La colonizaci¨®n de la era moderna
Guerra entre pa¨ªses pobres y ricos en la primera 'cumbre' mundial de la comunicaci¨®n
M¨¢s de 1.000 representantes de 166 pa¨ªses ricos y pobres han debatido las implicaciones pol¨ªticas, jur¨ªdicas y tecnol¨®gicas de la explosi¨®n de los modernos medios electr¨®nicos de comunicaci¨®n, en esta reuni¨®n, patrocinada durante la semana del 2 al 8 de este mes por la Uni¨®n Internacional de Telecomunicaciones.Una idea ha predominado por encima de distintas posiciones encontradas: no pueden ponerse trabas a la libre circulaci¨®n de la comunicaci¨®n (entre otras razones, porque ya se ha extendido la tecnolog¨ªa capaz de superar cualquier control). Pero, al mismo tiempo, los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo han reclamado su derecho a que el flujo de contenidos de comunicaci¨®n sea cada vez m¨¢s equilibrado para no depender, casi en su totalidad, de las masivas producciones norteamericanas, japonesas o europeas.
El primer debate se plante¨® sobre la necesidad de transformar el concepto de "nuevo orden mundial de la informaci¨®n", que fue uno de los caballos de batalla y tambi¨¦n de conflicto internacional en los a?os ochenta en el seno de la Unesco. Pues bien, este concepto ser¨¢ revisado y transformado en otro de "libre circulaci¨®n y equilibrio de informaci¨®n", seg¨²n explic¨® Henri Lopes, director general adjunto y responsable del sector de la Cultura y de la Comunicaci¨®n de la Unesco. Lopes, en nombre del director general de este organismo, el espa?ol Federico Mayor Zaragoza, anunci¨® que una pr¨®xima sesi¨®n del consejo ejecutivo del organismo especializado de la ONU fomentar¨¢ la libre circulaci¨®n de informaci¨®n, propondr¨¢ una difusi¨®n equilibrada de la informaci¨®n y una b¨²squeda de medidas para que lo anterior se lleve a la pr¨¢ctica.
El directivo de la Unesco no ocult¨® la preocupaci¨®n por el papel que desempe?en los nuevos medios en los pa¨ªses pobres. "Es evidente", dijo, "que pueden tener las mejores pero tambi¨¦n las peores consecuencias". Y puso un ejemplo: "En muchos pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo no hay escuelas, pero el campesino tiene la radio, y en pocos a?os tendr¨¢ la televisi¨®n por sat¨¦lite".
Para el director general adjunto de la Unesco, los pa¨ªses pobres deben hacer frente, por lo menos, a dos retos: por una parte, la preponderancia de programas for¨¢neos, sobre todo de Estados Unidos y despu¨¦s de Europa y Jap¨®n, "que generalmente se basan en valores del materialismo en contradicci¨®n con los valores espirituales aut¨®ctonos", y por otra, la formaci¨®n de c¨¦lulas (hogares) electr¨®nicas, que hacen perder los v¨ªnculos sociales.
Abismo entre pa¨ªses
El secretario general de la ONU, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, se uni¨® a este debate a trav¨¦s de un mensaje televisado a esta primera cumbre mundial sobre comunicaci¨®n y manifest¨® su esperanza de que los nuevos medios ayuden a salvar las distancias entre pa¨ªses pobres y ricos, aunque se?al¨® que la capacidad de penetraci¨®n que tienen las telecomunicaciones ha hecho posible un mercado global que ha transformado los usos econ¨®micos y ha creado nuevas condiciones sociol¨®gicas y culturales.
Richard E. Butler, secretario general de la UIT, se?al¨® en una l¨ªnea probablemente m¨¢s occidentalista que el desarrollo de los medios electr¨®nicos ha marcado una tendencia muy clara hacia el comercio libre, abierto y competitivo en los niveles tecnol¨®gico, econ¨®mico y cultural.
