El Open de EE UU comienza con pol¨¦mica

El 89? Open de Estados Unidos de golf comienza hoy en Rochester (Nueva York) en un ambiente pol¨¦mico. Severiano Ballesteros, el ingl¨¦s Nick Faldo, el escoc¨¦s Sandy Lyle, el alem¨¢n occidental Bernhard Langer y el japon¨¦s Isao Aoki, en una tensa reuni¨®n, pidieron al director de la asociaci¨®n profesional norteamericana (PGA), Deane Beman, que facilite la integraci¨®n de los jugadores extranjeros en su circuito, a lo que aqu¨¦l no est¨¢ predispuesto.

La antipat¨ªa entre Beman y Ballesteros es notoria. Sin embargo, el golfista espa?ol, junto a Faldo, Lyle, Langer y Aoki, ha intentado dialogar de nuevo con ¨¦l, si bien abandon¨® la reuni¨®n, antes de su t¨¦rmino, visiblemente contrariado, informa Reuter. Los cinco le pidieron a Beman una flexibilizaci¨®n del reglamento, que exige jugar un m¨ªnimo de 15 competiciones, aparte las tres estadounidenses del Grand Slam, para tener el carn¨¦ de su tour, del que se priv¨® a Ballesteros en 1986 por no acatarlo. Beman adujo que el asunto debe ser estudiado por la directiva de la PGA.La importancia del circuito europeo es cada vez mayor, tanto deportiva como econ¨®micamente, y sus mejores representantes, como Ballesteros, el l¨ªder de la clasificaci¨®n mundial; Faldo, Lyle, Langer, el gal¨¦s Ian Woosnam o Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal, se sienten obligados con ¨¦l. Ello supone que, si quieren conservar la tarjeta del norteamericano, como Faldo, Lyle o Langer, tengan que multiplicarse afrontando la amenaza de una merma en su rendimiento, causa por la que Ballesteros renunci¨® a aqu¨¦lla despu¨¦s de su ajetreada experiencia de 1985, lo que le supuso que Beman le aplicara la sanci¨®n de no poder jugar ninguno en 1986, excepto los grandes, que se escapan del control de la PGA. Adem¨¢s, el c¨¢ntabro nunca ha querido descuidar el japon¨¦s, en el que tiene muchos intereses y, como en algunas pruebas europeas, cobra importantes cantidades simplemente por participar.

La propuesta de Ballesteros, que ahora s¨®lo puede jugar en Estados Unidos los torneos del Grand Slam y cinco m¨¢s, fue que la regla de los 15 se convierta en la de los 12 o que se valoren los resultados de cada cual. "?C¨®mo vamos a ser todos iguales?", pregunt¨®, tras su encuentro con Beman, a los periodistas el n¨²mero uno y vencedor del Open Brit¨¢nico en 1979, 1984 y 1988 y del Masters en 1980 y 1983. Los norteamericanos Jack Nicklaus, Tom Watson y Ben Crenshaw le apoyan; entre otras razones, porque ello contribuir¨ªa a la realizaci¨®n de otro de los objetivos futuros de Ballesteros: un tour mundial, restringido a las estrellas y con unos premios de sensaci¨®n.