"Todo sigue igual"

, "Polonia no ha cambiado. Todo sigue igual: el ej¨¦rcito, la milicia. La televisi¨®n sigue en las mismas manos y no fueron tan pocos los que votaron a candidatos oficiales. No ha dejado de existir el estamento gobernante. Hay que dialogar si no queremos llegar a la Plaza de la Paz Celestial de Pek¨ªn".

Esta advertencia en el diario opositor Gazeta Wyborcza expresa con claridad los temores de la disidencia a una reacci¨®n extrema de un aparato comunista humillado en las elecciones. La situaci¨®n es muy fr¨¢gil.

Con coalici¨®n o sin ella, el aparato del Estado y los estamentos armados siguen intactos y s¨®lo hay dos hombres que son garantes de su sumisi¨®n al poder pol¨ªtico comunista. Estos son el jefe del Estado, general Wojciech Jaruzelski y el ministro del interior, general Czeslaw Kiszczak. Jaruzelski actu¨® como moderador en las alturas y no se present¨® a las elecciones. Kiszczak s¨ª, y no logr¨® el esca?o. Solidaridad tiene razones para desear que mantenga intacta su autoridad.

Adam Michaik, historiador, disidente y hoy diputado, advert¨ªa ayer: 'Solidaridad no va a dejarse integrar en la nomenklatura, pero tampoco puede permitirse ret¨®ricas triunfalistas y conflictivas. No ha cambiado la situaci¨®n geopol¨ªtica polaca, no ha cambiado la direcci¨®n del aparato coercitivo. Entramos en una ¨¦poca de esperanza, pero tambi¨¦n de peligro. Los disparos y muertos en Tiflis (Uni¨®n Sovi¨¦tica) y Pek¨ªn demuestran cuales son los peligros que todos debemos evitar".