Cogida de Pascual Mezquita

ENVIADO ESPECIALPascual Mezquita sufri¨® una voltereta cuando iniciaba un pase de pecho en el quinto toro y aunque estaba herido, la sangre empap¨¢ndole la media, continu¨® toreando. Un detalle de pundonor, que se uni¨® a la torer¨ªa demostrada en ese toro, cuando al principio de la faena lig¨® dos tandas de naturales.

Ligar dos tandas de naturales -hasta una sola tanda de naturales-, no se crea que es cuesti¨®n balad¨ª. No en esta feria de Bilbao.

Ligar dos tandas de naturales en esta feria de Bilbao, tal como est¨¢n las cosas, constituye toda una proeza. La afici¨®n ni se lo pod¨ªa creer. Menos se pod¨ªa creer que lo hiciera Pascual Mezquita, el torero modesto del abono, y alguno le dec¨ªa al de al lado que le pellizcara, lo que no era comprendido por el de al lado en sus justos t¨¦rminos y le respond¨ªa: "?Que yo soy de Corella!"

De cualquier forma los naturales de Pascual Mezquita no pudieron tener continuidad, porque el toro era un inv¨¢lido y se tumbaba a poco que le bajara la muleta.

O sin baj¨¢rsela. Cuando tom¨® el pase de pecho aquel, el toro inv¨¢lido tumb¨®n acudi¨® despacio, derechito a la pierna, y Pascual Mezquita, en vez de retirarla, aguant¨® el acos¨®n, para su mal.

Pascual Mezquita quiz¨¢ aguant¨® tanto para borrar del recuerdo su actuaci¨®n anterior, que hab¨ªa sido muy precavida y destemplada. El toro tambi¨¦n sufr¨ªa tumbona invalidez -igual que todos- pero no justificaba tantas desconfianzas y tantos zamarreos de muleta. Le pit¨® el p¨²blico por eso.

La pitada es una de las novedades del serial bilba¨ªno, en el que hay pocos pitos y muchas palmas. La gente pita poco pues ya empieza a creer que la fiesta es as¨ª de miserable. La gente apenas tiene ocasi¨®n de ver tandas de naturales ligados (se estren¨® ayer con Mezquita) y en cambio se est¨¢ acostumbrando a los toros inv¨¢lidos, a la desaparici¨®n del tercio de varas, a los cites largos, a los muletaz,.)s cortos, a que el arte de torear consista en empalmar pases de pecho, dos mejor que uno. ?Dos mejor que uno, oigaaa!

Acaso el arte de torear no puede ser otro que empalmar pases de pecho -?Dos mejor que uno, oigaaa!- con toros inv¨¢lidos. Y quien no haga esa faena, se equivoca. Por ejemplo, Pascual Mezquita.

En cambio Ruiz Miguel, que posee escuela exclusiva, emple¨® sus recursos habituales para robarles pases a los toros inv¨¢lidos. Es decir, que present¨® muleta, hurt¨® cuerpo, regate¨® ¨¢gil, y en el cuarto, instrument¨® el pase circular en la suerte contraria, provocando que el toro embistiera igual que si le diesen naturales pero, des de luego, no eran naturales, y entonces la pregunta es por qu¨¦ diantre no daba naturales. Un problema a resolver por eruditos en la materia.

Boni hubo de abreviar con su primer inv¨¢lido, al otro le sac¨® unos derechazos alargando el brazo y pues estaba a¨²n m¨¢s inv¨¢lido, abrevi¨® igualmente, ahora endilgando un bajovazo junto a la pata, que es la nueva forma de matar toros inv¨¢lidos.

Como el toro cada vez se parece m¨¢s al burro, deber¨ªan investigar si ha entrado en Bilbao la peste burrina. No ser¨ªa de extra?ar, con tanto inv¨¢lido toda la feria, cada tarde, y van siete.

Parte facultativo

Pascual Mezquita fue intervenido en la enfermer¨ªa de herida de 6 cent¨ªmetros en el tercio medio de la pierna derecha, que afecta a los m¨²sculos gemelos, con rotura de safena interna. Pron¨®stico reservado. Fue trasladado al hospital de Cruces, de Baracaldo.