Donde m¨¢s nos duele
LOS TERRORISTAS adelantaron en unas horas el inicio de la campa?a electoral asesinando a tres personas y causando heridas a otras cinco. Hay que reconocer que en el arte de matar son aut¨¦nticos profesionales: no dejan de afilar la astucia para perfeccionar sus m¨¦todos y activar las m¨¢s crueles dosis de alevos¨ªa y premeditaci¨®n. Resulta terrible llegar a la conclusi¨®n de que existan personas cuya ¨²nica misi¨®n en la vida consiste en pensar c¨®mo acabar con la de los dem¨¢s utilizando sistemas cada vez m¨¢s modernos. Al disparo de pistola sigui¨® la r¨¢faga de metralleta, y a ¨¦sta, el coche bomba. La degradaci¨®n moral de los activistas ha discurrido en paralelo al perfeccionamiento de sus m¨¦todos criminales. Buscando siempre c¨®mo producir el m¨¢ximo dolor, y de manera cada vez m¨¢s indiscriminada, con el m¨ªnimo riesgo. Dejan la bomba en la calle, escondida en el portamaletas de un coche, y se van a celebrar sus efectos. Pero no menos terrible resulta pensar que muchas personas que rechazar¨ªan indignadas cualquier relaci¨®n de complicidad o aun de complacencia con estos sanguinarios cr¨ªmenes se muestren, sin embargo, dispuestas a cerrar los ojos a la hora de dar su voto a quienes deben su notoriedad p¨²blica exclusivamente al hecho de que sus amigos se manchen de sangre.El abogado Jos¨¦ Mar¨ªa Montero, que encabeza la candidatura de Herri Batasuna (HB) para las elecciones europeas, opin¨® el martes que resultar¨ªa "apasionante" conocer los resultados de las elecciones si ¨¦stas se hubieran producido en coincidencia con una tregua de ETA. Pero consider¨® "una gansada" pensar que HB hubiera, en esas condiciones, obtenido mejores resultados. Es duro decirlo, pero la apreciaci¨®n es probablemente acertada. Los votantes de HB, en Euskadi y fuera de Euskadi, saben muy bien que ETA utilizar¨¢ esos vot¨¢is como un est¨ªmulo para seguir en la brecha. As¨ª ocurri¨® hace dos a?os, con motivo de las anteriores elecciones europeas. Casi un tercio de los votos obtenidos por HB lo fueron fuera de Euskadi, con una proporci¨®n especialmente significativa en Barcelona. Pues bien, unos d¨ªas despu¨¦s, ETA colocaba una bomba en un supermercado de dicha ciudad que ocasionaba m¨¢s de 20 v¨ªctimas.
Nadie puede llamarse a enga?o. Seguramente, dentro de 20 o 30 a?os, ETA y sus tramas civiles ser¨¢n estudiadas como una variante de movimiento fascista: exaltaci¨®n paralela de la patria y de la violencia, ideolog¨ªa demag¨®gica y confusa, dial¨¦ctica de los pu?os y las pistolas. En Euskadi y fuera de Euskadi, numerosas personas -j¨®venes en particular, que se sienten marginados en una sociedad que, ciertamente, es injusta- son sensibles al eslogan que proclama que votar a los amigos de los que ayer volvieron a asesinar en Bilbao supone golpear "donde m¨¢s les duele". Alg¨²n d¨ªa comprender¨¢n, como lo entendieron, con 15 d¨ªas de retraso, algunos ciudadanos barceloneses, que no hay injusticia mayor que la de privar a alguien de su vida. Y que quienes han hecho de esa pr¨¢ctica un oficio, jam¨¢s contribuyeron a hacer avanzar un ¨¢pice la causa de la justicia.
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