Pilar Mir¨®: "El convenio de cine entre Cultura y RTVE es una parodia"

Pilar Mir¨® piensa que el convenio de 12.000 millones de pesetas sobre cinematograf¨ªa firmado a finales de julio pasado entre el ministro de Cultura, Jorge Sempr¨²n, y el actual director general de Radiotelevisi¨®n Espa?ola (RTVE), Luis Solana, "es una parodia, con un reflejo espectacular en la opini¨®n p¨²blica, sobre un dinero y unas bases que ya exist¨ªan".

Dicho convenio supone la inversi¨®n por parte de TVE de 12.000 millones de pesetas en la producci¨®n de audiovisuales de ficci¨®n -pel¨ªculas, series y telefilmes- durante 1990. Mir¨® dice que en el presupuesto que ella dej¨® para 1989 hab¨ªa 14.000 millones destinados a producci¨®n ajena, "es decir, derechos de antena, largometrajes, series de ficci¨®n y documentales". De ah¨ª que crea que la parodia consiste "en firmar un convenio sobre un dinero y unas bases que ya existen, al mismo tiempo que se est¨¢n parando en TVE diversos proyectos aprobados con la excusa de que yo dej¨¦ un excesivo volumen producci¨®n en marcha que ahora dicen que resulta dificil de controlar". Respecto a su decreto de protecci¨®n del cine espa?ol de 1983, cuyo cambio, el llamado decreto Sempr¨²n, se est¨¢ tramitando con el impulso del titular de Cultura, Pilar Mir¨® afirma que existe una corriente de opini¨®n tendente a presentar al colectivo que realiza cine en Espa?a, y en especial a los productores, como a una panda de mangantes". En opini¨®n de Mir¨® esa corriente es alentada desde el Gobierno mediante declaraciones como las de Sempr¨²n cuando dice que se vac¨ªan las arcas o que los productores no arriesgan.

"El arribiente de opini¨®n que se respira", dice, "es que el coleclivo cinematogr¨¢fico est¨¢ formado por personas incompetentes, que ruedan pel¨ªculas que no interesan, y por empresarios que enga?an. Con lo cual, ?a qu¨¦ banco le puede interesar ofrecer cr¨¦ditos blandos a esta panda de delincuentes? ?C¨®mo se vende esta industria seg¨²n la est¨¢n definiendo? ?Y a qui¨¦n?"

En este sentido, es tajante al decir que si entra en vigor el decreto Sempr¨²n "no se har¨¢ cine, o habr¨¢ un cine desvirtuado, de bajo coste, como antes del 83, y un m¨ªnimo de productores se las ingeniar¨¢n para sacar proyectos adelante. Yo creo que el cine de un pa¨ªs no se debe hacer as¨ª, y tambi¨¦n creo que Sempr¨²n no conoce el cine que se hac¨ªa antes de 1983". Mir¨® dice que el decreto de 1983 es mejorable, "pero esa posible mejora de un asunto tan complejo se est¨¢ realizando de forma lamentable". Sin citar el decreto Sempr¨²n, afirma que "no se pueden aplicar normas duras de financiaci¨®n cuando no se solucina la dureza de la amortizaci¨®n. Tampoco se puede controlar r¨ªgidamente a esa especie de ser repugnente en que se ha convertido el productor sin hacerlo tambi¨¦n a quien se beneficia de la producci¨®n, el exhibidor-distri-buidor de un mercado antes centrado en las salas y ahora en el v¨ªdeo".

El riesgo

Decir que el productor no arriesga al emprender un proyecto utiliza un argumento falaz, seg¨²n Pilar Mir¨®: "Una pel¨ªcula es un riesgo siempre, y si alguien dice que Borau,Trueba, Colomo, Armi?¨¢n, Mart¨ªnez L¨¢zaro, Garc¨ªa S¨¢nchez, Mart¨ªn Patino, Almod¨®var o yo misma, en cuanto que productores de nuestras pel¨ªculas, no hemos arriesgado, es que no conocen la industria ni la legislaci¨®n por ahora vigente. Una etapa que es en la que menos se ha enga?ado a la Administraci¨®n porque ha habido un control exhaustivo en todos los proyectos". La ex directora general de cine, y de RTVE, volver¨¢ a su oficio de cineasta con una pel¨ªcula basada en El temblor de la falsificaci¨®n, de Patricia Highsmith. Pilar Mir¨® insiste en que el sector cinematogr¨¢fico no le ha interesado a nadie en Espa?a. "?Qu¨¦ son las dos o tres mil personas que lo componemos? ?De verdad merece tanto la pena hablar de esos 2.500 millones anuales del fondo de protecci¨®n al cine, cuando en Europa con ellos se hacen como m¨¢ximo diez pel¨ªculas".

Cree Pilar Mir¨® que todos los gobiernos europeos con una m¨ªnima visi¨®n de futuro, y a los que les preocupa la cultura y la imagen de su pa¨ªs (y cita a Mitterrand), apoyan al m¨¢ximo la industria audiovisual. Hacia eso debe tenderse, en su opini¨®n, porque es preciso "superar la inferioridad de condiciones del cine espa?ol con respecto a la industria europea y al cine norteamericano en versi¨®n doblada".