Sufrir comparaciones

El haber pasado una guerra, haber sufrido las dentelladas de la posguerra y el haber trabajado durante 45 a?os para al final ser jubilado por reconversi¨®n me obliga a contemplar el proceso democr¨¢tico desde una constante interrogante. ?Es l¨ªcito pensar que dentro de un contexto democr¨¢tico-social-progresista tienen cabida todos los conceptos que a continuaci¨®n enumero? A saber: los m¨¢s grandes beneficios de la bana y el paup¨¦rrimo salario m¨ªnimo interprofesional. Los insultantes sueldos de los prebostes que nos administran y las pensiones de hambre con las que tienen que vivir muchos mayores. Los grandes beneficios de las empresas y la escasa o nula repercusi¨®n en los puestos de trabajo. Lo mucho que nos quita Hacienda (que no damos) y los servicios de sanidad y seguridad ciudadana que recibimos a cambio. La reconversi¨®n de la industria y la no reconversion de los centros oficiales. ?De veras que en las dependencias oficiales se ajusta la cantidad de trabajo al n¨²mero de personas que las integran? ?Que los salarios que se cobran en estos centros responden a una contraprestaci¨®n laboral? Todos tenemos la obligaci¨®n de saber que la tecnolog¨ªa elimina mucha mano de obra. Es cierto, pero s¨®lo que, hasta ahora, lejos de pasar por todos los centros oficiales para ajustar el trabajo real al personal necesario, hemos visto c¨®mo ha aumentado el n¨²mero de funcionarios.Pasa a la p¨¢gina siguiente