Ingmar Bergman
Seguir creando despu¨¦s de retirarse
Pocas vidas pueden ostentar una fecundidad creadora y un compromiso tan indeclinable con el arte y con la vida como el cineasta sueco Ingmar Bergman. Cincuenta pel¨ªculas, seis matrimonios, ocho hijos, varios nietos y una larga lista de memorables recreaciones del repertorio del teatro universal constituyen la m¨¢s categ¨®rica respuesta al desafio m¨¢s exigente como para hacerse acreedor al "reposo del guerrero".Cuando hace ya seis a?os anunci¨® que Fanny y Alexander -broche de oro de una carrera estelar- ser¨ªa su ¨²ltimo filme, muchos pensaron, no sin pena, que hab¨ªa llegado ese momento. Sin duda se equivocaron. Despu¨¦s de ese anuncio sigui¨® en el Dramaten cosechando triunfos con Shakespeare, Strindberg, Eur¨ªpides; viajando a distintos pa¨ªses a recibir galardones, y tuvo tiempo adem¨¢s de escribir Linterna m¨¢gica, una visi¨®n descarnada y sin concesiones de su propia vida.
Cualquier suceso, personal o art¨ªstico, que le concierne es de inmediato noticia, m¨¢s que en Suecia, en el exterior. En los ¨²ltimos d¨ªas, dos hechos -dis¨ªmiles en su contenido, pero con ¨¦l como protagonista- han vuelto a poner su nombre a circular por el mundo. Uno es el juicio que se ventila en un tribunal de Estocolmo, por el que el cineasta ha demandado a un diario sueco en la suma de una corona (algo m¨¢s de 18 pesetas) por haber publicado sin su autorizaci¨®n, ni la de la editorial que hab¨ªa obtenido los derechos, un art¨ªculo referido a sus memorias cuando ¨¦stas a¨²n no hab¨ªan aparecido, en el que se revelaban detalles que evidenciaban haber tenido acceso al manuscrito. La editorial afectada, que a su vez hab¨ªa comprometido la venta de algunos de los cap¨ªtulos a otra publicaci¨®n, acus¨® a los confidentes de "haber robado una copia del manuscrito" y ahora exige como reparaci¨®n una suma, algo menos simb¨®lica como son 150.000 coronas (algo m¨¢s de 2,7 millones de pesetas).
Pocos d¨ªas atr¨¢s fue el propio Bergman quien formul¨® el anuncio del otro hecho, sin duda m¨¢s importante. La filmaci¨®n pr¨®xima de la mayor producci¨®n realizada en la historia de la televisi¨®n sueca sobre un manuscrito de su autor¨ªa- que recoge un per¨ªodo de la vida de sus padres. Den goda viljan es el t¨ªtulo en sueco, que puede traducirse libremente como Las buenas intenciones, y ser¨¢ presentado en cuatro cap¨ªtulos de 90 minutos de duraci¨®n cada uno. Sonriente y distendido, sin el bast¨®n que una afecci¨®n en una pierna le hab¨ªa obligado a llevar en los ¨²ltimos tiempos, Bergman dijo que luego de haber escrito Linterna m¨¢gica, en la que no hab¨ªa tenido oportunidad de dedicarse especialmente a sus padres, le hab¨ªa empezado a tentar la idea de escribir sobre ellos. El fruto de esa tentaci¨®n fue un manuscrito que termin¨® el verano pasado. "Ahora que mis padres han muerto", dijo el cineasta, "me arrepiento de no haber intentado un acercamiento mayor, de haber sabido m¨¢s sobre ellos".
No se trata de una serie documental, sino de la recreaci¨®n del per¨ªodo que va desde el a?o 1909, cuando sus padres se encontraron por primera vez, hasta 1918, cuando nace el autor. Ingmar Bergman no incumple con esta obra su determinaci¨®n de que Fanny y Alexander ser¨ªa su ¨²ltima pel¨ªcula, ya que el elegido para dirigirla es Ville August, el director dan¨¦s que salt¨® a la fama con Pelle el conquistador.
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