Joan Mir¨®, dos fundaciones "fraternales"
La instituci¨®n mallorquina inicia su andadura con un optimismo del que carece su hom¨®nima barcelonesa
La construcci¨®n de una nueva sede, una serie de actividades en proyecto y una cartera de fondos bien provista caracterizan la actual situaci¨®n de la Fundaci¨®n Pilar y Joan Mir¨® de Palma de Mallorca, una instituci¨®n semip¨²blica que cuenta con la colaboraci¨®n directa e inmediata de la familia heredera del pintor. El optimismo que reina entre los miembros de su patronato contrasta con el des¨¢nimo que rige entre sus hom¨®nimos mironianos en Barcelona, en la Fundaci¨®n Joan Mir¨®, donde el promedio de actividades ha descendido en estos ¨²ltimos tiempos y siguen sin encontrarse nuevas fuentes de financiaci¨®n.
Llu¨ªs Juncosa, cu?ado y albacea testamentario de Joan Mir¨®, miembro de los dos patronatos, define la relaci¨®n entre ambas fundaciones como "fraternal, con todo lo bueno y malo que supone el parentesco". La imagen utilizada implica la descripci¨®n de un sentimiento "en principio poco noble": el de los celos. "Como m¨¦dico constato muy a menudo que cuando un ni?o o un adolescente est¨¢ enfermo la causa del mal est¨¢ en la existencia de un hermano menor. Dir¨ªa, pues, que la fundaci¨®n mayor, la de Barcelona, sufre un poco por estos celos que le crea el m¨¢s joven optimismo que manifiesta Palma", a?ade.No obstante, reconoce tambi¨¦n que "los peque?os" no deben mantenerse ciegos ante la experiencia de "los adultos". La Fundaci¨®n mallorquina justo ahora inicia su andadura. S¨®lo tres personas trabajan en ella, frente a las 20 que emplea la Fundaci¨®n de Barcelona, y de momento no tiene abiertas sus puertas al p¨²blico, aunque s¨ª otorga ayudas para la creaci¨®n y ha organizado ya algunos cursos de grabado.
La instituci¨®n mironiana en las Baleares vive sustancialmente de una parte de los beneficios que genera el capital conseguido en la subasta de 42 obras del artista -cedidas por su viuda, Pilar Juncosa- celebrada, en Madrid, en diciembre de 1986. Entonces se consiguieron alrededor de 500 millones de pesetas, un capital que no han necesitado utilizar hasta ahora, cuando se inician las obras de construcci¨®n de la sede definitiva. Adem¨¢s, puesto que se trata de una fundaci¨®n municipal, tambi¨¦n cuenta con un presupuesto anual del Ayuntamiento de Palma (cifrado, para 1989, en 40 millones de pesetas).
Por su parte, la fundaci¨®n barcelonesa, privada, vive parad¨®jicamente casi a expensas de las aportaciones p¨²blicas (en el cap¨ªtulo de gastos ordinarios, 100 millones para este a?o, que conceden a partes iguales el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya).
Esa dependencia de los fondos p¨²blicos; por parte de la fundaci¨®n barcelonesa es criticada en Palma: "Contar s¨®lo con la ayuda de las instituciones y de los patrocinadores para salir de esta mala situaci¨®n econ¨®mica es pecar de ingenuo", afirman. Por su parte, los mironianos mallorquines tienen previsto el funcionamiento de su fundaci¨®n con un r¨¦gimen de explotaci¨®n mucho m¨¢s empresarial, agotando recursos financieros y comerciales que el propio Joan Mir¨® puso en sus manos al igual que lo hizo, en vida, para Barcelona.
Coleccionismo
En este sentido, por ejemplo, la fundaci¨®n mallorquina considera que los barceloneses no explotan suficientemente las posibilidades de reproducir obras que Mir¨® les don¨® y de las que poseen los derechos de autor. Tampoco aprueban totalmente la subasta celebrada en Barcelona (el pasado mes de febrero), una transacci¨®n que consideran "descafeinada" porque no resuelve la cr¨ªtica situaci¨®n financiera. "Hay que saber tomar decisiones realistas y valientes, atrevi¨¦ndose a sacrificar una parte para salvar el todo", comenta Juncosa. "Debieran haber renunciado a obra m¨¢s importante, subastando piezas originales para conseguir un m¨ªnimo de 500 millones, pero no se han atrevido". En la subasta, la fundaci¨®n recogi¨® 328 millones de pesetas.Esta falta de atrevimiento de su "hermana mayor" responde, en opini¨®n un¨¢nime de la familia Mir¨®, "a una preocupaci¨®n dirigida, en estos ¨²ltimos a?os, m¨¢s hacia el coleccionismo que a la actividad cultural y creativa, que es lo que pretend¨ªa fomentar Joan Mir¨®". "Menos museo y m¨¢s CEAC (Centre d'Estudis d'Art Contemporani)" es la consigna que recuerda Juncosa al centro que posee m¨¢s obra de Joan Mir¨® en el mundo entero (unas 10.000 piezas).
Pero es precisamente la voluntad de seguir siendo CEAC la que ha llevado a la Fundaci¨®n Joan Mir¨® de Barcelona a una situaci¨®n financiera cr¨ªtica. Durante a?os, la Fundaci¨®n s¨ª ha seguido el proyecto definido por Mir¨®. En el centro de Montju?c ensayaba una orquesta de m¨²sica contempor¨¢nea; la Filmoteca organizaba los pases de sus ciclos con m¨¢s riesgo; un espacio muy particular era la palestra de j¨®venes artistas. La Fundaci¨®n era un centro de discusi¨®n, pero, casi de manera inevitable, segu¨ªa tentando s¨®lo a un grupo m¨¢s o menos reducido de "intelectuales".
Un galerista con deudas
En los ¨²ltimos tiempos, la Fundaci¨®n ha acumulado un d¨¦ficit anual de 30 millones de pesetas, una cifra irrisoria si se compara con la de otros centros tambi¨¦n deficitarios que se dedican a la cultura en Barcelona. Las obras de ampliaci¨®n del centro, "quiz¨¢ precipitadas" en opini¨®n de diversas fuentes consultadas, y el robo del pasado a?o agravaron su situaci¨®n. A partir de ahora, la fundaci¨®n de Barcelona deber¨¢ empezar otra andadura. Cuenta con la incorporaci¨®n de la Generalitat en su patronato y con el pr¨®ximo cobro de alrededor de 250 millones de pesetas, de una primera parte (unos 80 millones) de los cuales dispondr¨¢ en breve.Seg¨²n ha podido saber este diario, Adrien Maeght contrajo una deuda con Joan Mir¨® de cerca de 12 millones de francos (unos 240 millones de pesetas). En su testamento, Joan Mir¨® especific¨® que cuando se cobrara dicha cantidad quer¨ªa que siete millones de francos fueran para la familia y los cinco restantes, destinados a su fundaci¨®n de Barcelona.
En marzo de 1984, Maeght anunci¨® la intenci¨®n de celebrar una subasta en Par¨ªs para enjugar sus deudas. Hizo la venta, pero no pag¨® a sus acreedores. Tras un largo per¨ªodo de embargos y pleitos (en parte suavizados por la intervenci¨®n benevolente de Pilar Juncosa), se ha resuelto el caso. Los Mir¨® conf¨ªan que en un plazo corto cobrar¨¢n una primera parte del dinero.
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