Un 10
Un 10, de entrada y sin posible discusi¨®n. Esa es la calificaci¨®n que merece el espect¨¢culo presentado por Eurythmis en Barcelona. Fue un concierto de los que marcan precedentes, uno de los mejores que han pisado estos escenarios en muchos a?os. Eurythmis, y en especial Annie Lennox, se lo han puesto muy dif¨ªcil a los nombres de campanillas, Stones incluidos, que ya han anunciado su visita.Annie Lennox es un aut¨¦ntico monstruo de escenario, de esos que s¨®lo aparecen un par, o menos, en cada d¨¦cada. S¨®lo con salir y clavar su mirada en el p¨²blico tendr¨ªa solucionada la faena, pero la escocesa adem¨¢s de estar, canta, baila y esgrime sin pudor una de las m¨¢s agresivas e hipn¨®ticas personalidades del show bussines. Imposible no rendirse ante la fuerza felina y tormentosa de su voz, que puede pasar de las m¨¢s acariciantes y penetrantes baladas folky, en d¨²o con la guitarra ac¨²stica de Stewart, a los ritmos soul m¨¢s apabullantes. La Lennox posee una de las voces m¨¢s potentes y matizables de la escena del pop-rock y, adem¨¢s, sabe dosificarla y sacarle el m¨¢ximo de partido.
Eurythmics
Annie Lennox, voz; Dave Stewart, guitarra; Pat Seymour, teclados; Chicho Merchan, bajo; Olle Romo, bater¨ªa; Charles Kent y Joniec Dorrathea, coros. Barcelona, Palacio de los Deportes, 30 de septiembre
Haciendo alarde de su potencialidad camale¨®nica, uno de sus m¨¢ximos atractivos, Annie Lennox apareci¨® con un vestido fucsia y una gran chaqueta blanca, un toque de parad¨®jica sofisticaci¨®n para el ritmo aplastante que marc¨® el inicio de su show. Luego su apariencia fue virando a medida que el concierto avanzaba hasta finalizar cercana y entra?able, pantal¨®n blanco, camiseta negra, gruesos tirantes y esa sonrisa enigm¨¢tica y paralizante que combina a la perfecci¨®n con su eterna mirada transparente.
Tras ella se situ¨® Dave Stewart, combinando la Stratocaster negra con un sinf¨ªn de guitarras ac¨²sticas de todos los colores y sonoridades. Stewart controla hasta los m¨ªnimos detalles, intercala alg¨²n solo de buena factura y, sobre todo, crea el m¨¢s s¨®lido de los backgrounds para que Lennox pueda subir hasta lo m¨¢s alto y estallar. Realmente una pareja explosiva, aut¨¦nticamente eurr¨ªtmica.
Completando la presencia de Lennox y Stewart, un peque?o pero s¨®lido grupo en el que destac¨® el omnipresente y seguro bajo de Chicho Merch¨¢n. Un punto que tambi¨¦n merece un comentario que m¨¢s que elogioso deber¨ªa ser entusi¨¢stico fue el dise?o esc¨¦nico. Un escenario sin espectacularidad en el que todo se centraba en una manipulaci¨®n fantasiosa de las luces.
Babelia
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