El PCUS se debate entre la unidad y la democracia
El fil¨®sofo Kliamkin cree que el nuevo sistema electoral permite por vez primera "un proceso pol¨ªtico real"
El Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS) arrastra desde los primeros a?os de la revoluci¨®n un conflicto latente entre la unidad y la democracia que sistem¨¢ticarnente, desde 1921 -a?o en que se abolieron las fracciones-, se ha resuelto, en ocasiones de forma sangrienta, a favor de la unidad y en contra de la democracia. Asi opina el fil¨®sofo Igor Kliamkin, de 47 a?os, con quien EL PAIS convers¨® en v¨ªsperas de las elecciones que se celebraban ayer en la URSS. Kliamkin, especialista en historia del socialismo, es uno de los talentos que se cobijan en el Instituto de Econom¨ªa del Sistema Socialista Mundial, que dirige el profesor Oleg Bogomolov.
El ¨²ltimo art¨ªculo de Kliamkin, Por qu¨¦ es dif¨ªcil decir la verdad, publicado en la revista Novi Mir, es punto de referencia para la evoluci¨®n del pensamiento pol¨ªtico entre reformistas sovi¨¦ticos. Punto de referencia ha sido tambi¨¦n la serie de art¨ªculos publicados por Aleksandr Zipko, uno de los colaboradores de Aleksandr YakovIev en el Comit¨¦ Central del PCUS, quien ha presentado a Stalin como un consecuente seguidor de Marx.Kliamkin y Zipko se conocen desde hace muchos a?os; trabajaronj untos en el peri¨®dico Komsomolskaia Pravda cuando ¨¦ste era un foco del deshielo de Jruschov. Ambos pertenecen a la generaci¨®n de j¨®venes intelectuales de los sesenta que se han hecho cincuenta?eros esperando la oportunidad de reflexionar libremente. Condenado al ostracismo interno, Kliamkin trabaj¨® durante nueve a?os en el Instituto de Industria Alimenticia como profesor de filosofia antes de incorporarse hace un a?o y medio al Instituto de Bogomolov.
"Por raro que parezca, cuando mejor se combinaron la democracia y la unidad del partido fue en la ¨¦poca del comunismo de guerra, durante la guerra civil. Cuestiones como la paz de Brest se resolvieron de forma democr¨¢tica. En 1921, con el aplastamiento de la oposici¨®n obrera y la resoluci¨®n sobre la unidad del partido, el conflicto se resolvi¨® a favor de la unidad". El X Congreso del PCUS, que aprob¨® la pol¨ªtica de liberalizaci¨®n econ¨®mica o NEP, decidi¨® limpiar el partido de elementos peque?oburgueses, mencheviques, revolucionarios de izquierdas, trotskistas, bujarinistas, etc¨¦tera.El tratamiento del caso Eltsin, junto con los procedimientos y resultados de la XIX conferencia del partido y la cerraz¨®n informativa sobre la cuesti¨®n de los privilegios, fundamento material de la unidad, son para Kliamkin ejemplos donde la unidad ha vencido sobre la democracia.
Kliamkin sostiene que la existencia de un partido democr¨¢tico en una sociedad no democr¨¢tica es imposible. El partido adopta decisiones y afirma su papel dirigente, pero se evade a la hora de poner en t¨¦rminos concretos las obligaciones de esta posici¨®n.
Resultados leg¨ªtimos
"Las represiones masivas son el resultado leg¨ªtimo de la dictadura estalinista. La dictadura estalinista es el resultado leg¨ªtimo de la victoria del principio de la unidad sobre el principio de la democracia. La victoria del principio de la unidad es el resultado leg¨ªtimo de la enfermedad de la conciencia, que un buen d¨ªa comienza a interpretar la subordinaci¨®n democr¨¢tica de la minor¨ªa a la mayor¨ªa como un derecho de la mayor¨ªa a ejercer presi¨®n sobre la minor¨ªa", se?alaba.
El nuevo sistema electoral "no es democr¨¢tico", pero "por primera vez permite un proceso pol¨ªtico real, muy d¨¦bil, pero inexistente anteriormente, y esto es importante". "Me parece", dice Kliamkin, "que estamos cruzando un puente. En ¨¦poca de Breznev ten¨ªamos un poder unido y monol¨ªtico. Ahora que ha empezado la reforma surge un problema muy importante: no hay fuerza para llevarla a cabo desde arriba, porque para ello se necesita bastante m¨¢s fuerza que cuando ¨¦sta viene desde abajo".
?Resistir¨¢ el sistema de democratizaci¨®n? Kliamkin cree que el proceso actual no tiene precedentes, pero no se attreve a hacer pron¨®sticos. "Si el sistema no resiste, vendr¨¢ un movimiento desde abajo y el poder se formar¨¢ a partir de un movimiento desde la base. No hay una tercera v¨ªa. O bien el sistema es capaz de reformarse o vendr¨¢ la p¨¦rdida de control, el crecimiento de tendencias an¨¢rquicas, un movimiento desde abajo que crear¨¢ un poder capaz de realizar la reforma", opina el fil¨®sofo, que prefiere la primera opci¨®n.
Si los ¨®rganos del partido sienten amenazada su posici¨®n se defender¨¢n acusando a grupos extremistas de atentar contra los valores sagrados, a saber "el papel dirigente del partido". En este caso puede surgir, seg¨²n escrib¨ªa Kliamkin en Novi Mir, un Eltsin de derechas, que ser¨¢ "m¨¢s inteligente y decidido que algunos conservadores anticuados de apariencia amenazante de 1988". "No estoy seguro de que incluso la gente m¨¢s simp¨¢tica y decente no reanude el deslizamiento por la pendiente de la mentira", agregaba.
?En qui¨¦n estaba pensando Kliamkin cuando hablaba de la gente m¨¢s simp¨¢tica y decente? "Hoy es Gorbachov, ma?ana puede ser otro. Me refiero a cualquier reformador sincero que aspire a una democratizaci¨®n. Mientras se conserve este sistema, para que aparezca una derecha hay que ir hacia la izquierda". "A¨²n no est¨¢n agotadas las posibilidades de movimiento hacia la izquierda. El inter¨¦s del caso Eltsin es su enorme popularidad, que hoy tanto necesitan los l¨ªderes modernos para oponerse a su propio aparato de conservadores. Gorbachov puede recibir todav¨ªa apoyo de la base, y no est¨¢ excluido que el l¨ªder se decante hacia la izquierda despu¨¦s de las elecciones y profundice la reforma". "La URSS necesita un per¨ªodo de autoritarismo durante el cual se prepare la democratizaci¨®n, y en ese tiempo las fuerzas democr¨¢ticas deben organizarse y empujar al poder hacia una democratizaci¨®n, ya que ¨¦ste depender¨¢ precisamente de su nivel de presi¨®n".
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