T¨²nez estrena democracia
El presidente Ben Al¨ª y los islamistas, favoritos ante los comicios del pr¨®ximo 2 de abril
Los tunecinos tienen buen sentido del humor. Estos d¨ªas, medio en broma, medio de veras, algunos dicen que, como ha sido tradicional en la historia del peque?o pa¨ªs magreb¨ª, habr¨¢ pucherazo en las elecciones presidenciales y legislativas del pr¨®ximo 2 de abril. Pero esta vez, y es ah¨ª donde los tunecinos sonr¨ªen maliciosamente, el poder arreglar¨¢ los resultados para llevar al Parlamento a los partidos de la oposici¨®n. La campa?a electoral para los que se han dado en llamar "primeros comicios democr¨¢ticos" en T¨²nez comenz¨® ayer.
El pasado 7 de noviembre, primer aniversario de la deposici¨®n por senilidad de Habib Burguiba, el nuevo presidente, Ben Al¨ª, se preci¨® con raz¨®n de que en los anteriores 12 meses ning¨²n tunecino hab¨ªa sido detenido a causa de sus opiniones, ning¨²n peri¨®dico secuestrado y ninguna pena capital ejecutada. Diversos partidos hab¨ªan sido legalizados, y las c¨¢rceles fueron vaciadas de presos pol¨ªticos. [El presidente ha puesto en libertad a 35 presos acusados de conspirar contra Burguiba, inform¨® ayer la agencia tunecina TAP, seg¨²n Reuter]. Con tal motivo, reiter¨® su voluntad de llevar su pa¨ªs a la democracia y anunci¨® elecciones presidenciales y legislativas anticipadas para el primer domingo de abril de 1989.Ben Al¨ª ya tiene asegurada la elecci¨®n como presidente. Es el ¨²nico candidato, con la aprobaci¨®n incondicional del partido en el poder, la Agrupaci¨®n Constitucional Democr¨¢tica -nuevo nombre del viejo Partido Socialista Desturiano de Burguiba-, y, lo que es m¨¢s significativo, de toda la oposici¨®n legal o tolerada, incluidos los integristas del Movimiento de la Tendencia Isl¨¢mica.
Nadie duda de que la Agrupaci¨®n Constitucional Democr¨¢tica, a la que Ben Al¨ª ha inyectado sangre fresca, ganar¨¢ ampliamente las legislativas. La novedad es que los tunecinos est¨¢n convencidos de que, por primera vez desde la independencia, figuras ajenas al poder se sentar¨¢n en la Asamblea Nacional. El inter¨¦s de los pr¨®ximos comicios reside en saber cu¨¢ntas lo har¨¢n.
En su ¨²ltima edici¨®n, el semanario independiente Realit¨¦s afirma que el propio Ben Al¨ª ha tenido que intervenir m¨¢s de una vez para "restablecer los derechos de los candidatos de la oposici¨®n". Llevados de un "exceso de celo", apegados a los h¨¢bitos del burguibismo, incapaces de someterse a "las exigencias de la democracia", dice el semanario, gobernadores, alcaldes y otros funcionarios p¨²blicos han intentado poner toda suerte de trabas a la elaboraci¨®n de listas electorales competidoras del hasta hace poco partido ¨²nico.
Con una implantaci¨®n muy d¨¦bil, frente a las triqui?uelas y presiones administrativas, la mayor¨ªa de la oposici¨®n se las ha visto y deseado para poder elaborar sus candidaturas. En particular porque el c¨®digo electoral obliga a cada aspirante a un esca?o a ser apadrinado ante notario por al menos 75 tunecinos. Para Jemais Chamari, del Movimiento de los Dem¨®cratas Socialistas (MDS), esa exigencia significa "un atentado al secreto del voto". Mohamed Harmel, l¨ªder del testimonial Partido Comunista, dice que el sistema de padrinazgo "obliga a desvelar previamente a la Administraci¨®n el voto de los mejores electores".
De los sietes partidos legalizados tras la ca¨ªda de Burguiba, s¨®lo el MDS, dirigido por Ahmed Mestiri, tiene cierta influencia en la poblaci¨®n tudecina, y ¨²nicamente entre los c¨ªrculos urbanos ilustrados. Fue el partido de Mestiri el primero en rechazar la oferta del poder de presentar a las legislativas una ¨²nica candidatura de coalici¨®n nacional. El presidente parec¨ªa desear un "frente com¨²n" de la Agrupaci¨®n Constitucional Democr¨¢tica y todas y cada una de las fuerzas de oposici¨®n, comprendidos los, islamistas. Estaba dispuesto a otorgar a los opositores una participaci¨®n significativa en el futuro Parlamento, sin necesidad de que se batieran en la campa?a electoral.
Adi¨®s al partido ¨²nico
Mestiri afirma que su rechazo a tal idea procede de su voluntad de "acostumbrar a T¨²nez a la pr¨¢ctica del pluralismo pol¨ªtico". "Si el 2 de abril", dice el l¨ªder del MDS, "los electores se encuentran delante de la urna con una sola lista en las manos, perder¨¢n su fe en la la democracia". Mestiri afirma que el objetivo del MDS "no es obtener esca?os sino sacar a T¨²nez de una vez del sistema de partido ¨²nico".Burguiba se equivoc¨® cuando afirm¨® que el "¨²ltimo servicio" que rendir¨ªa a su pa¨ªs ser¨ªa la "erradicaci¨®n del integrismo musulm¨¢n". El Combatiente Supremo vive ahora un exilio dorado interior en su ciudad natal de Monastir. En cambio, sin necesidad de esperar al 2 de abril, los islamistas han confirmado ya que son, tras Ben Al¨ª y su partido, la segunda gran corriente pol¨ªtica de T¨²nez.
No legalizados todav¨ªa, pese a haber cambiado su nombre de Movimiento de la Tendencia Isl¨¢mica por el de Partido del Renacimiento, los seguidores de Rachid Ganuchi y Abdelfat¨¢ Muru se presentan masivamente a las legislativas en las denominadas "listas independientes".
Los independientes no han tenido problemas para encontrar padrinos, y encima han prestado los que les sobraban a otros partidos legales de la oposici¨®n. Los candidatos islamistas son, en gran parte, abogados, m¨¦dicos, ingenieros y profesores de gran prestigio.
Poco despu¨¦s de las elecciones comenzar¨¢ el Ramad¨¢n. Los diplom¨¢ticos occidentales en T¨²nez est¨¢n convencidos de que el sagrado mes de ayuno, que Burguiba viol¨® una vez en p¨²blico al beber con ostentaci¨®n un vaso de agua, ser¨¢ seguido este a?o de modo estricto en el pa¨ªs norteafricano, tambi¨¦n por primera vez en su historia moderna.
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