es un caballo negociado en Bruselas, porque siempre hay alg¨²n pa¨ªs que consigue una chepa en cada acuerdo.
?Y los resultados? "Hay que decir que los comienzos han sido muy buenos", dice Matut, pero el ¨¦xito no depende s¨®lo de aprobar muchas directivas, sino del c¨®mo y el cu¨¢ndo. "Si te retrasas mucho en los precios agrarios, por poner un ejemplo, puede ser un desastre, pero eso no hay que decirlo". ?sta es la primera presidencia con planteamiento planificador desde el principio, asegura Westendorp, porque "Madrid se ha mojado y ha decidido". Las cosas han rodado bien, aunque se han producido fallos. Por falta de maduraci¨®n en los temas, al grupo veterinario del jueves 26 de enero excus¨¦ su ausencia la delegaci¨®n alemana, y en la reuni¨®n del viernes 27 faltaron tres pa¨ªses.
A la hora de hablar de los temas en cartera renace la cautela. "Lo que nos queda es tan dif¨ªcil como la reforma Delors", afirma el embajador al referirse a la armonizaci¨®n fiscal, la uni¨®n monetaria, la dimensi¨®n social y la supresi¨®n de fronteras f¨ªsicas, que "es tambi¨¦n un tema de soberan¨ªa y no de competencia comunitaria". El programa audiovisual es algo nuevo y, por tanto, ir¨¢ despacio, "pero vamos a aprobar", pronostica Elorza, "la norma europea de alta definici¨®n y la directiva de radiodifusi¨®n".
En estos temas estrella es posible que baste con un trabajo serio y algunos avances. Juan Pedro Mar¨ªn jura que en la Comisi¨®n se han quedado impresionados por los papeles que ha presentado el ministro Solchaga. Sin embargo, al final, dentro de la CE nos van a juzgar por si somos capaces de cumplir la parte que nos toca en el paquete de mercado interior. "Nos han duplicado los fondos estructurales y ahora nos toca cumplir a nosotros".
En todo caso, en el temario presentado por el Gobierno hay algunos trucos, porque "¨¦ste es un mundo en el que hay cartas que no puedes ense?ar".
Se sabe, por ejemplo, que los reglamentos fitosanitarios que permitir¨ªan a una vaca de Toledo, con el certificado del veterinario local, viajar hasta Dinamarca no tienen posibilidad alguna de momento.
Pero se confla en conseguir 80.000 millones de pesetas en cuatro a?os para un programa de medioambiente en el Mediterr¨¢neo. "S¨®lo si esperamos calladitos vendr¨¢ la Comisi¨®n a preguntamos qu¨¦ queremos para sacar el tema adelante".
En la forma, algunas cosas han cambiado. En el comedor del Consejo de Ministros de la CE se sirven ya vinos y platos espa?oles. A¨²n no le ha tocado el turno a la paella, pero en las reuniones que se prolongan se van a sustituir los bocadillos por tapas.
En cuanto a los acuerdos, es mejor esperar un poco, aunque ya corre el chiste de que Espa?a le ha cogido tanto gusto a presidir que no va a querer soltarlo en julio. "Y claro que vamos a dejar ra¨ªces: Europa ser¨¢ diferente despu¨¦s de nuestro paso".
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