Una bomba llamada 'Roseanne'
La comedia rompe molde en EE UU
La actual temporada ser¨¢ recordada en Estados Unidos durante a?os. No pudo empezar peor, tras la hist¨®rica huelga de guionistas que paraliz¨® toda la producci¨®n. Con retraso, las grandes cadenas pudieron presentar al p¨²blico sus novedades. La mayor parte de ellas han fracasado. Ha sido el a?o en el que m¨¢s series han sido retiradas en los ¨²ltimos tiempos debido al desinter¨¦s del p¨²blico por ellas. Muy pocas se han salvado, y entre ellas, una ha irrumpido en el mercado como una aut¨¦ntica bomba: Roseanne.
La familia Conner ser¨¢ en los pr¨®ximos a?os muy popular en Europa. Tiene, sin embargo, muy poco que ver con la imagen tradicional que la televisi¨®n ha difundido de la vida cotidiana estadounidense.En los ¨²ltimos a?os, personajes rompedores de los t¨®picos establecidos han alcanzado enorme popularidad gracias al apoyo del p¨²blico o, al menos, impulsados por la pol¨¦mica y la lucha abierta entre fans y detractores. Las chicas de oro, Enredo, Alf, o las nuevas producciones Nido vac¨ªo y Querido John, han hecho que la acidez, la iron¨ªa y la desverg¨¹enza alcancen tambi¨¦n un extendido reconocimiento. Roseanne pertenece a este oprobioso linaje.
Cada noche del martes, la actriz Roseanne Barr consigue para su cadena, la ABC, un inusual n¨²mero uno en la lista de audiencia. Su nivel supera la m¨¢gica cifra del punto 20 en la clasificaci¨®n de los aud¨ªmetros de la empresa Nielsen. Despu¨¦s de haberse emitido apenas una docena de episodios, Roseanne supera a series de ¨¦xito absoluto, dobla en los ¨ªndices a cl¨¢sicos y obsoletos seriales como Falcon Crest o Dallas, y se ha situado ya en el top 5, pisando los talones al inalcanzable Bill Cosby.
Rosearine Barr ha tenido un espectacular comienzo en su carrera televisiva como actriz c¨®mica. ?ste es su primer show propio y antes simplemente hab¨ªa participado aisladamente en algunos programas, como el de Johnny Carson. Curiosamente, buena parte de su popularidad se la debe al cantante espa?ol Julio Iglesias, con quien trabaj¨® como telonera de su espect¨¢culo durante una gira completa. En la serie representa a Roseanne Conner, un ama de casa -ella prefiere que la llamen "diosa dom¨¦stica"que, adem¨¢s, trabaja en una oficina junto a un jefe nada amable y que en el hogar hace frente a su mordaz y no menos obseso marido, Dan -interpretado por el actor John Goodman-. Junto a la pareja, no muy bien avenida por cierto, tres hijos poco mod¨¦licos vienen a complicar a¨²n m¨¢s la existencia de esta familia.
La pareja formada por Roseanne y Dan hace explotar todas las convenciones establecidas de las estrellas televisivas. Frente a la esbeltez de las figuras de Falcon Crest y Dinast¨ªa, el matrimonio Conner conseguir¨ªa en una balanza equilibrar en peso al plantel completo de las dos series. En cuanto a la sustancia de sus comentarios, la balanza quedar¨ªa totalmente volcada. Un par de di¨¢logos de Roseanne tienen m¨¢s iron¨ªa y contundencia que la totalidad de los guiones de algunos de esos seriales.
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