Woody Allen destaca sobre Ford Coppola y Martin Scorsese en el filme de apertura
Ausencias y homenajes p¨®stumos dieron aires fantasmales a la inauguraci¨®n
Ayer comenz¨® el gran festival de la Costa Azul con la proyecci¨®n de Historias de Nueva York, contadas por Martin Scorsese, Francis Ford Coppola y Woody Allen. Ninguno de ellos vino a respaldar la pel¨ªcula. Anteayer, en una especie de preinauguraci¨®n, tuvo lugar el estreno mundial de la versi¨®n ¨ªntegra, reci¨¦n restaurada, de Lawrence de Arabia. Estuvieron presentes algunos de sus actores secundarios, pero los grandes esperados, el director David Lean, enfermo en Londres, y Peter O'Toole, que rueda un filme en Bruselas, no acudieron a la cita. La gala inaugural tom¨® as¨ª un aspecto fantasmal.
Si a estas ausencias se a?aden los homenajes rendidos a tres actores muertos (Charles Chaplin, Bernard Blier y Charles Vanel), y se observa el cad¨¢ver del viejo edificio del palacio de La Croisette, reci¨¦n demolido, y el intento de disimular sus ruinas detr¨¢s de vallas adornadas con vi?etas de otro muerto, el poeta y cineasta ocasional Jean Cocteau, el fantasmal ambiente de la fiesta inaugural adquiri¨® tintes funerarios en Cannes.Las buenas lenguas rumorea que es ¨¦ste el mal comienzo preceptivo de todo buen festival. Pero las malas, m¨¢s audibles en paisajes como ¨¦ste, sugieren otras cosas. Unos dicen que las cinco grandes ausencias citadas son una respuesta norteamericana a la pol¨ªtica agresivamente europe¨ªsta inaugurada el a?o pasado por los responsables del festival. Otros a?aden que David Lean, con sus 80 a?os a cuestas, no est¨¢ para fiestas, y que Peter O'Toole lo est¨¢ en demas¨ªa, hasta el punto de que lo tienen poco menos que amarra o en Bruselas y se niegan a soltarlo por temor a una reca¨ªda en su vieja afici¨®n a vaciar botellas, y no precisamente de agua.
Circula una tercera interpretaci¨®n de estos vac¨ªos, m¨¢s esquinada pero m¨¢s cre¨ªble: que Cannes ha perdido poder de convocatoria de estrellas despu¨¦s de sus ¨²ltimas opciones, el a?o pasado hacia la busca de un cine (en palabras del director de este enorme certamen, Gilles Jacob) puro y duro, y este a?o (en palabras del ministro franc¨¦s de Cultura, Jack Lang) hacia un cine de la Libertad, es decir, de agitaci¨®n de conciencias y de multitud.
Lo cierto es que hasta ahora las estrellas han sido sustituidas por asteroides y de las dos ¨²nicas caras famosas prometidas, hay una, Meryl Streep, que no ha hecho todav¨ªa aparici¨®n ante el p¨²blico, y la otra, Jane Fonda, es una persona que encaja perfectamente en esa poco cre¨ªble vocaci¨®n revolucionaria que se pretende estos d¨ªas dar al festival de la Costa Azul.
Versi¨®n ¨ªntegra
Y entre estas y otras c¨¢balas lleg¨® Lawrence de Arabia, a sus 27 a?os completamente viva y por primera vez en versi¨®n integral. El minucioso trabajo de remontaje, de limpieza de negativos, de incorporaci¨®n de secuencias suprimidas por el productor Sam Spiegel, de restauraci¨®n de varias escenas mutiladas por las distribuidoras, de acoplamiento al formato de 70 mil¨ªmetros y de filtraje de la banda sonora para adaptarla al sistema Dolby, va a permitir una nueva carrera comercial del famoso filme.Y llegaron despu¨¦s los tres mediometrajes de que consta Historias de Nueva York, realizados por Scorsese, Coppola y Woody Allen. Scorsese se limita, al alim¨®n con el fot¨®grafo espa?ol N¨¦stor Almendros, a simplificar una compleja idea argumental de Dostoievski, esbozada en su Diario de un escritor, en un ejercicio in¨²til y superficial de virtuosismo y de preciosismo ¨®ptico. Por su parte, Coppola, m¨¢s humilde y esc¨¦ptico, asegura que se ha divertido mucho haciendo una miniatura que ¨¦l califica de amateur, y no le falta raz¨®n. El ¨²nico que se salva de la quema es Woody Allen, que repite con mucha gracia lo que viene haciendo desde hace a?os. Pero esta vez realiza una pel¨ªcula de 40 minutos cuya ventaja es que dura 40 minutos, y no los 80, de los que sobran la mitad, que duran La rosa p¨²rpura de El Cairo y D¨ªas de radio, por no citar a Septiembre, en la que sobra pr¨¢cticamente todo.
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