Monte Hellman, m¨¦dico de pel¨ªculas
Monte Hellman, cineasta americano con fama de maldito, presentar¨¢ en el Festival de Barcelona dos de sus pel¨ªculas. La primera de ellas, Cockfighter, realizada en 1974, nunca estrenada en Espa?a, sirve para alimentar esa imagen de marginal perseguido por la fortuna; la segunda, Better watch out!, nos presenta otra faceta de Hellman, la del ¨²ltimo defensor de la llamada serie B, un Hellman."Better watch out! es, la tercera entrega de Silent night, deadly night", explica Hellman, "una pel¨ªcula con un asesino disfrazado de Pap¨¢ Noel. Cuando el productor me propuso dirigirla acept¨¦ s¨®lo porque ¨¦l es mi amigo y puse como condici¨®n el firmarla con seud¨®nimo. Luego, una vez empec¨¦ a trabajar en el proyecto, consegu¨ª hac¨¦rmelo m¨ªo. He aprendido a apropiarme de historias que en principio me son muy ajenas. S¨®lo as¨ª puedes rodarlas. Ahora estoy orgulloso del filme, creo que es una extra?a mezcla entre una comedia de Howard Hawks y una cinta de terror de James Whale, una nueva versi¨®n de Frankenstein en la que se renueva la historia del tri¨¢ngulo amoroso".
La fotograf¨ªa de Better watch out! es del barcelon¨¦s Josep Maria Civit, que ya trabaj¨® con Hellman en su anterior pel¨ªcula, Iguana. "Josep Maria es un artista que no piensa en su fama, sino en la pel¨ªcula. No me gustan los filmes cuya imagen parece estar diciendo m¨ªrame, como si fuera el reclamo publicitario de la obra. Es algo que me molesta. Por ejemplo, Coppola a menudo cae en eso".
Al principio, Monte Hellman trabaj¨® para Roger Corman, que lo transform¨® de director de teatro en cineasta. "Corman financiaba los espect¨¢culos teatrales que montaba hasta que convirtieron nuestro local en un cine. Fue entonces cuando ¨¦l me hizo ver que esa era la voz del Destino. En esa ¨¦poca hice cinco pel¨ªculas con Jack Nicholson, de quien soy amigo, colega y coguionista". Es el momento de Back Door To Hell, de la excelente Two Lane Blacktop, o de ese western minimalista titulado Ride in the Wirlwind. Luego su carrera como autor se adapta a nuevos condicionantes que le transforman en lo que denomina "un filme-doctor".
Esa etiqueta esconde un trabajo oculto, al servicio an¨®nimo de cineastas o productores que no consiguen llevar a cabo su trabajo de manera satisfactoria o en el tiempo previsto. "Soy un especialista que cura pel¨ªculas enfermas. Por ejemplo, tuve que acabar Avalancha Express, de Mark Robson, porque ¨¦l muri¨®. Jonathan Demme o Sam Peckinpah tambi¨¦n me han pedido que les montara determinadas,secuencias que ellos no lograban resolver.
Robocop es una cinta, que me propusieron pero para la que fu¨ª descartado posteriormente porque alguien dijo que no resolver¨ªa bien las secuencias de acci¨®n. M¨¢s tarde, en pleno rodaje, ante el hecho de que Paul Verhoeven no lograba respetar el calendario previsto, me llamaron para que rodase precisamente las secuencias de acci¨®n que Paul no tendr¨ªa tiempo de dirigir. Soy el hombre de confianza de varias productoras que, parad¨®jicamente, no confian en m¨ª cuando les presento un proyecto propio".
Cockfighter muestra con gran realismo el mundo de las peleas de gallos. "Es un docudrama, una versi¨®n de El campe¨®n o Junior Bonner situada la acci¨®n en ¨¦l mundo de las peleas de gallos, un mundo que la gente desconoce. El protagonista es alguien que ha sido muy famoso y est¨¢ en decadencia pero que, al final, logra recuperarse".
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