Entre sainete y comedia
La f¨®rmula ya estaba en la obra teatral de Jos¨¦ Luis Alonso de Santos. Se trata de una combinaci¨®n entre comedia sin fronteras y esa forma local e incluso localista de comedia que llamamos sainete. De otra manera, mezcla de humor basado en situaciones gen¨¦ricas y de humor extra¨ªdo del pintoresquismo del lenguaje, en este caso del mitad barriobajero y mitad c¨®mplice de algunos grupos marginales de la vida actual madrile?a.La combinaci¨®n estaba m¨¢s equilibrada en la obra teatral que en su versi¨®n cinematogr¨¢fica. En teatro, los recursos verbales mantienen en un escenario su capacidad para hacer gracia m¨¢s tiempo que en la pantalla. En ¨¦sta se gastan antes.
En Bajarse al moro (pel¨ªcula) el p¨²blico r¨ªe de mejor gana con las ocurrencias verbales en la primera mitad de la pel¨ªcula que en la ¨²ltima. En ¨¦sta se produce cierta saturaci¨®n y los dichos dejan de producir los efectos hilarantes que creaban. inicialmente.
Bajarse al moro
Direcci¨®n: Fernando Colomo.Gui¨®n: Jos¨¦ Luis Alonso de Santos, Joaqu¨ªn Oristrell y Fernando Colomo. Espa?a, 1989. Int¨¦rpretes: Ver¨®nica Forqu¨¦, Antonio Banderas, Aitana S¨¢nchez Gij¨®n, Chus Lampreave, Juan Echanove, Miguel Rell¨¢n. Estreno en Madrid: Palacio de la M¨²sica, Amaya, Novedades y Aluche.
Este desequilibrio procede del gui¨®n, en el que se echan de menos m¨¢s gags visuales que compensen el exceso de di¨¢logo, aunque ¨¦ste haya sido bien pulido y descargado de su teatralidad originaria. Esto se pone de manifiesto cuando Colomo y los guionistas dan paso a algunos gags de situaci¨®n o de imagen (un ejemplo entre otros: las ruedas de coche que bajan por s¨ª solas entre la multitud del rastrillo y que m¨¢s tarde se descubre que pertenecen a un coche de la polic¨ªa) que, al ser espec¨ªficamente cinematogr¨¢ficos, cumplen su funci¨®n con mayor eficacia.
Hay ocasiones en que el recurso visual y el verbal se funden bien, como en la escena de Echanove en el autob¨²s. Pero, en general, al predominar la palabra, la pel¨ªcula pierde gracia a medida que avanza y la sensaci¨®n final es que se queda algo corta, da la impresi¨®n de ser m¨¢s un esbozo que una comedia enteramente cerrada sobre s¨ª misma. Tiene ligereza y en los actores -sobre todo en Echanove y Ver¨®nica Forqu¨¦- hay comodidad y capacidad para sacar risas por su propia cuenta: son lo mejor del filme, y es evidente que Colomo supo dejarles sueltos y sacar partido de su libertad.
Se echan de menos entretejido argumental, dise?o de situaciones inesperadas (casi todas se ven venir) y algunas otras carencias por el estilo. Pero el filme se ve bien, divierte, y, aunque no llega a la La vida alegre, es una aceptable consecuencia suya, que mantiene a Colomo entre los pocos cineastas espa?oles que saben desenvolverse con agilidad en los terrenos de la comedia, aqu¨ª algo aguada por exceso de saineter¨ªa.
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