El hombre que reprimi¨® Shanghai

Jiang Zemin asciende al sill¨®n m¨¢s alto del Partido Comunista Chino (PCCh) con la misma aureola de sorpresa y desconocimiento que llev¨® a Li Peng a la jefatura del Gobierno hace dos a?os. Fuentes chinas se?alan que a ambos les une una vieja amistad. Este ex alcalde de Shanghal y actual jefe del partido de ese populoso puerto fluvial, ascendi¨® al bur¨® pol¨ªtico del PCCh en 1987. A este tecn¨®crata, que hab¨ªa sido alcalde de ese puerto fluvial de m¨¢s de 12 millones de habitantes, se debe, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, el control de las protestas estudiantiles en esa ciudad. Ligado al partido comunista desde 1946, fuentes diplom¨¢ticas consideran que Jiang ha sido elegido para imponer nuevamente una ideolog¨ªa comunista a un pueblo que cada d¨ªa parece m¨¢s apartado de ella.

Su contacto con el mundo occidental es casi nulo. En su biograf¨ªa s¨®lo figura un viaje a Espa?a y a la Rep¨²blica Federal de Alemania en 1986. Sin embargo, se form¨® durante cinco a?os en la URSS en la ¨¦poca de Stalin y ha realizado una gira por los pa¨ªses del Este.

Poco se conoce de este ingeniero electr¨®nico de 62 a?os, cuyo rostro son incapaces de reconocer los pequineses. Nadie pens¨® hace un mes que el hombre que de un manotazo cerr¨® el peri¨®dico m¨¢s liberal de China, el Diario del Mundo Econ¨®mico, editado en Shanghai y que en sus nueve a?os de vida hab¨ªa alcanzado una circulaci¨®n de 350.000 ejemplares, podr¨ªa ocupar la secretar¨ªa del partido. Su nombramiento parece representar la voluntad del partido de realizar la educaci¨®n ideol¨®gica que en estos 10 a?os de reforma econ¨®mica ha sido dejada de lado.

Tras el enorme descontento que existe en la poblaci¨®n por la supresi¨®n del movimiento estudiantil y la permanencia de Li Peng en el Gobierno, cuando desde todos los sectores progresistas del pa¨ªs se ha pedido su cese, fuentes chinas consideran que la designaci¨®n de Jiang Zemin, simboliza un intento de "apaciguar los ¨¢nimos sin soltar la cuerda de la l¨ªnea dura".

De hecho, todo el mundo daba por seguro el ascenso de Qiao Shi a la secretar¨ªa, quien, como jefe de los servicios secretos y policiales y tras el enorme fracaso en lograr que los estudiantes abandonaran la plaza de Tiananmen, ha desatado una caza de brujas por todo el pa¨ªs.