Si ladra, viene un terremoto
Los animales reaccionan con anticipaci¨®n cuando se avecina un movimiento s¨ªsmico
El comportamiento an¨®malo de los animales en v¨ªsperas de un movimiento s¨ªsmico puede servir como un signo de detecci¨®n de terremotos, seg¨²n el ge¨®logo californiano Jim Berkland. El terremoto del pasado domingo en Argelia, con un balance provisional de 30 muertos y 300 heridos, y los registrados en China y Jap¨®n menos de dos semanas despu¨¦s del se¨ªsmo que conmovi¨® a la poblaci¨®n de San Francisco siguen haciendo necesarios unos sistemas de detecci¨®n alternativos a los basados en la ciencia y que han demostrado ser poco eficaces.
Jim Berkland, ge¨®logo, funcionario del condado californiano de Santa Clara y adivino aficionado, public¨® el 13 de octubre en un peri¨®dico local que entre los d¨ªas 14 y 21 del mismo mes habr¨ªa un terremoto en la zona de San Francisco de una intensidad menor que el que efectivamente sobrevino en esta ciudad en la madrugada del d¨ªa 17. Hace apenas 10 d¨ªas, una vez m¨¢s, Berkland anunci¨® que el norte de California temblar¨¢ de nuevo, pero con m¨¢s intensidad, entre el 11 y el 18 de noviembre.A ra¨ªz de tales augurios, Berkland se convirti¨® en la persona m¨¢s solicitada por los medios de comunicaci¨®n estadounidenses. Pero, a cambio, el brujo fue suspendido de empleo y sueldo por sus superiores, que alegan que "sus funciones como ge¨®logo son incompatibles con su hobby de adivino", y que "sus predicciones s¨®lo sirven para causar temor en la poblaci¨®n".
Berkland explic¨® que hab¨ªa deducido que el terremoto se aproximaba debido al efecto gravitatorio del Sol y de la Luna, as¨ª como al movimiento de las mareas, las m¨¢s altas en nueve a?os, y a la gran cantidad de perros y gatos que huyeron de sus hogares en los d¨ªas previos a la cat¨¢strofe de San Francisco. (Las sociedades protectoras de animales recibieron numerosas llamadas de los propietarios denunciando la desaparici¨®n de sus animales dom¨¦sticos.)
Russ Evans, miembro de la British Geological Survey de Edimburgo (Escocia), reconoce que en el umbral del siglo XXI, y a pesar de todos los avances de la ciencia y la tecnolog¨ªa, se sabe poco o casi nada para predecir la aparici¨®n de terremotos.
Hipersensibilidad
Los expertos han admitido su ignorancia, relativa a la base cient¨ªfica del comportamiento de los animales antes de ocurrir un terremoto. Ellos, observando que tales movimientos s¨ªsmicos no son detectados por los sistemas electr¨®nicos m¨¢s sensitivos y avanzados, tuvieron, sin embargo, que aceptar la coincidencia de los comportamientos extra?os en los animales con un posterior terremoto. El bi¨®logo espa?ol Benjam¨ªn Fern¨¢ndez est¨¢ convencido de que los animales tienen una hipersensibilidad ante las ondas s¨ªsmicas "aunque no se conoce cual es el elemento receptor en sus cuerpos".No se equivocaban. El 6 de mayo de 1976, la regi¨®n italiana de Friuli presenci¨® la mayor revuelta animal que se hab¨ªa conocido en su historia. Los pollos se subieron a los ¨¢rboles, las gallinas dejaron de cacarear, los conejos se golpearon la cabeza con todos los objetos que encontraron a su altura, y los peces pretendieron salir del agua. Ese mismo d¨ªa, a las 9 de la noche, Friuli sufri¨® un intenso terremoto.
Despu¨¦s de la cat¨¢strofe, los expertos atribuyeron las extra?as actividades de los animales a su sistema auditivo, por el cual perciben ruidos (en el caso de los terremotos, crujidos de la corteza terrestre) que ni los seres humanos ni la m¨¢s avanzada tecnolog¨ªa pueden percibir. En Per¨², pa¨ªs muy azotado por los movimientos s¨ªsmicos, cuando los ladridos de los perros son m¨¢s intensos que de costumbre, lo normal es dejar el abrigo, la documentaci¨®n y una linterna a mano en previsi¨®n de lo que pueda suceder.
China, que cuenta con m¨¢s de 10.000 sism¨®logos profesionales y 100.000 voluntarios, entre los que figuran agricultores, profesores, telefonistas y personal de radiodifusi¨®n, fue el pa¨ªs donde se invent¨® el primer instrumento para detectar terremotos. Chang Heng, matem¨¢tico, astr¨®nomo y ge¨®grafo, dise?¨® en el a?o 132 de nuestra Era un gran jarr¨®n de bronce con el pie rodeado por ocho sapos que contiene en su interior un grueso p¨¦ndulo conectado a ocho brazos m¨®viles terminados en una palanca que abre las fauces de una cabeza de drag¨®n. Cada cabeza, emplazada sobre uno de los sapos. El drag¨®n, situado frente al lugar de donde provienen las sacudidas, deja caer una bola en la boca del sapo correspondiente, indicando as¨ª la direcci¨®n de donde proceden las vibraciones previas al terremoto.
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