Mi hijo el salvaje

Vuelve a las peque?as pantallas, un a?o y pocos d¨ªas despu¨¦s de su primera emisi¨®n, La selva esmeralda, el filme con el que John Boorman pretendi¨® -tras una operaci¨®n del prestigio de Excalibur- redimensionar el cine de aventuras selv¨¢ticas, engrandecer los m¨¢rgenes tarzanescos en que tantos argumentos de ese mismo molde -ya saben, la historia de un padre que a?os ha perdi¨® a su peque?o y rubio reto?o, secuestrado por unos nativos, y ahora lo reencuentra convertido en un miembro m¨¢s de la tribu- han quedado prendidos.La selva esmeralda es una obra con mensaje, la fastidiosa palabra de anta?o, una obra sobre el choque de dos culturas y con lo que de ella se desprende: la tecnolog¨ªa, ejemplificada en unas infernales excavadoras que penetran sus garras en el coraz¨®n mismo de la selva amaz¨®nica para construir una presa.

John Ford ya nos ense?¨®, en Dos cabalgan juntos sin ir m¨¢s lejos, que la reincorporaci¨®n del salvaje a su antiguo contexto es un imposible y Boorman no se anda por las ramas pretendiendo dictaminar lo contrario. Lo que s¨ª hace es internarse por senderos m¨ªsticos, tan caros a su cine, y vehicular un filme lleno de s¨ªmbolos y de una ecolog¨ªa elemental, forzando a veces el plano. Un discurso previsible, en fin, envuelto en im¨¢genes bell¨ªsimas, en espect¨¢culo de talla.

La selva esmeralda se emite a las 2.00 de la madrugada por TVE-1.