Shultz: "Se resuelve un problema y se crean otros"
RICARDO M. DE RITUERTO, George Shultz, secretario norteamericano de Estado desde 1982 hasta la llegada de la Administraci¨®n de George Bush, el pasado mes de enero, ha dejado la pol¨ªtica, a la que accedi¨® como apagafuegos llamado por el presidente Ronald Reagan para suceder a la agitada gesti¨®n de su antecesor, el general Alexander Haig. Shultz, un neoyorquino de 68 a?os, que ha desarrollado su carrera alternando la direcci¨®n de grandes empresas constructoras con puestos de responsabilidad en distintas Administraciones republicanas, concedi¨® en Londres una entrevista a EL PA?S. Ahora ha decidido dedicarse a la ense?anza y aceptar una c¨¢tedra en la universidad de Stanford
George Shultz, un hombre leal, no quiere opinar sobre los problemas a que tiene que hacer frente la actual Administraci¨®n, y, al pasar revista a sus ¨²ltimos a?os en Washington, encuentra que el mayor logro ha sido el deshielo entre el Este y el Oeste. Ese ¨¦xito ha generado problemas de ajuste en la Alianza que ¨¦l no dramatiza. "Cuando se resuelve un problema se crean otros", dice.Pregunta. ?Fue el deshielo de las relaciones Este-Oeste el mayor ¨¦xito de la Administraci¨®n de Reagan?
Respuesta. Desde luego, fue uno de los logros m¨¢s grandes, pero tambi¨¦n la coherencia en la Alianza, que ha contribuido en gran medida a la evoluci¨®n positiva de las relaciones Este-Oeste; el acuerdo de libre mercado de Estados Unidos con Canad¨¢; la maduraci¨®n de nuestras relaciones con nuestro amigos de la cuenca del Pac¨ªfico. Todo eso es importante, lo mismo que el acuerdo sobre Namibia o el desarrollo de la democracia en Latinoam¨¦rica. Pero, desde luego, el mayor de todos los ¨¦xitos ha sido la mejora de relaciones entre el Este y el Oeste.
P. Un logro que, parad¨®jicamente, est¨¢ creando fracturas en el lado europeo de la Alianza.
R. Cuando se resuelve un problema se crean otros. Son los problemas del ¨¦xito. Y ahora se est¨¢ intentando resolverlos. Es comprensible que surjan puntos de vista diferentes y diversas t¨¢cticas.
La modernizaci¨®n nuclear
P. ?Es factible una ruptura en la Alianza por la resistencia de la Rep¨²blica Federal de Alemania a modernizar las armas nucleares de corto alcance?
R. En el ¨²ltimo comunicado de la Alianza se dijo que todos est¨¢bamos de acuerdo en que hay que mantener nuestra fuerza, mantener actualizadas nuestras capacidades y, mientras, intentar negociar y conseguir cosas razonables. Creo que las perspectivas sobre control de armas convencionales son bastante buenas. Entretanto no hay que perder la calma.
P. Bonn parece digirse por un camino diferente al que quieren otros aliados, como Londres.
R. No hay necesidad de tomar ahora una decisi¨®n sobre despliegue, a tres o cuatro a?os vista; se puede hacer cuando llegue el momento. Pero tenemos que estar lo suificientemente decididos como para que quien tiene que hacer la gran contribuci¨®n econ¨®mica, es decir, el contribuyente norteamericano, sienta que no se est¨¢ tirando el dinero. Hay que buscar un equilibrio entre resoluci¨®n y momento adecuado.
P. ?No puede ser que la RFA est¨¦ en la avanzadilla de la necesaria reconsideraci¨®n de relaciones con la URSS?
R. Creo que el modo como hemos abordado nuestras relaciones con la URS S ha sido un ¨¦xito. Howe ha hecho una declaraci¨®n sobre esto y coincido con ¨¦l. El secretario del Foreign Office, sir Geoffrey Howe, hab¨ªa dicho poco antes de celebrarse esta entrevista que "la Uni¨®n Sovi¨¦tica sigue representado un extraordinario desaf¨ªo militar para Occidente". As¨ª que tenemos raz¨®n al mantener una disuasi¨®n nuclear cre¨ªble, lo que significa moderna.
