"La apertura hacia Mosc¨² debe ligarse a la liberalizaci¨®n del 'Este"
Beniamino Nino Andreatta conoce bien Europa y a sus ciudadanos. El cerebro econ¨®mico del actual primer ministro Ciriaco de Mita desgrana el rosario de una sola Europa con la palabra cautela como letan¨ªa. "Si somos cautos, la posibilidad de crear una amplia zona de Estados neutrales entre nosotros y la URSS es tanto una ventaja para nosotros como para la URSS". Nada ha de d¨¢rsele gratis al imperio sovi¨¦tico en derribo, en opini¨®n de este ex ministro del Tesoro que, una vez arrojado del Gobierno en 1982 por arremeter contra las finanzas del Vaticano, mantiene en pie de guerra la espada del rigor econ¨®mico dentro y fuera del partido democristiano.
Nadie sabe si aquel 11 de agosto de 1928 en que Trento le vio nacer, Andreatta ya fumaba en pipa. Pero, conversando con ¨¦l, la pipa parece ser tan consustancial a su voluminosa figura como sus incisivos y a menudo semicerrados ojos azules. El pol¨ªtico democristiano, actual presidente del Comit¨¦ de Presupuesto del Senado italiano, dedica gran parte de su caudal intelectual a alimentar la Agenzia di Ricerche e Legislazione (AREL, Agencia de Investigaci¨®n y Legislaci¨®n), uno de los principales think tank italianos, de la que es fundador y director.La entrevista se celebra poco despu¨¦s de que la poli¨¦drica Democracia Cristiana (DC) decidiera separar los cargos de secretario general del partido y presidente del Consejo de Ministros, manteniendo en este puesto a De Mita y colocando al frente de la DC a Arnaldo Forlani. Una decisi¨®n salom¨®nica con la que Andreatta no comulga.
"Para muchos democristianos, la idea de que el jefe del partido sea a la vez el jefe del Gobierno es una especie de incesto, y lo decidido en el congreso es una reacci¨®n contra el tab¨² del incesto". De Mita, agrega sonriente, "ha sido el Edipo de la situaci¨®n". A Andreatta le hubiera gustado m¨¢s una DC "que propusiera a los italianos una alternativa, dispuesta a pasar a la oposici¨®n. Una Democracia Cristiana mucho m¨¢s fuerte, m¨¢s combativa".
Andreatta cree que Europa necesita, con vistas al mercado ¨²nico de 1993, "distanciarse del conflicto derecha-izquierda". Despu¨¦s de todo, la mayor¨ªa de los Gobiernos europeos desarrolla, en su opini¨®n, una pol¨ªtica muy similar. A De Mita, por ejemplo, que acaba de visitar Espa?a, le encanta compararse con el espa?ol Felipe Gonz¨¢lez. "Unos y otros intentan encontrar un equililbrio entre el mercado y la intervenci¨®n del Estado, entre la libertad y la igualdad".
Mensaje a la juventud
La palabra libertad es utilizada por Andreatta con la misma soltura con que Caravaggio hac¨ªa uso de la luz para dramatizar su realismo pict¨®rico. "Creo que el ¨²nico mensaje que nuestra generaci¨®n puede dejar a los j¨®venes es la idea de que los euroeos no somos libres mientras los jud¨ªos de Galitzia no puedan ir a Viena a estudiar, a escribir novelas, a inventar el psicoan¨¢lisis o la l¨®gica del C¨ªrculo de Viena".
El pol¨ªtico italiano marca una ¨²nica l¨ªnea de acci¨®n respecto a la actitud que Europa occidental debe adoptar hacia la Uni¨®n Sovi¨¦tica. "Debemos ser muy cautos. Nuestra apertura hacia Mosc¨² debe estar condicionada a obtener resultados en Europa oriental", "a conseguir que 1.150 kil¨®metros nos separen del Ej¨¦rcito Rojo".
Finlandizaci¨®n es la apuesta de Andreatta para los pa¨ªses a los que Yalta coloc¨® bajo control de la URSS. El pol¨ªtico itabano opina que el imperio sovi¨¦tico "deber¨¢ seguir el camino emprendido por el Reino Unido en 1945% entre otras razones "porque es demasiado costoso, tanto material como psicol¨®gicamente". Si no se produce una vuelta atr¨¢s violenta -algo que, en opini¨®n de Andreatta, "podr¨ªan provocar la inexperiencia y los errores de Gorbachov"-, "si Gorbachov tuviera siquiera un parcial¨ªsimo ¨¦xito (por ahora no lo ha tenido; la econom¨ªa est¨¢ a¨²n peor que durante la era de Breznev), si Gorbachov se sale con la suya y sigue en el poder durante cinco o seis aflos, y moderniza la clase pol¨ªtica, entonces pienso en una soluci¨®n de tipo austriaco para Europa del Este". "En una especie de mercado com¨²n balc¨¢nico con Austria, Hungr¨ªa, Eslovenia... No s¨¦ si Yugoslavia ser¨¢ un solo pa¨ªs para entonces o se habr¨¢ desintegrado. Son naciones que no crean problemas militares a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, mantienen buenas relaciones econ¨®micas con Mosc¨² pero cuyos Gobiernos no son s¨²bditos sovi¨¦ticos".
"Es importante que nosotros, con cautela, sin crear antagonismos con la URSS, sin preocuparla, invirtamos, participemos en proyectos, inventemos un sistema de adhesi¨®n parcial a la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n, y, por tanto, una doble adhesi¨®n al CAME socialista y a la Comunidad Europea". Andreatta es un firme defensor de potenciar la vertiente ideal de la CE frente a la comunidad de "los mercaderes, abogados y empresarios". Es decir, de que Europa occidental desempe?e un papel fundamental a la hora de resolver el problema de la libertad en el Este, "en esos pa¨ªses que, habitados por 100 millones de personas, han elaborado la cultura europea". "Se abre la posibilidad de, mediante medios pol¨ªticos, recuperar la libertad que Yalta destruy¨®, de que Europa se unifique, pero sin revanchismos, sino con la voluntad de garantizar nuestra libertad a los ciudadanos del Este".
Ganas de dormir
El pol¨ªtico italiano es algo pesimista, no obstante, respecto a la voluntad pol¨ªtica de Europa occidental. "Los europeos desean dormir, est¨¢n agotados como sujetos de la alta pol¨ªtica", afirma provocativamente, "pues les falta el instrumento m¨¢s fundamental, es decir, una defensa com¨²n". Teniendo en cuenta el hueco dejado por el imperio sovi¨¦tico, "se ha de gestar una pol¨ªtica de seguridad, que no consiste en crear un Ej¨¦rcito europeo, sino en dise?ar una integraci¨®n m¨ªnima, un uso compartido de nuestros recursos -militares, una evaluaci¨®n de la estrategia a seguir".
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