Un combate en el estudio
Para Ferr¨¢n Garc¨ªa Sevilla, la pintura es fruto de un combate que se circunscribe al estudio, al espacio ¨ªntimo del pintor, y que nada tiene que ver con el mundo exterior, incluso con el medio social o p¨²blico del arte."Dir¨ªa que la pintura, o la t¨¦cnica de la pintura, ser¨ªan amagos para llegar a una idea m¨¢s general, que se llamar¨ªa arte y que ser¨ªa el feeling lo que correr¨ªa por encima de todo ello. Y las pinturas ser¨ªan como p¨¢lidas sombras, un poco como en la met¨¢fora de la caverna de Plat¨®n. Nunca dan de s¨ª, porque si fueran cre¨ªbles, verdaderas entre comillas, y no, como dec¨ªa Picaso, mentiras verdaderas, no har¨ªa falta pintar un nuevo cuadro. Lo que vendr¨ªa a decir que hay como una idea superior a la obra -un concepto muy rom¨¢ntico, por cierto, muy idealista-, que indicar¨ªa que hay una energ¨ªa no saciada o no organizada en una ecuaci¨®n perfecta. Por eso se reincide, y surgen otros cuadros; y como nunca se acercan a esa idea plat¨®nica -si se puede llamar as¨ª-, imagino que generan frustraci¨®n. El problema es c¨®mo convivir con esa frustraci¨®n continua, acept¨¢ndola, interrog¨¢ndola, utiliz¨¢ndola como ingrediente de trabajo".
Pese a que ese referente ideal act¨²a como motor de la obra, para Garc¨ªa Sevilla lo finalmente importante es el proceso que genera, ese camino sin fin que se materializa en las obras. ?No importa la clase de camino que sea. Algunos cogemos atajos; yo soy, si se puede decir, un hombre de campo a trav¨¦s. Pero cuando crees haber llegado al sitio, siempre aparece otro en la distancia. De hecho, la subida al monte Carmelo o las siete moradas de Santa Teresa son tambi¨¦n lo mismo. Uno acaba hablando de cosas que a un hombre contempor¨¢neo le horripilan. Son temas rechazados; incluso en mi caso, como ex marxista, son ideas dif¨ªciles de asumir. En cualquier caso, me asustar¨ªa llegar a ese cuadro ideal, ser¨ªa una meta horrible de alcanzar. Como hombres contempor¨¢neos -obsesionados con la idea de producci¨®n, de intercambio, de ¨¦xito, de beneficio y de relaci¨®n-, alcanzar ese punto, donde todo lo dem¨¢s es ya superfluo, ser¨ªa como un estado de muerte, intelectual y f¨ªsica". Los interrogantes que ponen en movimiento todo ese proceso son esenciales a cualquier cultura. En la tradici¨®n moderna fueron recogidos y reformulados por los rom¨¢nticos, y para Garc¨ªa Sevilla a¨²n son la ra¨ªz del arte de nuestro tiempo.
"Incluso el arte conceptual era muy rom¨¢ntico, aunque no se haya sabido ver. Muchas obras de Bruce Nauman lo son. Pero se ha hecho mucho hincapi¨¦ en los medios, en los procesos, y eso daba una apariencia muy racional. Pero es una visi¨®n falsa, como podemos ver en piezas como aquella escultura de ne¨®n de Nauman que dice el arte revela al mundo verdades m¨ªsticas", afirma Garc¨ªa Sevilla.
Babelia
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