Oreja, dispuesto a ser candidato a presidente del Gobierno

Marcelino Oreja, vicepresidente del Partido Popular (PP), se declara "absolutamente a disposici¨®n del partido" y por tanto dispuesto a ser el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno. En una entrevista concedida a EL PA?S, Oreja, que encabeza la candidatura de su partido a las pr¨®ximas elecciones al Parlamento Europeo, cree que en estos comicios "se pondr¨¢ en evidencia lo que significan de progreso de la alternativa popular y lo que significan de retroceso del partido socialista". Oreja, de 54 a?os, secretario general del Consejo de Europa desde 1984, fue elegido vicepresidente del PP en el congreso de refundaci¨®n de Alianza Popular del pasado enero. Fue subsecretario de Asuntos Exteriores en el primer Gobierno de la Monarqu¨ªa y titular de este departamento en el primer Gobierno de Adolfo Su¨¢rez.

Pregunta. ?Va a plantear usted las elecciones al Parlamento Europeo como un pulso pol¨ªtico, es decir, como un desaf¨ªo en el que se muestre qu¨¦ apoyo conserva el Gobierno y qu¨¦ credibilidad merece el Partido Popular como alternativa de poder?Respuesta. Toda elecci¨®n es una confrontaci¨®n de ideas y programas, pero lo es de una manera especial una elecci¨®n como la europea, que tiene determinados visos de elecci¨®n general, puesto que en ella existe una sola lista para una ¨²nica circunscripci¨®n.

Las elecciones al Parlamento Europeo son las primeras que se celebran tras la huelga general del pasado 14 de diciembre, que es un hito en el proceso de alejamiento del Gobierno respecto a la realidad social, y en una situaci¨®n de creciente p¨¦rdida de credibilidad del PSOE. Adem¨¢s ha habido otro hecho importante que configura tambi¨¦n el escenario de estas elecciones de junio, como es la aparici¨®n del PP.

Ideas b¨¢sicas diferentes

Si bien es cierta, e incluso buena, la aproximaci¨®n de puntos de vista entre el centro-derecha y el centro-izquierda sobre cuestiones europeas, como la defensa, la pol¨ªtica de crecimiento econ¨®mico y de lucha contra la violencia, detr¨¢s de los partidos populares y los socialistas hay unas ideas b¨¢sicas diferentes. Para la concepci¨®n popular la persona es la raz¨®n de ser de la sociedad; la sociedad tiene unas funciones espec¨ªficas como son garantizar a la persona humana un desarrollo integral, la b¨²squeda de su bienestar. Y para ello la sociedad tiene que aportar unas garant¨ªas de seguridad a trav¨¦s de unos mecanismos de orden p¨²blico y unos tribunales que tienen que funcionar, y un marco de libertades que permita una libre elecci¨®n de centros docentes, de centros sanitarios...

La sociedad, por ¨²ltimo, debe garantizar el principio de igualdad de oportunidades. La idea de ?ajusticia social, que consiste en no pensar en el techo del ¨¦xito, sino en el suelo, en una base que facilite que todos puedan alcanzar el ¨¦xito.

P. ?Pero usted conf¨ªa en que en estas elecciones sea el Partido Popular el que rentabilice claramente el desgaste social del Gobierno?

R. Yo estoy convencido de eso. En esas elecciones se pondr¨¢ en evidencia lo que significan de progreso de la alternativa popular, y al mismo tiempo lo que significan de retroceso del partido socialista, que no ha respondido a las expectativas.

P. ?Qu¨¦ resultado electoral considera usted satisfactorio?

R. Es muy dif¨ªcil dar una cifra. Lo que s¨ª creo importante es ver cu¨¢l es la diferencia entre el PP y el PSOE. En las elecciones de 1987, AP obtuvo 17 esca?os y el PSOE 28. Estoy convencido de que la diferencia entre uno y otro se va a acortar.

P. ?Asume usted que si no resultan elegidos m¨¢s eurodiputados de los que logr¨® Fraga quedar¨¢n desacreditadas las expectativas creadas en torno a su llegada al PP, e incluso truncada su posible candidatura a la presidencia del Gobierno?

R. Yo no veo el cr¨¦dito o descredito en funci¨®n del n¨²mero de esca?os, porque acortar distancias con el partido socialista es un reto del Partido Popular en su conjunto. En esta elecci¨®n estamos metidos todos; yo soy el cabeza de lista, pero yo noto y siento el respaldo de todo el partido, empezando por su presidente. Somos un equipo unido, solidario. Estoy convencido de que juntos todos creceremos y descarto desde este momento cualquier personalismo.

