Otra raza de toro

JOAQUIN VIDAL El toro pura raza de lidia es tal como sali¨® ayer en Las Ventas, dogmatizaba desde el tendido la afici¨®n veterana y sesuda. Un defecto de la afici¨®n madrile?a veterana y sesuda es creerse en posesi¨®n de la verdad, y en materia bovina, seguramente ignora que el toro pura raza de l¨ªdia puede ser tambi¨¦n como el que no sali¨® ayer en Las Ventas. La raza pura del toro de l¨ªdia depende de d¨®nde salga el toro y de qui¨¦n lo toree. Por ejemplo, el toro que sali¨® en Valencia el pasado lunes para las figuras, y el de Las Ventas ayer, s¨®lo se parec¨ªan en que eran negros noche, ten¨ªan cuatro patas y pesaban media tonelada.La cuesti¨®n est¨¢ en determinar cu¨¢l es el genuino toro pura rara de lidia; si el de Valencia y tantas plazas, inv¨¢lido, modorro, con dos pl¨¢tanos en el testuz, o el de Madrid, fuerte, encastado, cornal¨®n y astifino. Seg¨²n los taurinos, el primero es el genu¨ªno; seg¨²n la afici¨®n, el se gundo. Un tema para debate Seguramente jam¨¢s llegar¨¢n a un acuerdo, porque su concepci¨®n de la lidia tambi¨¦n es radicalmente distinta. Lidia para taurinos, es que el toro se deje pegar pases; para aficionados, en cambio, ha de ser como ayer en Madrid, fundamentada en la emoci¨®n del toro proporcionado de l¨¢mina, encastado y fuerte.

El problema de los torero era atreverse a ejecutar cabal mente las suertes, pues el toro en versi¨®n madrile?a siempre tiene peligro. El primero impon¨ªa con la seriedad de su embestida agresiva, a pesar de lo cual Curro V¨¢zquez le instrument¨® bonitas tandas de naturales, las abroch¨® con el de pecho y dibuj¨® un des lumbrante repertorio de trincherazos, ayudados a dos mano, y pases de la firma, plet¨®ricos le torer¨ªa.

Campuzano lig¨® en el segundo buenas tandas de redondos y naturales, algo desvirtidas por los alivios del pico , la suerte descargada. Pep¨ªn Jim¨¦nez plante¨® por la izquierda toda la faena al tercero, que por el pit¨®n derecho se colaba. Hubo una emotiva serie de frente, pases sueltos de acentuado clasicismo, y sin embargo a la tarea le falt¨® ligaz¨®n y gusto, cosa rara en don Pep¨ªn

Los toros restantes presentaron problemas, como falta de fijeza, corto recorrido, derrotes varios y los espadas se limitaron a tantearles las embestidas. Los picadores castigaron demasiado duro a esos toros, quiz¨¢ porque los anteriores hab¨ªan herido dos caballos y se recrec¨ªan. Joselito Calder¨®n hizo portunos quites a sus compa?eros. Mariscal prendi¨® dos merit¨ªsimos pares de banderillas. El primer toro tuvo una hermosa muerte de bravo, y¨¦ndose a los medios a buscar pelea en plena agon¨ªa, que dur¨® varios minutos. Una enorme ovaci¨®n premi¨® la bravura de ese toro, fuerte, encastado, cornal¨®n, astifino; pura raza de toro en Madrid, rareza ecol¨®gica en otros pagos.