?Vaya ganader¨ªa!
Triunfar en Las Ventas es casi un milagro, suelen decir algunos toreros. Se refieren al mal ganado que sale all¨ª por lo com¨²n, pero sobre todo a la intransigencia del p¨²blico. Alguien est¨¢ equivocando a los toreros con este asunto del p¨²blico, porque, lejos de ser intransigente, parece santo. Quiz¨¢ lo sea. Cualquiera puede entender que den gato por liebre en plazas donde se celebran pocos festejos, con p¨²blicos escasamente doctos en tauromaquia. Pero el de Las Ventas se pasa en esa plaza la mayor parte del a?o, ha visto de todo, naturalmente distingue el gato de la liebre en cuanto asoma la oreja por el chiquero, y por estas sencillas razones es dif¨ªcil de entender que a) le tomen el pelo; b) no la arme. Quejarse, s¨ª; se queja. Gritar, tambi¨¦n grita. Pero de ah¨ª no pasa. Hay un aficionado que vocea "?Vaya ganader¨ªa!" cuando salen toros al estilo de los de ayer y, naturalmente, a estas alturas de la temporada ya est¨¢ ronco.El gato que dan por liebre en Las Ventas no es que sea toro chico. Antes al contrario, se trata de toro grande, inmenso, pavoroso, cornal¨®n y astifino como la madre que lo pari¨®. Sucede, sin embargo, que ah¨ª se queda todo el toro, porque a la de embestir, se revela burro en cualquiera de estas versiones: a) burro atontolinado b) burro que no anda ni a palos, e) burro que pega bocados. Y sacar burro donde anuncian toro es dar gato por liebre.
Cortijoliva / Caballero, Fundi, Galindo
Cinco toros de Cortijoliva, con trap¨ªo, de mal juego; 6?, sobrero de Alcurruc¨¦n, de mucho peso, aborregado. Andr¨¦s Caballero: media estocada baja perdiendo la muleta (silencio); estocada ca¨ªda (palmas y tambi¨¦n protestas cuando saluda). El Fundi: pinchazo hondo trasero ca¨ªdo y descabello (algunas palmas y tambi¨¦n pitos cuando saluda); pinchazo perdiendo la muleta y estocada delantera (silencio). Ra¨²l Galindo: pinchazo y estocada perdiendo la muleta (divisi¨®n cuando saluda por su cuenta); pinchazo hondo y estocada (divisi¨®n y saluda). Plaza de Las Ventas, 2 de julio.
En las tres versiones salieron ayer. El aficionado que vocea ?vaya ganader¨ªa! enronquec¨ªa por momentos y en el ¨²ltimo toro lo hubo de decir en un susurro. De cualquier forma no se o se sabe muy bien si lo dijo en un susurro porque se hab¨ªa quedado sin voz o por que, a fin de cuentas, ese toro ¨²ltimo admit¨ªa pases. Le cay¨® en suerte a Ra¨²l Galindo y aprovech¨® para hacer sobre la mano derecha un toreo reposado y de buena marca. El torazo, sobrero, 637 kilos de peso de pitones no muy santo, acud¨ªa docilito a la muleta y Ra¨²l Galindo le marcaba suavemente el viaje. La faena habr¨ªa ido viento en popa a toda vela de no ser porque Ra¨²l Galindo redujo a los redondos el repertorio del toreo bueno, salvo una solitaria tanda de naturales que di¨® de compromiso y sin acoplarse.
El otro toro de Ra¨²l Galindo tambi¨¦n hab¨ªa tenido un pit¨®n derecho potable y ya entonces apunt¨® este diestro el buen gusto para los redondos, que explay¨® al final de la corrida. De donde se infiere que entre las tres versiones del toriburro que suele salir en Las Ventas, a Ra¨²l Galindo le correspondi¨® la a) y, si bien se mira, no fue mal servido. Sobre todo en comparaci¨®n con sus sus compa?eros, a quienes las versiones b) y e) hicieron pasar malos ratos. Con violencia a?adida el lote de Andr¨¦s Caballero, que imped¨ªa interpretar reposadamente los pases; con arrancadas cortas y probonas el de El Fundi, que dificultaban la instrumentaci¨®n acabada de las suertes. Caballero, coletudo inquieto, tampoco contribu¨ªa mucho a atemperar la bronquedad de sus toros, aplic¨¢ndoles un muleteo crispadamente fogoso. Fundi marcaba el viaje a los suyos alargando sus cortos brazos hasta casi descoyuntarlos, y le habr¨ªa dado lo mismo quedarse con ellos cruzados al estilo Don Tancredo, pues los toriburros se le quedaban siempre parados delante de la barriguita.
Los tres espadas banderillearon sus primeros toros. C¨®mo lo har¨ªan que el p¨²blico manifest¨® su contrariedad cuando en los restantes se cedieron los palos. Hubo un par comprometid¨ªsimo de Andr¨¦s Caballero reuniendo en tablas, prendi¨® otro por los terrenos de fuera muy meritorio, y esos dos fueron los ¨²nicos sobresalientes entre 18, no todos consumados. Tambi¨¦n tuvo el ganado buena parte de culpa en estos peque?os desastres. Mas a los espadas no les vale de disculpa, ya que pudieron abstenerse de banderillear, seg¨²n la sufrida afici¨®n les ped¨ªa, por lo que m¨¢s quisieran.
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