Jannuzzi: "La Comunidad sigue siendo la piedra angular de la construcci¨®n europea"

La Comunidad Europea (CE) sigue siendo "la piedra angular" de la construcci¨®n de un continente "menos dividido" que hasta el presente, seg¨²n el italiano Giovanni Jannuzzi, jefe del Secretariado de Cooperaci¨®n Pol¨ªtica de los doce. ?ste expres¨® en un reciente paso por Madrid que no imaginaba que se disolviera la Comunidad en una idea m¨¢s amplia como la de casa com¨²n europea.

Jannuzzi, de 53 a?os, integr¨® las delegaciones de Italia ante la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN) entre 1976 y 180 y ante la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas entre 1982 y 1985. Es el jefe del Secretariado de Cooperaci¨®n Pol¨ªtica desde que ¨¦ste iniciara su funcionamiento en Bruselas en enero de 1987, tras ser creado por el Acta ¨²nica europea.Pregunta. ?Qu¨¦ relaci¨®n existe entre la integraci¨®n econ¨®mica y la cooperaci¨®n pol¨ªtica de la CE?

Respuesta. La elecci¨®n realizada en 1957 por el Tratado de Roma daba prioridad a la integraci¨®n econ¨®mica. Desde el Acta ¨²nica en adelante las cosas han cambiado. Naturalmente hay sensibilidades diferentes en los Gobiernos de los doce; no creo que haya consenso sobre el automatismo entre econom¨ªa y pol¨ªtica. Al crecer la integraci¨®n econ¨®mica aumentan las competencias exteriores de la Comunidad y la necesidad de coherencia pol¨ªtica.

P. ?C¨®mo influye la divergencia de intereses en esa cooperaci¨®n?

R. La CE est¨¢ formada por 12 pa¨ªses libres que mantienen su soberan¨ªa. Que pueda haber divergencias es un dato de la realidad, y un dato leg¨ªtimo. Pero la experiencia est¨¢ demostrando que hay una cierta armon¨ªa entre ambos aspectos y en las l¨ªneas pol¨ªticas generales. Es dif¨ªcil encontrar, al menos en el ¨²ltimo a?o y medio, asuntos pol¨ªticos sobre los que no haya consenso entre los doce acerca de las l¨ªneas esenciales. Al menos la parte que es tratada a nivel de la cooperaci¨®n pol¨ªtica, ya que hay otra parte que pertenece a la esfera puramente nacional de los distintos pa¨ªses miembros.

Pensemos en los temas cl¨¢sicos de la cooperaci¨®n pol¨ªtica en la CE: las relaciones con el Este, las relaciones transatl¨¢nticas, o con el Jap¨®n; el problema, fundamental para muchos pa¨ªses de la Comunidad, de los v¨ªnculos con Latinoam¨¦rica (y en particular con Am¨¦rica Central); el tema de Oriente Pr¨®ximo, que desde sus comienzos la CE ha sido tratado con una cierta prioridad; la defensa de los derechos del hombre, en Sur¨¢frica o en cualquier otra parte. Otro punto, que a veces se olvida, es el apoyo que la CE da al sistema multilateral, a las Naciones Unidas. Sobre estos asuntos esenciales siempre ha habido consenso. Tambi¨¦n en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa, donde los doce han actuado con cohesi¨®n.

Patrimonio pol¨ªtico

P. ?Qu¨¦ peso espec¨ªfico tiene la CE en la resoluci¨®n de estos conflictos?

R. Indudablemente la CE tiene una cierta dificultad para actuar como un Gobierno nacional; debe lograr un acuerdo interno y despu¨¦s manifestarlo a trav¨¦s de un ¨®rgano, la presidencia, que es rotatoria y no siempre puede asegurar una continuidad. Pero a pesar de esto la CE puede ejercer una notable influencia: tiene un peso econ¨®mico muy relevante (es ' la primera potencia comercial del mundo); y un peso moral y pol¨ªtico, ya que est¨¢ integrada por 12 democracias con profundas relaciones en el mundo: Espa?a con Am¨¦rica Latina; Francia, Italia, el Reino Unido con ?frica; o Francia con un pa¨ªs del Este como Polonia. Es un patrimonio pol¨ªtico notable, pero que tiene sus l¨ªmites. No tenemos vocaci¨®n de ser tambi¨¦n una potencia militar.

P. ?Qu¨¦ independencia tiene la cooperaci¨®n de la pol¨ªtica de seguridad?

R. ?ste es el problema central de la cooperaci¨®n pol¨ªtica y el m¨¢s debatido en el momento de negociar el Acta ¨²nica, ya que algunos se preguntaban c¨®mo es posible hacer una pol¨ªtica exterior com¨²n sin hacer una pol¨ªtica conjunta de seguridad. El problema fue resuelto dando a la cooperaci¨®n pol¨ªtica la competencia en asuntos pol¨ªticos y econ¨®micos de la seguridad y a la OTAN o la UEO la competencia militar. Creo que debemos respetar esta divisi¨®n, que ciertamente crea problemas, aunque m¨¢s aparentes que reales.

P. ?En qu¨¦ medida los cambios en el Este modifican su idea de Europa?

R. Es cierto que por muchos decenios se ha entendido al continente como una Europa dividida. Ahora hay perspectivas para que est¨¦, esperemos, menos dividida. Y para que sobre la base de la CE se pueda realizar un di¨¢logo un poco m¨¢s abierto. Para nosotros la piedra angular de la construcci¨®n europea sigue siendo la Comunidad. No puedo imaginar que la CE sea disuelta por una noci¨®n m¨¢s amplia como la de la casa com¨²n europea. En cuanto a la Europa del Este creo que debemos ser prudentes; hay una gran evoluci¨®n esperanzadora en curso, con resultados importantes, pero todav¨ªa en curso.

La presidencia espa?ola

P. ?Cu¨¢l es su balance de la presidencia espa?ola, de la CE?

R. La presidencia espa?ola ha acelerado la cooperaci¨®n pol¨ªtica. Ha habido un notable esfuerzo por acelerar los tiempos de reacci¨®n respecto de los acontecimientos y por traducir en concreto las l¨ªneas de la cooperaci¨®n pol¨ªtica; por ejemplo, en el caso de Oriente Pr¨®ximo. O del di¨¢logo con la URSS. Todos reconocen a esta presidencia un gran equilibrio; el juicio es extremadamente positivo.