El Madrid jugar¨¢ la final con el Barcelona

El Real Madrid jugar¨¢ la final de la Liga de baloncesto contra el Barcelona al eliminar al Joventut en las semifinales por tres victorias a una. El resultado definitivo lo logr¨® ayer en Badalona al sumar su primera victoria de la temporada en esta pista. Al igual que 48 horas antes, los jugadores de Lolo Sainz dieron la sensaci¨®n de controlar siempre el partido para limitarse a aguardar el momento oportuno. En esta ocasi¨®n lo consiguieron.El primer tiempo no respondi¨® a ias expectativas y el partido fue aburrido. Los dos equipos parec¨ªan reservarse para la segunda parte. El Joventut jugaba con menos coraje que en el tercer partido y el Real Madrid se limitaba a controlar la situaci¨®n. Los instantes iniciales ya fueron desconcertantes con numerosas p¨¦rdidas de bal¨®n. La buena defensa de los locales les facilit¨® su m¨¢xima ventaja (15-6) en los momentos en que el porcentaje de tiro del Real Madrid no llegaba al 30%.

A partir del minuto 8, la defensa verdinegra baj¨® en intensidad y s¨®lo Margall manten¨ªa el acierto en el tiro, aunque con un elevado n¨²mero de intentos. La carencia de rebote ofensivo en el Joventut permit¨ªa al Real Madrid controlar los balones bajo su tablero y salir en contragolpe. Poco a poco, el equipo blanco mejor¨® su porcentaje de tiro, a pesar del sistema zonal implantado por el Joventut,para acabar este per¨ªodo por delante (44-46).

Los locales hab¨ªan empeorado su situaci¨®n al tener a sus dos bases (Montero y R. Jofresa) y a Jones con tres faltas personales. El Joventut no aprovech¨® las tres faltas de Petrovic al que no le sacaron ninguna en el segundo tiempo. Fernando Mart¨ªn segu¨ªa intimidando

Johrison que, al igual que su paisano Jones, ha llegado en muy baja forma a este momento decisivo de la temporada. Margall baj¨® en aciertos y todos se vinieron abajo.

El juego era cada vez m¨¢s controlado, como si los dos equipos buscaran el desenlace definitivo en los ¨²ltimos instantes. El desorden ofensivo y la inseguridad en el tiro por parte del Joventut iban a tener su culminaci¨®n a falta de nueve minutos. De un 61-68, ya suficientemente peligroso, se pas¨® tres minutos m¨¢s tarde a un 61-73 y luego a un 63-76, m¨¢xima diferencia del partido. En algo m¨¢s de cuatro minutos, la Penya s¨®lo hab¨ªa sumado una canasta.

Julbe, desquiciado, provoc¨® una falta t¨¦cnica que, aunque era una protesta a la que ¨¦l interpretaba poco afortunada actuaci¨®n arbitral, era una demostraci¨®n de impotencia ante el poco acierto que demostraban sus jugadores. En la segunda parte, el Joventut volvi¨® a tener la actitud del segundo encuentro de Madrid. Una generaci¨®n de grandes jugadores, expertos en muchas ligas, que fracasa una temporada s¨ª y otra tambi¨¦n. Como su propio entrenador reconoc¨ªa hay que empezar a desmitificar y criticar sus errores. La juventud ya no es una excusa.

Algunas acciones desconcertantes, como un lanzamiento triple de Montero sin nadie al rebote o un pase inalcanzable a Margall, fueron la culminaci¨®n de una aciaga segunda parte. El Real Madrid, que estuvo a punto de contagiarse de tanto desacierto, se seren¨® lo suficiente para resolver la eliminatoria. El primer partido de la final ser¨¢ el pr¨®ximo martes en el Palau Blaugrana.