Juan Antonio Rubio, f¨ªsico de altas energ¨ªas
Encargado de uno de los equipos que han instalado el mayor acelerador de part¨ªculas del mundo
Juan Antonio Rubio es uno de los primeros f¨ªsicos experimentales en altas energ¨ªas que hubo en Espa?a. A principios de 1987, Rubio, coincidiendo con la llegada de un nuevo equipo directivo, sali¨® con cierta precipitaci¨®n de la antigua Junta de Energ¨ªa Nuclear (donde hab¨ªa ingresado como becario en 1970 y donde hab¨ªa llegado a ser director de investigaci¨®n b¨¢sica) para volver a la Organizaci¨®n Europea para la Investigaci¨®n Nuclear (CERN), escenario de su tesis doctoral casi 20 a?os antes.
Aparte de su actividad cient¨ªfica -"modestamente seria", seg¨²n sus palabras-, Rubio, madrile?o, de 45 a?os, tiene en su curr¨ªculo otras actividades relacionadas: coordin¨® la nueva adhesi¨®n de Espa?a a la CERN en 1982 (de la que se hab¨ªa retirado en 1968) y particip¨® en la redacci¨®n del plan movilizador de fisica de altas energ¨ªas (1984). Encargado de uno de los equipos que han puesto a punto el mayor acelerador de part¨ªculas del mundo, el LEP, Rubio trabaja rodeado de premios Nobel. Pero no se ha limitado en estos a?os a su labor cient¨ªfica, sino que ha intentado tambi¨¦n fomentar la conexi¨®n de la industria y la comunidad cient¨ªfica espa?olas con este gran centro de investigaci¨®n europeo. Ahora, con el LEP ya en pruebas, Rubio sue?a con otro proyecto: construir un peque?o acelerador en Espa?a. Pregunta. Sus actividades en la CERN no se limitan a su trabajo cient¨ªfico y de organizaci¨®n en el LEP.
Respuesta. Pues no, y hay una raz¨®n ¨¦tica. Espa?a est¨¢ poniendo mucho dinero en la CERN, y el ciudadano espa?ol tiene derecho a obtener retornos importantes, y no s¨®lo desde el punto de vista cient¨ªfico, que eso est¨¢ claro, porque se trata de un centro de ciencia b¨¢sica de primera fila, sino tambi¨¦n en el d¨ªa a d¨ªa, en los beneficios industriales. Por eso yo ayudo lo que puedo a que la industria espa?ola est¨¦ bien conectada con la CERN. De hecho, el primer programa conjunto de colaboraci¨®n conjunta entre la CERN y empresas espa?olas para la construcci¨®n de imanes superconductores, que se firm¨® en junio pasado, lo he planteado yo, y al final ha salido bien. Tambi¨¦n hay una raz¨®n de planteamiento. La defensa est¨¢ dejando de ser la principal fuente de tecnolog¨ªa puntera y siendo reemplazada por los programas de big science [ciencia a lo grande]. Difundirlos en Espa?a es vital para su supervivencia.
"Mi ¨²nico capricho"
P. ?Cu¨¢l es el motivo de su dedicaci¨®n a la f¨ªsica de altas energ¨ªas, que pr¨¢cticamente no exist¨ªa en Espa?a? R. Creo que siempre hay una parte de azar. A m¨ª me gustaba la flisica porque intenta interpretar sucesos del mundo que nos rodea, que nos son ajenos, reproduci¨¦ndolos. Esa especie de absolutismo interpretativo de la f¨ªsica me satisfac¨ªa, y por eso entr¨¦ en la carrera, aunque tampoco pensara que era el horizonte de mi vida. Especializarme en fisica de altas energ¨ªas fue mucho m¨¢s vocacional, porque lo que me interesaba era la interpretaci¨®n de los fen¨®menos fundamentales. Un fen¨®meno real es una especie de acumulaci¨®n de interpretacio nes fundamentales.
P. ?Ha tenido posibilidades de dejar la investigaci¨®n para ganar m¨¢s dinero en otros sitios?
R. S¨ª, bastante veces. Pero no lo he hecho porque, en el fondo uno se adapta a la situaci¨®n econ¨®mica que quiere. Lo importante es poder sobrevivir. Ahora que gano m¨¢s dinero me he permitido un capricho, un Mercedes deseapotable.
