Daniel M¨²gica: "Estoy harto de ser el hijo del ministro"

"Estoy muy harto de ser el hijo del ministro y no el escritor". Daniel M¨²gica, 22 a?os y flamante premio de Novela Ateneo de Sevilla con la obra Uno se vuelve loco, confiesa que ha heredado de su padre, Enrique M¨²gica, el vicio de leer, y de su madre el talento de escribir. El premio, fallado durante la madrugada de ayer en Sevilla y al que ha concurrido cerca de un centenar de novelas, est¨¢ dotado con cinco millones de pesetas.

Uno se vuelve loco, la segunda novela de M¨²gica, compiti¨® hasta el ¨²ltimo momento con la novela Para febrero, presentada por el escritor malague?o Aquilino Duque, bajo el seud¨®nimo Calixto. Escrita en clave de novela negra, la obra ganadora narra en primera persona la peripecia de un hombre que, tras convivir un a?o con una mujer de la que no sab¨ªa nada, indaga durante 11 d¨ªas sobre su pasado, tras haber amanecido ella muerta.Un diligente empleado del elegante hotel sevillano en el que tuvo lugar la cena en la que se dio a conocer el resultado de la XXI edici¨®n del Premio Ateneo pregunt¨® discretamente a un responsable de la editorial Planeta (patrocinadora del certamen) si pod¨ªa pasar al comedor "ese chaval de la camiseta blanca". Durante la cena, sin embargo, casi nadie se percat¨® de la presencia del joven escritor vasco, que concurr¨ªa al premio bajo en seud¨®nimo C¨¢novas del Castillo.

Daniel M¨²gica considera que Uno se vuelve loco no tiene nada que ver con su anterior -y primera- novela Los hilos del t¨ªtere, publicada el pasado a?o en Plaza y Jan¨¦s. "He intentado romper con casi todo lo anterior y quedarme con lo que realmente me interesa", dice sobre su nueva novela, en la que comenz¨® a trabajar a los 19 a?os y "entre escribirla y recorregirla no la he finalizado hasta hace tres meses".

Un factor positivo

M¨²gica es consciente de que "por mi juventud y por ser hijo de un miembro del Gobierno" mucha gente se mostrar¨¢ esc¨¦ptica ante su obra. "Yo no puedo evitar eso, la ¨²nica manera de que la gente tenga un juicio objetivo sobre mi obra es que la lea". Respecto a su juventud, la considera un factor m¨¢s positivo que negativo: "Si tienes la cabeza fr¨ªa y coherente a la hora de escribir, siempre hay madurez. El problema es que las visiones siempre son diferentes. Un escritor de 50 a?os escribe sobre las experiencias, mientras que un escritor de 22 a?os, o de 32, escribe sobre las posibles experiencias, lo que le confiere mayor libertad de fabulaci¨®n, que es lo m¨¢s importante a la hora de escribir".Se considera ante todo un escritor vasco. Admira, adem¨¢s de a P¨ªo Baroja, a Dashiell Hammett, Garc¨ªa M¨¢rquez y, "sobre todo, a Quevedo, d¨¢ndose la mano con Marcel Proust".

Vive en Madrid, "donde miro el Manzanares y s¨®lo veo carpas, cuando me gustar¨ªa ver los peces de la mar que asola San Sebasti¨¢n". Est¨¢ trabajando ya en su tercera novela, de la que no quiere contar nada. "Los cinco kilos de este premio me van a permitir trabajar m¨¢s tranquilamente en ella", dice campechanamente sin ser a¨²n del todo consciente de la difusi¨®n que obtendr¨¢ Uno se vuelve loco. Alguien le ha apuntado que ser¨¢n m¨¢s de 70.000 ejemplares, y ¨¦l se entusiasma pensando que esto quiz¨¢, "?por fin!", logre romper el clich¨¦ de hijo de ministro.