Engendrillo
Presidente por accidente
Direcci¨®n: Paul Mazursky. Gui¨®n: Leon Capetano y Paul Mazursky. Fotograf¨ªa: Donald Mac Alpine. M¨²sica: Maurice Jarre. Estados Unidos, 1988. Int¨¦rpretes: Richard Dreyfuss, Sonia Braga, Ra¨²l Julia, Fernando Rey, Marlanne Sagebrecht. Estreno en Madrid: cines Proyecciones y La Vaguada.
No es que Paul Mazursky sea un gran cineasta. Est¨¢ lejos de la grandeza, pero ha realizado algunas pel¨ªculas (por ejemplo, y no es la ¨²nica, Pr¨®xima parada, Greenwich village) que merecen verse, que son buenos y delicados espect¨¢culos menores, que dan idea de que tras ellos hay un director elegante, que se sabe su oficio, que tiene buen gusto y que elige y desarrolla asuntos en los que sabe desenvolverse y mover la sensibilidad de sus espectadores.Pero despu¨¦s de ver este Presidente por accidente lo que parece es todo lo contrario: que el accidente es que Mazursky haya acertado otras veces, pues no es f¨¢cil encontrarse ante una colecci¨®n de tropiezos tan reiterados como los que este disparatado e impotente (impotente porque quiere divertir y aburre mortalmente) filme nos pone a tiro de tomate. Ser¨ªa demasiado f¨¢cil, adem¨¢s de in¨²til, desmontar tales tropiezos. Respondamos por ello al silencio del cineasta con la respuesta silenciosa de quienes se van con la m¨²sica a otra parte y con su dinero a la taquilla de otro cine cualquiera con tal de que no exhiban este engendro.
S¨®lo una pregunta, por desgracia tambi¨¦n in¨²til: ?por qu¨¦ se estrena aqu¨ª este engendro, mientras (por ejemplo, La leyenda del santo bebedor, de Olmi, o Paisaje en la niebla, de Angelopoulos, o El rey de los nilos, de Kaige, entre docenas) hay obras excelentes, incluso magistrales, que siguen en Espa?a in¨¦ditas? ?Con qu¨¦ embudo se come que una ¨ªnfima peliculilla de ¨²ltima fila, por el hecho de ser norteamericana, tenga v¨ªa abierta a nuestras pantallas, mientras el hueco que ocupa nos priva de contemplar obras de importancia hist¨®rica (como las citadas y otras muchas) simplemente porque su producci¨®n y su mecanismo de distribuci¨®n proceda de otro pa¨ªs?
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