[El Mercedes de Rubio es famoso entre los espa?oles que trabajan en o visitan la CERN en Ginebra, y que han sufrido en al g¨²n momento la sensaci¨®n de despegar del suelo cuando su propietario le pisa a fondo.]
P. ?Ha cambiado la f¨ªsica des de que usted empez¨®?
R. Parafraseando a Neruda, la vida ha cambiado y mi f¨ªsica ha cambiado. Antes, en los experimentos, trabaj¨¢bamos tres cient¨ªficos; ahora, cualquier experimento supone un desarrollo tecnologico tremendo. Son instalaciones que cuestan mucho dinero, implican tecnolog¨ªas muy complicada e involucran a much¨ªsimos cient¨ªficos y t¨¦cnicos. Se ha convertido en una actividad medio cient¨ªfica, medio empresarial. Es inevitable cambiar y la investigaci¨®n ha perdido su pureza. Me queda la nostalgia de lo, que es el trabajo cient¨ªfico directo, donde lo que obtienes, aunque sea poco, es tuyo. Ahora te tiras ocho a?os haciendo un instrumento, tomando datos, y publicas cinco o seis art¨ªculos muy importantes, pero todo est¨¢ diluido con la aportaci¨®n de centenares de cient¨ªficos e ingenieros.
P. ?C¨®mo era la situaci¨®n en Espa?a?
R. En Espa?a no hab¨ªa pr¨¢cticamente nadie en f¨ªsica de part¨ªculas, excepto Antonio Lloret, que luego se march¨®, y un matrimonio, formado por una nieta de Unamuno y su marido, que me ense?aron lo agradable que es trabajar en equipo, y que tambi¨¦n se marcharon fuera cuando Espa?a se sali¨® de la CERN.
P. ?Por qu¨¦ no se march¨® usted?
R. Yo fui a hacer mi tesis doctoral en la CERN en 1969. All¨ª, en Ginebra, nacieron mis dos hijos. Pero yo siempre me he guiado por dos intereses: hacer una buena investigaci¨®n y hacerla en mi pa¨ªs, no porque sea provinciano, sino porque creo que hay que echar una mano para que se desarrolle la ciencia. En Espa?a, la f¨ªsica ha estado peor que ahora, pero sigue sin estar bien, especialmente la f¨ªsica experimental frente a la te¨®rica. Est¨¢ muy descompensado. De forma que desde mis sucesivos puestos en la Junta de Energ¨ªa Nuclear me rode¨¦ de j¨®venes brillantes, les busqu¨¦ sitio en el extranjero, y luego he procurado, y logrado, que vuelvan pr¨¢cticamente todos a puestos decentes.
P. ?Cu¨¢ndo empezar¨¢n a producirse resultados en el nuevo acelerador LEP?
R. Despu¨¦s de las pruebas que ya se han iniciado, empezamos este mes a hacer tomas de datos de los experimentos y ver las posibles aver¨ªas en los detectores. En octubre tomaremos datos durante tres meses seguidos para empezar a analizar la f¨ªsica, y espero que a finales de noviembre el acelerador est¨¦ en funcionamiento pleno.
P. ?Se esperan sorpresas?
R. Indicios cient¨ªficos puede haberlos en octubre o noviembre, pero todo eso habr¨¢ que comprobarlo muy bien, ya que los detectores son muy nuevos. No creo que se pueda hacer p¨²blico nada importante, si es que lo hay, antes de marzo.
Medidas de seguridad
P. ?Representa alg¨²n peligro de radiaci¨®n o de explosi¨®n el acelerador? R. Los haces de part¨ªculas, electrones y positrones que circulan en sentido contrario se cruzan 10.000 veces por segundo, pero s¨®lo interaccionan entre 1 y 10 veces por segundo. En estas interacciones, cuando las energ¨ªas de positr¨®n y electr¨®n se suman, hay un momento infinitesimal en que la densidad energ¨¦tica es muy grande, pero en seguida se transforma en masa, en nuevas part¨ªculas con una cierta energ¨ªa cin¨¦tica [velocidad]. No pasa nada, son muy pocas part¨ªculas las que interaccionan. Es verdad que el haz que circula por el t¨²nel, si se desv¨ªa y te da f¨ªsicamente, te atraviesa, te hace da?o, por la radiaci¨®n que supone, pero el t¨²nel se encuentra totalmente cerrado y hay grandes medidas de seguridad. Hay otro tipo de radiaci¨®n, los fotones, que tambi¨¦n hace da?o s¨ª te expones permanentemente a ella.
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