Los Reyes reducir¨¢n la visita a los campos de concentraci¨®n solicitada por las autoridades polacas

Los Reyes iniciar ma?ana su primer viaje a una Polonia en v¨ªas de democratizaci¨®n que incluye una visita a los campos de concentraci¨®n nazis de Auschwitz y de Birkenau. Con el fin de evitar malos ratos a la Reina, se limitar¨¢n a depositar coronas de flores al pie del Muro de la Muerte, del primero, y ante el Monumento Internacional del segundo, a pesar de que los organizadores polacos del viaje quer¨ªan que la visita fuera exhaustiva.

La decisi¨®n dio lugar a un tenso tira y afloja entre organizadores polacos y espa?oles del viaje, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas. Los Reyes pasar¨¢n el pr¨®ximo mi¨¦rcoles una hora entre los dos campos, pero, en contra de lo que hubiesen deseado los polacos, no ver¨¢n detenidamente ni las c¨¢maras de gas ni los hornos crematorios ni la pel¨ªcula sovi¨¦tica que recuerda el exterminio ni, sobre todo, el museo en cuyos escaparates se amontonan desde la ropa robada a los presos hasta los pendientes y muelas de oro que les arrancaban al bajarse del tren.La determinaci¨®n de la delegaci¨®n espa?ola, integrada por representantes de la Zarzuela, la Moncloa y Asuntos Exteriores, qued¨® reforzada por su propia visita al campo de concentraci¨®n. Ante los emisarios espa?oles, una turista suramericana de origen jud¨ªo perdi¨® el conocimiento a causa de la impresi¨®n que le caus¨® ese museo de los horrores nazis. Los polacos acabaron entendiendo la postura espa?ola y, finalmente, los Reyes pr¨¢cticamente se limitar¨¢n a depositar coronas de flores al pie del Muro de la Muerte, en Auschwitz, y ante el Monumento Internacional de Birkenau.

En ambos campos, distantes tan s¨®lo tres kil¨®metros, murieron entre 1941 y 1944 unos seis millones de personas. Un pu?ado de espa?oles republicanos falleci¨® all¨ª a causa del tristemente c¨¦lebre gas zyklon B.

Con su estancia de tres d¨ªas en Polonia, los Reyes pretenden manifestar el apoyo de Espa?a al proceso de democratizaci¨®n de este pa¨ªs, que, desde agosto, es el primer miembro del Pacto de Varsovia que cuenta con un primer ministro, Tadeusz Mazowiecki, que no es comunista. Al recibir a don Juan Carlos, Varsovia acoger¨¢ su primera visita de Estado desde el nombramiento de este intelectual cat¨®lico al frente del Gobierno. Ning¨²n jefe de Estado espa?ol ha viajado hasta ahora a Polonia, y la aplicaci¨®n de la ley marcial a partir de 1981 incit¨® a la diplomacia espa?ola a renunciar a proyectos de visita.

Adem¨¢s de las cenas y almuerzos con el presidente, Wojciech Jaruzelski, y Mazowiecki, don Juan Carlos tiene previsto recibir en audiencia el mi¨¦rcoles al l¨ªder del sindicato Solidaridad,Lech Walesa, al cardenal primado de la Iglesia polaca, monse?or Glemp, y al secretario general del partido comunista (PODUP), Mieczyslaw Rakowski. En recientes declaraciones a la agencia Efe, Walesa ha estimado que su pa¨ªs pod¨ªa inspirarse en el ejemplo de la transici¨®n democr¨¢tica espa?ola.

Pero, m¨¢s que consejos, lo que los polacos esperan de Madrid es ayuda econ¨®mica, un tema que apenas ser¨¢ evocado en las discusiones, en las que no participar¨¢ el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®nez, cuyo cansancio tras su operaci¨®n de julio le ha hecho desistir de acompa?ar a los Reyes. Le sustituir¨¢ el titular de Educaci¨®n, Javier Solana.