M¨¢s de 100.000 mineros siberianos desaf¨ªan a Gorbachov con la huelga

El Gobierno sovi¨¦tico envi¨® ayer una delegaci¨®n a la regi¨®n siberiana de Kuzbas para tratar de paralizar la huelga de mineros que afecta ya a 110.000 trabajadores y se est¨¢ extendiendo a las minas de Ucrania, en donde los mineros pararon ayer en reivindicaci¨®n de autonom¨ªa local en la toma de decisiones. El Kremilin se muestra impotente para atajar el conflicto. Una anterior delegaci¨®n, presidida por el ministro del Carb¨®n, Mijail Shadov, fracas¨® el domingo en su intento negociador.

Los mineros de Kuzbas, una de las dos grandes zonas carbon¨ªferas de la URSS, con una producci¨®n de unos 150 millones de toneladas al a?o, se han organizado con gran eficacia. Han aparecido los primeros l¨ªderes, desconocidos hasta el momento, y los observadores empiezan a habla de una situaci¨®n similar a la de Polonia de 1981.V¨ªctor Medicov, diputado de esta regi¨®n siberiana, expuso en el Parlamento sovi¨¦tico las reivindicaciones pol¨ªticas de los mineros en huelga y pidi¨® que se celebren elecciones locales lo antes posible. El dirigente sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, y el primer ministro, Nikolai Rizhkov, enviaron el domingo a los mineros un mensaje de conciliaci¨®n, seg¨²n declar¨® Rizhkov en la sesi¨®n parlamentaria. Seg¨²n informaciones de Izvestia, Mosc¨² no ha podido evitar la formaci¨®n del comit¨¦ de huelga en toda la regi¨®n de Kuzbas, y la situaci¨®n es de extremada tensi¨®n, seg¨²n Pravda.

Mientras la huelga se extiende a otras regiones de la URSS, las autoridades sovi¨¦ticas han reconocido tambi¨¦n su impotencia para controlar el conflicto ¨¦tnico entre georgianos y abjasos, que se han cobrado durante el pasado fin de semana 14 muertos en Sujumi, capital de la Rep¨²blica, Aut¨®noma Sovi¨¦tica de Abjasia, dependiente de Georgia.

El ministro del Interior sovi¨¦tico declar¨® que la violencia se extiende a otras zonas de la rep¨²blica, que se han enviado tropas a la zona y confiscado centenares de armas.

Abjasia quiere dejar de estar subordinada a Georgia, y esta reivindicaci¨®n, formulada expl¨ªcitamente el pasado mes de mar zo, choca con la oposici¨®n georgiana. Las diferencias sobre la apertura en Sujumi de una filial de la universidad de Tiflis fueron la chispa del ¨²ltimo estallido de violencia.

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