Pr¨¢cticas rastreras

Con motivo de tener que llevar a cabo una peque?a intervenci¨®n quir¨²rgica a una hija m¨ªa para corregir una malformaci¨®n cong¨¦nita en sus orejitas, me puse en contacto con un doctor especialista del cuadro m¨¦dico de la entidad aseguradora donde estamos encuadrados. El galeno en cuesti¨®n fij¨® la fecha de la intervenci¨®n, pero dos d¨ªas antes del se?alado me cit¨® a su consulta particular y me comunic¨® que antes de operar deb¨ªa pagarle la cantidad de 320.000 pesetas por sus honorarios. Seg¨²n un certificado que yo hab¨ªa presentado con anterioridad, mi entidad aseguradora se hac¨ªa cargo absolutamente. de todos los gastos de la intervenci¨®n por entrar la misma dentro de su obligaci¨®n m¨¦dica, y al recordarle esto al doctor, me dijo textualmente: "Es que los honorarios que fija su entidad aseguradora para esta clase de intervenciones son muy bajos y yo no me sujeto a ellos".Cada vez con mayor frecuencia se suceden estos hechos deplorables, y no solamente son cometidos por este colectivo de profesionales, sino que tambi¨¦n otros, anta?o tan respetables, han ca¨ªdo en pr¨¢cticas rastreras, cobrando por su trabajo exorbitantes honorarios extras, abusando as¨ª de la buena fe y de la ignorancia de sus derechos de las personas que por desgracia se tienen que poner en sus manos.

Pero l¨® m¨¢s grave y terror¨ªfico de esto es que no se pone coto a estos desmanes, ya que, aun en los casos en que se denuncian y quedan claramente demostrados, por quien tiene la obligaci¨®n, de castigar nada se hace. ?Nadie pide responsabilidades a nadie!

Hace poco le¨ª que este pa¨ªs va camino de convertirse en una rep¨²blica bananera. Yo creo que en lo que nos estamos convirtiendo es en una vulgar pandilla de chorizos.- Jes¨²s Rebolledo Torres.