Una batalla implacable

, Mohamed Reza Palilevi es puesto por Jomeini fuera de la ley de Dios. Su delito, entre otros, fue el de aplicar la extraterritorialidad a los estadounidenses destinados en Ir¨¢n que violaran las leyes iran¨ªes. Era el a?o 1963. Comienza una batalla implacable entre el sha y el trueno de Jomein. En 1979, diecis¨¦is a?os despu¨¦s -cien mil muertes despu¨¦s, seg¨²n los revolucionarios iran¨ªes- el emperador tendr¨¢ que huir de Ir¨¢n para siempre. Jomeini ganar¨ªa la batalla.

La represi¨®n de la polic¨ªa del monarca, la desnomadizaci¨®n a sangre y fuego de las tribus interiores del pa¨ªs, gachgais y lures, su falta de sensibilidad pol¨ªtica y su carrera armamentista hacia Occidente, hicieron el resto. La manipulaci¨®n colonial del pa¨ªs a lo largo de su historia, a manos primero de zares, de brit¨¢nicos luego y de estadounidenses despu¨¦s, unida al nacionalismo profundo de los iran¨ªes, completaba el cuadro que daba el bastidor para el surgimiento de focos revolucionarios en todo Ir¨¢n.

"Rezad, rezad, que los colonialistas os arrebatar¨¢n mientras tanto todo vuestro petr¨®leo", escribe Jomeini en su libro Por un Gobierno Isl¨¢mico, publicado en 1970 y preparado desde muchos a?os atr¨¢s. "El Islam es la escuela de los que combaten al colonialisino", y agrega tambi¨¦n: "los imperialistas no quieren que seamos hombres, porque tienen miedo de los hombres".

Jomeini consigui¨® derrocar el poder de los Pahlevi, primero, y des extranjerizar luego las costumbres iran¨ªes, mediante una revoluci¨®n ideol¨®gico-pol¨ªtica y cultural, de corte populista, que hab¨ªa tomado en sus procedimientos gran parte de los m¨¦todos revolucionarios cl¨¢sicos con amplios frentes unitarios de oposici¨®n y ofensivas callejeras.

Todo ello en la fase previa a la conquista del poder.

Luego vendr¨ªa la consolidaci¨®n de su revoluci¨®n isl¨¢mica, en cuyo desarrollo se fue desprendiendo poco a poco de aquellos aliados, nacionalistas como el primer jefe de Gobierno revolucionario Mehdi Bazarg¨¢n; liberales socializantes como el primer presidente de la Rep¨²blica, Abolhassan Banisadr; radicales isl¨¢micos como los Muyaidin Jalq;, comunistas del Partido Tudeh; fedayines, dem¨®cratas kurdos, todos los partidos y sectores que con el pueblo y el clero militante la hicieron posible: 45.000 ejecuciones. Mostr¨® siempre una fijaci¨®n agresiva hacia EEUU y una actitud de recelo hacia la URSS.