Chaparr¨®n
La Xunta de Galicia ha recomendado a los peregrinos que recen para que no llueva durante la visita del Papa a Compostela. Maldita gracia. Como si el Santo Padre se fuera a hacer una idea fidedigna de la ciudad sin un poco de lluvia. Tantos a?os machacando las orejas de los visitantes con el se?uelo de que en Santiago Ia lluvia es arte" para ahora desafiar a Dios y a la meteorolog¨ªa reclamando una oraci¨®n para que se repriman los cielos.Si lloviera ser¨ªa un designio del Alt¨ªsimo, ya que "ni un solo pelo se desprende de la m¨¢s diminuta criatura sin la venia del Sumo Hacedor". ?Qu¨¦ pretenden estos seglares metidos a monaguillos pidiendo a los ciudadanos de a pie que recen para que la lluvia no salpique el papam¨®vil, para que las gotas no impriman sus dedos ligeros sobre sotanas y casullas? Pero si no hay mejor bendici¨®n para aplacar el fuego del infierno que devora los bosques de Galicia que esa lluvia, agua bendita. Bendita lluvia.
En Galicia, la lluvia fundamenta mejor que nada la existencia. La lluvia reblandece las ideolog¨ªas y los huesos. En ese concilio de humedades no hay forma de creer definitivamente en nada. En medio de la niebla, Dios y las meigas se dan la mano. Pero la Xunta de Galicia, renegando de su misi¨®n pol¨ªtica y antropol¨®gica, ha bordeado la apostas¨ªa. Que Dios los coja confesados.
Cuando se pone a la Divina Providencia en la tesitura de tener que elegir entre el aguacero y la sequ¨ªa, uno est¨¢ jugando con fuego sagrado. Porque, si llueve, ?pensar¨¢n acaso que a Yav¨¦ no te placieron las preces? Y si el cielo permanece despejado, ?probar¨¢ ese signo celeste que al Se?or le satisface el circo de Wojtyla? No tentemos a la atm¨®sfera y al m¨¢ximo rector de la meteorolog¨ªa.
Despu¨¦s de todo, parece que la lluvia est¨¢ asomando su jeta oscura por el pretil del monte del Gozo, all¨ª donde los j¨®venes iban a cantarle al vicario de Cristo sus penas. La doctrina, con lluvia entra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.