P. ?Es peligroso el proceso centr¨ªfugo desencadenado en la esfera sovi¨¦tica por la perestroika?
R. El sistema sovi¨¦tico parec¨ªa imponer un programa com¨²n a todo el mundo mediante una forma totalitaria de represi¨®n. Ahora el liderazgo de la URSS, dirigido por Mijail Gorbachov, da la impresi¨®n de creer que la diversidad de la URSS necesita espacio para expresarse. Ha abierto la situaci¨®n. Si se tiene un puchero hirviendo y se mantiene tapado durante mucho tiempo, cuando se destapa cabe esperar mucho vapor, y eso es lo que est¨¢ ocurriendo. Hay mucho vapor y es dif¨ªcil controlarlo. Gorbachov tiene muchos problemas entre manos, pero nadie deber¨ªa sorprenderse de que haya alg¨²n impacto cuando se levanta una larga represi¨®n.
P. ?Coincide con Gorbachov en que la perestroika es irreversible?
R. Creo que el an¨¢lisis que se ha hecho es acertado. Las recetas de Gorbachov sobre lo que hay que hacer parecen, en t¨¦rminos generales, adecuadas tal y como yo lo veo. Habr¨¢ que seguirlo, pero no creo que se pueda volver al viejo sistema.
P. ?Occidente debe tomar parte activa en el proceso?
R. Hemos de considerar nuestros intereses, lo que significa seguir en el camino de la negociaci¨®n. Si se les ve dispuestos a un acuerdo sobre algo que nos interesa, debemos aceptar; pero si quieren cosas que a nosotros no nos interesan, debemos decir no. No debemos llegar hasta el punto de decir que si a algo que nos es perjudicial s¨®lo porque puede ayudarles.
Europa del Este
P.?Debe entenderse esa respuesta como un rechazo al plan de Henry Kissinger, el llamado Yalta 2, por el que Occidente no hostigar¨ªa a la URSS a cambio de que Mosc¨² soltase las riendas en la Europa del Este?
R. Esa idea de: entablar negociaciones con la URSS sobre la Europa del Este es una idea fatal. Es un error.
P. El mundo es un lugar m¨¢s seguro que el que usted se encontr¨® al llegar al Gobierno. Sin embargo, no parece haber soluci¨®n para Oriente Pr¨®ximo.
R. No es un problema imposible de resolver. Es posible conseguir mejoras. El tratado de paz entre Egipto e Israel resiste el paso del tiempo. La comunidad ¨¢rabe rompi¨® relaciones con Egipto por ese acuerdo y ha vuelto de nuevo con Egipto. Eso demuestra que es posible conseguir cosas. Naturalmente, las cuestiones que implican -a palestinos, israel¨ªes y Cisjordania son profundas y dif¨ªciles. Creo que el proceso debe seguir y la gente debe sentarse a negociar cara a cara.
P. ?Hay alguna forma de convencer a Israel de que debe negociar con la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP)?
R. Todo el mundo en Israel, con independencia de las ideas pol¨ªticas, quiere la paz. La cuesti¨®n es c¨®mo conseguir una paz duradera y factible.
P. ?Puede conseguirse sin contar con la OLP?
R. Eso es algo que las partes implicadas tienen que decidir. Lo mismo que identificar el interlocutor palestino con el que Israel debe negociar. Es una de las cuestiones dif¨ªciles del caso y no quiero pronunciarme sobre ella.
P. Daniel Ortega va a realizar en los pr¨®ximos d¨ªas una amplia visita por Europa. ?Fue err¨®nea la pol¨ªtica de la Administraci¨®n de Reagan en Centroam¨¦rica?
R. No. Estuvo acertada y funcion¨®. Cuando llegamos, en los cinco pa¨ªses centroamericanos hab¨ªa una democracia y cuatro que eran autoritarios o totalitarios, como en el caso de Nicaragua. Cuando dejamos el Gobierno h4b¨ªa cuatro democracias y un r¨¦gimen totalitario, Nicaragua. Ahora nadie tiene nada bueno que decir sobre el modo como Nicaragua ha dirigido sus asuntos: es represiva, tiene presos pol¨ªticos, no hay libertad de Prensa, no hay libertades pol¨ªticas, la gesti¨®n econ¨®mica ha producido una renta per c¨¢pita que es la mitad de hace 10 a?os. El r¨¦gimen de Nicaragua es horrible y todo el mundo lo reconoce. Lo que hizo la Administraci¨®n de Reagan fue ponerlo en evidencia y apoyar a los nicarag¨¹enses que quer¨ªan luchar por la libertad y la independencia de su pa¨ªs. Creo que fue una buena estrategia. El Congreso no la apoy¨® en el momento cr¨ªtico y cuando dejamos el Gobierno Nicaragua segu¨ªa ah¨ª como una ¨²lcera. Espero que eso pueda curarse, pero nadie debe hacerse ilusiones con respecto a lo que diga Ortega.
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