Ministros y representantes de otros pa¨ªses, como Bahrain, Rep¨²blica Democr¨¢tica del Yemen, Nueva Zelanda y Rep¨²blica Centroafricana, se refirieron a los mismos problemas, pero quiz¨¢ quienes m¨¢s han acertado a poner el dedo en la llaga han sido, por una parte, Gervais Mendo Ze, director de la Radiotelevisi¨®n del Camer¨²n y director de la Uni¨®n de Radiodifusi¨®n y Televisi¨®n de ?frica (URTNA), y, por otra, Armando Vargas Araya, secretario general de la Uni¨®n Latinoamericana y del Caribe de Radiodifusi¨®n (ULCRA). "Se cre¨ªa", dijo Mendo Ze, "que los medios de comunicaci¨®n en general y los electr¨®nicos en particular iban a acelerar el desarrollo, o por lo menos lo iban a catalizar (...). Pero hoy podemos constatar que el camino hacia la tierra prometida por los medios y por su profeta Mac Luhan est¨¢ todav¨ªa muy lejos".
Seg¨²n Mendo Ze, los nuevos medios electr¨®nicos pueden ayudar eficazmente a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, "pero sucede que los equipos son muy caros y la tecnolog¨ªa experimenta un ritmo de desarrollo infernal que incluso dif¨ªcilmente es soportable para los pa¨ªses desarrollados. De esta manera, las nuevas tecnolog¨ªas pueden volverse contra nosotros y, gracias a la multiplicaci¨®n de los sat¨¦lites y a la democratizaci¨®n de los precios de los equipos receptores, las antenas parab¨®licas pueden considerarse como preludio de un nuevo colonialismo".
Intercambio y coproducci¨®n
Para el directivo de las televisiones africanas, las mejores armas que tienen estos pa¨ªses para defenderse es precisamente el intercambio de programas y la coproducci¨®n "de temas concebidos para nuestros p¨²blicos". "De lo contrario, estamos abocados a un proceso que los expertos occidentales han llamado, creo que con raz¨®n, aculturaci¨®n".
Armando Vargas Araya, secretario general de la Uni¨®n Latinoamericana y del Caribe de Radiodifusi¨®n, situ¨® el problema en su terreno: el 77% de los programas de televisi¨®n que importan los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina proviene de EEUU; de Europa s¨®lo se exporta el 4%, y el resto, de otros pa¨ªses. "Esto da una idea de la dependencia y colonizaci¨®n cultural a que se ve sometido aquel continente por parte del vecino del norte", coment¨®.
"En rigor", se?al¨® Vargas, "la radiodifusi¨®n latinoamericana no ha encontrado todav¨ªa un camino propicio, acorde con la integridad cultural y las ansias de emancipaci¨®n social, econ¨®mica y pol¨ªtica de los pueblos, y esto quiz¨¢ tenga que ver con el hecho de que en Am¨¦rica Latina el 89,5% de la radio y el 79,2% de la televisi¨®n se encuentra en el sector privado-comercial". A¨²n as¨ª, la radio refleja mejor, en opini¨®n de Vargas, las realidades y los problemas de esta sociedad, aunque su alto ¨ªndice de penetraci¨®n (el 99% de los hogares) es a menudo subestimado por los planificadores del desarrollo, los educadores y los anunciantes.
La relaci¨®n de la industria cultural norteamericana no se circunscribe ¨²nicamente al suministro de programas, "sino tambi¨¦n a una imbricaci¨®n gen¨¦tica m¨¢s compleja gracias a la cual la industria norteamericana ha participado en la instalaci¨®n tecnol¨®gica del sistema audiovisual. As¨ª, casi todos los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina utilizan el sistema norteamericano NTSC de transmisi¨®n crom¨¢tica, excepto Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina".
El otro gran tema que ayuda, seg¨²n Vargas, a la desfiguraci¨®n cultural de Am¨¦rica Latina es el de la producci¨®n. "A trav¨¦s de la televisi¨®n, la regi¨®n importa cinco veces m¨¢s bienes culturales que los que exporta (se sit¨²a detr¨¢s de ?frica, que importa 33 veces m¨¢s bienes culturales que los que exporta). Esto es as¨ª, entre otras cosas, debido al coste de las producciones".
"La respuesta", a?adi¨® Vargas, "debe venir a trav¨¦s de las coproducciones de esta regi¨®n que permitan superar el tr¨¢fico unidireccional. Si la libre circulaci¨®n es irrenunciable, esa circulaci¨®n debe ser igualmente pluridireccional".
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