P. ?No cree que el anuncio de Fraga de que no ser¨¢ candidato a presidente del Gobierno tiene el mismo valor que el que ahora merece la renuncia a volver a la presidencia de AP, y que puede durar lo que tarde en ser aclamado como ¨²nico baluarte electoral?

R. El partido buscar¨¢ a la persona que est¨¦ en mejores condiciones de representarlo. Manuel Fraga ha vuelto para reordenar el partido, y evidentemente lo est¨¢ consiguiendo. Fraga ha anunciado constantemente que lo que va a ser es candidato a la presidencia de la Xunta de Galicia. Que en un momento determinado se producen unas circunstancias nuevas en las que hay unos datos nuevos que permitan augurar que tal o cual persona... Mire usted, yo estoy absolutamente a disposici¨®n del partido.

Yo he reflexionado mucho antes de tomar la decisi¨®n de entrar en el Partido Popular, pero cuando me decido siempre lo hago con todas las consecuencias. Por tanto, la elecci¨®n que se haga en su momento a m¨ª me parecer¨¢ bien.

P. Lo de estar a disposici¨®n del partido supone naturalmente que est¨¢ dispuesto a ser candidato a presidente del Gobierno...

R. Eeeehhh. Usted lo ha dicho.

P. ?Cu¨¢les van a ser sus principales propuestas ante las elecciones al Parlamento Europeo? ?Va a adquirir usted alg¨²n compromiso concreto para. remediar alg¨²n problema determinado?

R. S¨ª. Nosotros entendemos que Europa tiene que dar respuesta precisa a los problemas concretos de nuestra sociedad. En primer lugar hace falta un marco de referencia que se sit¨²e en la perspectiva de un nuevo, Tratado, que sea la constituci¨®n de la unidad pol¨ªtica europea.

La construcci¨®n europea no es s¨®lo un tema de bienes y servicios, de comunicaci¨®n de personas y capitales. Pero ¨¦stos son aspectos muy importantes que van a cambiar la vida de las sociedades europeas de aqu¨ª a 1992. Y si no se cambian muchas cosas en nuestro pa¨ªs, Espa?a se asociar¨¢ con dificultad a ese proceso de construcci¨®n europea.

Tenemos que avanzar hacia un Estado que sea menos invasor de parcelas de la sociedad, que sea m¨¢s competitivo mediante la creaci¨®n de riqueza y que sea menos burocr¨¢tico. Si no vamos a una reducci¨®n del gasto p¨²blico, a una liberalizaci¨®n del mercado financiero, del mercado monetario, del mercado de trabajo; si no vamos a una revisi¨®n del sistema fiscal y a un crecimiento econ¨®mico del 4,5% o 5%, va a ser muy dif¨ªcil garantizar la competitividad, que es el gran reto del mercado interior ¨²nico de 1992.

Estilo ¨¦tico

P. Su actitud en el seno del partido parece la de quien aspira a compensar la falta de veteran¨ªa y a concitar confianza con una actitud dialogante, paciente. ?Aspira usted a ser el sucesor de Fraga?

R. Yo aspiro a hacer las cosas lo mejor que pueda. En este momento en lo que estamos es en un esfuerzo por defender un proyecto con credibilidad, por sintonizar con una sociedad moderna y abierta al mundo, por sacar las consecuencias de la riqueza del pluralismo; un esfuerzo para convencer de que hay que desterrar el miedo al poder, para que impere el estilo ¨¦tico ante la corrupci¨®n, para acabar con el despilfarro de los recursos p¨²blicos y actuar con austeridad...

Lo dem¨¢s son temas marginales. Mire usted, yo no s¨¦ si entro de puntillas o entro con fuerza. Lo que entro es con ilusi¨®n. Y si tuviera que renunciar a las ideas con las que me siento identificado, lo que har¨ªa ser¨ªa marcharme sin esc¨¢ndalos.

P. ?Qu¨¦ camino le queda a un partido como el PP, que cuando empieza a esforzarse en ser una oposici¨®n a la que el Gobierno considere como interlocutor se encuentra que le lleva la delantera Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), que. disfruta de las preferencias del PSOE para llegar a muy diversos tipos de acuerdos?

R. El modelo de sociedad que defiende el Partido Popular tiene una gran coincidencia con el que defiende CiU, con las diferencias que mantienen un partido de ¨¢mbito estatal y un partido nacionalista. Lo que ocurre es que CiU tiene responsabilidades de Gobierno en Catalu?a, y me parece absolutamente natural que desee tener un encuentro y unos acuerdos con el Gobierno central. Incluso es de lamentar que Jordi Pujol haya tenido que esperar casi al final de la legislatura para poder celebrar el reciente encuentro con Felipe Gonz¨¢lez. Pero insisto en que no debe descartarse una convergencia en el futuro entre el PP y CiU.