Varios 'piratas electr¨®nicos' espiaron para el KGB
Los primeros piratas electr¨®nicos de ordenadores a las ¨®rdenes de un servicio de espionaje extranjero, el Comit¨¦ Estatal de Seguridad (KGB) sovi¨¦tico, han sido detenidos en la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) tras causar un da?o a¨²n no determinado a la seguridad occidental. Los detenidos, j¨®venes menores de 30 a?os de la RFA, han proporcionado al Este desde 1985, a cambio de dinero y drogas, secretos militares de la OTAN, datos sobre: alta tecnolog¨ªa y la entrada a los ordenadores de centros de investigaci¨®n militar y espacial de Estados Unidos y varios pa¨ªses occidentales
Fuentes gubernamentales germano-occidentales -la historia fue revelada el jueves por la cadena de televisi¨®n ARD-afirman que el caso es "extremadamente grave". La ARD afirm¨® que se trata del incidente m¨¢s serio de espionaje del bloque sovi¨¦tico desde que el canciller Willy Brandt se vio obligado a dimitir cuando se descubri¨® que uno de sus principales asesores era un esp¨ªa de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA).Un experto norteamericano en ordenadores se hab¨ªa infiltrado electr¨®nicamente, hace a?os, en la red de esp¨ªas alemanes y su informaci¨®n ha contribuido a las detenciones. En Washington, el Pent¨¢gono se limit¨® a comentar que "hasta que los afectados del Departamento de Defensa tengan la oportunidad de analizar el informe no reaccionaremos". Fuentes oficiales se?alan que aunque lo ocurrido demuestra la vulnerabilidad del sistema electr¨®nico de mantenimiento de datos, los esp¨ªas-piratas no llegaron a ofrecer al Este material militar ultrasecreto.
Fuentes del espionaje de la RFA informan que los esp¨ªas, j¨®venes prodigios en el manejo de computadores, ofrecieron a los servicios del Este acceso a la red de ordenadores del Pent¨¢gono en Washington (Optimis), a la NASA, al Laboratorio At¨®mico Nacional de Los ?lamos, en Nuevo M¨¦xico, y a los laboratorios de Livermore en California, donde se investiga la guerra de las galaxias. El Pent¨¢gono cree que los piratas intentaron, pero no lo consiguieron, penetrar en la red militar de ordenadores de las fuerzas de EE UU en la RFA.
Los investigadores alemanes occidentales sospechan que los esp¨ªas, detenidos en Hannover, Hamburgo y Berl¨ªn Oeste bajo la acusaci¨®n de "obtener informaci¨®n sobre acceso a bancos de datos y pasarla a agentes del espionaje sovi¨¦tico", se infiltraron tambi¨¦n en los ordenadores del centro de investigaci¨®n nuclear CERN, de Ginebra; el Instituto de F¨ªsica Nuclear Max Plank, de Heildelberg, y en empresas electr¨®nicas y de armamento de Francia, Italia, el Reino Unido y Jap¨®n.
[El fiscal del Estado de la RFA se?al¨® ayer en Bonn que hab¨ªa ocho j¨®venes sospechosos de espionaje. Tres de los sospechosos est¨¢n detenidos y uno de ellos est¨¢ siendo formalmente investigado por espionaje, informa Reuter].
Tecnolog¨ªa e informaci¨®n
Los piratas comenzaron a cooperar con agentes del KGB en Hannover en 1985. Al parecer, gratis en una primera fase y luego a cambio de cientos de miles de d¨®lares y drogas para uno de ellos que era drogadicto. Recib¨ªan 3.000 d¨®lares (345.000 pesetas) por cada disco de ordenador que suministraban al Este. Los esp¨ªas viajaban a Berl¨ªn Oeste y luego, en metro, a la parte oriental de la ciudad, donde se reun¨ªan con sus contactos del KGB, a los que suministraban los c¨®digos clave para entrar en los ordenadores occidentales.
Aunque los sovi¨¦ticos no hayan logrado informaci¨®n militar clasificada, s¨ª han podido acceder a tecnolog¨ªa occidental que necesitan para fabricar chips de silicio, vital componente de un ordenador, y a informaci¨®n valiosa sobre actividades de bases militares, sobre comunicaciones electr¨®nicas, proyectos de ingenier¨ªa y de investigaci¨®n.
Ayer se revel¨® que en 1986, Clifford Stoll, un astr¨®nomo y experto electr¨®nico norteamericano que trabajaba en un laboratorio de California, detect¨® los intentos de piratas alemanes de penetrar en ordenadores norte americanos relacionados con la seguridad nacional. Junto con el espionaje estadounidense, Stoll vigil¨® a un programador de Hannover llamado Marcus Hess y le aliment¨® con falsa informaci¨®n sobre una supuesta red de la iniciativa de defensa estrat¨¦gica.
Stoll afirma que en un a?o el experto alem¨¢n trat¨® de entrar en 450 ordenadores de laboratorios, universidades e instalaciones militares Consigui¨® penetrar en el Opt?mis del Pent¨¢gono. Los intrusos se conectaban, v¨ªa telef¨®nica, en la RFA, con bancos de datos que les permit¨ªa llegar a Milnet, una red electr¨®nica (le datos no clasificado; que utiliza el Pent¨¢gono. Y desde all¨ª intentaban introducirse en ordenadores militares buscando errores en la programaci¨®n o haciendo infinitas pruebas que les permitieran dar con las palabras claves de acceso. No se sabe si Marcus Hess, de 25 a?os, es uno de los detenidos en la RFA.
Hace unos meses un joven prodigio norteamericano introdujo en a red militar de computadores un virus que provoc¨® su paralizaci¨®n, ¨¢, atiborrarla de informaci¨®n que, se repet¨ªa hasta el infinito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.