La primera Escuela de Viena

En programa patrocinado por el Banco Santander se present¨® el martes en la plaza Porticada la Orquesta Escocesa de C¨¢mara, dirigida por el salzburgu¨¦s Leopold Hager, y con Alicia de Larrocha como solista en el primer concierto de Beethoven.La formaci¨®n tiene su sede en Edimburgo, pero su trabajo se extiende a todo el Reino Unido, y son frecuentes sus salidas al extranjero. No es de extra?ar, pues se trata de un magn¨ªfico grupo de tipo cl¨¢sico vien¨¦s que aborda el repertorio sinf¨®nico de Hadyn, Mozart o Beethoven con esp¨ªritu voluntarioso y af¨¢n de perfecci¨®n, como si de muestra cuartet¨ªstica se tratara. De Hager hay que subrayar ante todo su buen criterio musical y el refinamiento de su estilo: conduce cada obra en todas sus l¨ªneas con vitalidad y precisa acentuaci¨®n, traza los arcos mel¨®dicos con fraseo bien cantado y perfecta din¨¢mica y construye la forma general desde un cuidado an¨¢lisis de los microelementos que la estructuran. Sobre todo nos expone esta m¨²sica triunfadora en el tiempo y el entorno, confluida y convincente en naturalidad.

As¨ª, la sinfon¨ªa Praga de Mozart, la infrecuente sinfon¨ªa Laud¨®n o el Concierto en do mayor de Beethoven para piano y orquesta. Nuestra pianista Alicia de la Rocha hizo una excelente versi¨®n de esta obra.

La apasionada int¨¦rprete de otros autores, la brillante vence dora de la Iberia de Alb¨¦niz, la menuda y fuerte expositora de Rachmaninov, pleg¨® los varios recursos de su estilo a lo que el concierto demanda: serenidad, intensidad expresiva y a¨¦rea vivacidad, matices fundamentales de cada uno de los tres movimientos, cuya unidad decide el pensamiento del joven Beethoven, que todav¨ªa no sobrepasa los l¨ªmites de lo cl¨¢sico-vien¨¦s.

Con gran delicadeza sonora, n¨ªtida claridad de juego y un ¨¢nimo entre alegre y melanc¨®lico, La Rocha hizo, como tantas otras veces, alta m¨²sica y no menos alto magisterio. No son la misma cosa, pues hay int¨¦rpretes, incluso de grand¨ªsima categor¨ªa, cuyo trabajo no nos llega con ese aire de ejemplaridad que emana del de Alicia de Larrocha. Fue extraordinariamente aplaudida en uni¨®n de la Orquesta Escocesa y el director Hager.