Los aparcamientos p¨²blicos tendr¨¢n que pagar los da?os y robos en los veh¨ªculos depositados

JOS? YOLDI"La empresa no se hace responsable de los objetos depositados en los veh¨ªculos". Este aviso u otros parecidos se encuentra en muchos estacionamientos de las ciudades espa?olas. Adem¨¢s, en los boletos de aparcamiento se precisa que el estacionamiento del veh¨ªculo no constituye contrato de dep¨®sito,o sea, que, en caso de robo del coche o de su contenido, el ciudadano no tiene derecho a reclamar. La Audiencia de Madrid ha establecido la invalidez de esos carteles y ha declarado la obligaci¨®n de estas empresas de indemnizar a los usuarios por los objetos robados.

Antonio Rodr¨ªguez Morato es un abogado madrile?o aficionado a la m¨²sica que gusta de llevar en su coche lo ¨²ltimo en radiocasetes. El 5 de febrero de 1987 fue con tres amigos al centro y dej¨® su coche, un Opel Kadett, en un aparcamiento subterr¨¢neo de la plaza de Felipe 11. Cuando regres¨® a recoger el autom¨®vil, una de las ventanillas estaba hecha a?icos y el radiocasete y el ecualizador Pioneer hab¨ªan volado.Rodr¨ªguez Morato solicit¨® al empleado del estacionamiento que firmara un papel justificativo de que su coche hab¨ªa estado all¨ª aparcado y a continuaci¨®n present¨® una denuncia en comisar¨ªa. Despu¨¦s solicit¨® una indemnizaci¨®n por escrito a la sociedad titular del aparcamiento, que no quiso ni o¨ªr hablar de una posible compensaci¨®n por los da?os y los aparatos robados.

El abogado demand¨® a Estacionamientos Urbanos, SA, concesionaria del parking de Felipe II, pero el Juzgado de Distrito n¨²mero 34 de Madrid no valor¨® sus peticiones y dio la raz¨®n a la compa?¨ªa. Contrariado, pero no desalentado, Rodr¨ªguez Morato recurri¨® la decisi¨®n ante la Audiencia Provincial. Sab¨ªa que hab¨ªa un vac¨ªo legislativo sobre el particular y que exist¨ªan muy escasas sentencias y contradictorias entre s¨ª, aunque una compa?¨ªa de seguros hab¨ªa conseguido ganar un par de reclamaciones parecidas.

Vac¨ªo legal

La Audiencia de Madrid estableci¨® de forma contundente la responsabilidad de la empresa concesionaria del servicio.

Estacionamientos Urbanos defend¨ªa que al dejar el coche en el parking se establece un contrato de arrendamiento, es decir, como si se alquilara el suelo por un tiempo determinado, pero no un contrato de dep¨®sito, por el que el titular del aparcamiento se compromete a vigilar y guardar los bienes que se le encomiendan.

La sentencia de la que ha sido ponente el magistrado Carlos Granados, precisa que el contrato que se establece en el aparcamiento es at¨ªpico, que no est¨¢ previsto por el legislador pero que es de naturaleza mixta, arrendaticia y de dep¨®sito.

Esa relaci¨®n supone que el titular del estacionamiento ,debe responder de los da?os o sustracciones que el propietario del veh¨ªculo acredite que fueron causados en el veh¨ªculo durante el tiempo en que estuvo aparcado bajo pago, siempre que los clientes acrediten su propiedad y que les fueron sustra¨ªdos en el parking.

El abogado demostr¨® ser propietario del veh¨ªculo y present¨® las facturas de la adquisici¨®n del radiocasete y del ecualizador sustra¨ªdos. Adem¨¢s, sus tres amigos testificaron -que los aparatos estaban en el autom¨®vil antes de entrar en el aparcamiento.

La Audiencia, al condenar a Estacionamientos Urbanos al pago 95.825 pesetas por los aparatos y la ventanilla, agrega que los empleados del parking subterr¨¢neo no cumplieron con la obligaci¨®n de ejercer una normal funci¨®n de vigilancia para proteger los veh¨ªculos estacionados y que esa negligencia determ¨ªna la necesidad de abonar los da?os y perjuicios.

La sentencia se?ala adem¨¢s que el, hecho de que los testigos presentados por el abogado sean familiares o amigos suyos no invalida su testimonio. El texto judicial argumenta que no se suele llevar en el coche a personas a las que no se conoce, y puntualiza que "a nadie se le puede exigir ir acompa?ado de un notario que quede apostado junte al veh¨ªculo para dar fe del evento".

La citada sentencia tranquiliza a aquellos conductores a los que les roben el radiocasete en el aparcamiento, pero los empleados tendr¨¢n que evitar, no s¨®lo que no se cometan robos en el parking, sino que no entren coches con las ventanillas rotas para que no puedan reclamar el importe de aparatos sustra¨ªdos en la calle.