Regreso sentimental de Tola
Tola es siempre bienvenido a la televisi¨®n despu¨¦s de sus ausencias. Es un personaje caracter¨ªstico, y ¨¦stos siempre funcionan: el desternillamiento de Hermida, su manoteo, sus repeticiones; la sobreactuaci¨®n pedag¨®gica de Arozamena, su demenuzamiento machac¨®n de las frases y los datos; y esta modestia, ingenuidad, sentimentalismo de Tola. Que salga a escena -su estudio es una escena: suntuosa, elegante, parlante obra de Gerardo Vera, con sus lienzos iluminados, sus personajes silentes y misteriosos, sus golpes de luz- metido en un caj¨®n es, francamente, una tonter¨ªa; un empe?o por ser caracter¨ªstico por fuera cuando su interpretaci¨®n personal es la que dibuja al personaje.El t¨ªtulo del programa, Coraz¨®n, es perfectamente adecuado al sentimentalismo que practica; coraz¨®n amatorio, y no de Edmundo de Amicis, aunque a veces tenga rasgos de la nobleza infantil de a?os veinte y del sadomasoquista Cuore.
La f¨®rmula es la que parece eterna, de la que apenas hay programa que se salve: entrevista / canci¨®n. La identificaci¨®n, o el sello, va m¨¢s por quienes cantan y hablan, entre los que siempre sale un an¨®nimo y humilde personaje -en este programa Pajarito- que ofrece el lado humano. Humanos son sus cantantes en este primer programa: el sentimental Soto, la lengua libre de Sabina, con su eco ib¨¦rico de Brassens. Tuvo tambi¨¦n este programa un personaje de oro: Carmen Maura. Se puede decir de ella que es una delicia, si la palabra no queda demasiado cursi. Nadie ha conseguido la mezcla de candor y picard¨ªa de Carmen Maura -Garc¨ªa Maura la llam¨® Tola-, su libertad de lenguaje mezclado con rubores, y todo ello sin dejar de ser adulta, y mujer. Parece hecha para la televisi¨®n, y sin renegar de su cine y su teatro, es en esta pantalla donde mejor cuaja su personalidad. Dio entrada al programa, y convers¨® luego con Tola, y entre los dos hicieron un buen n¨²mero. Concuerdan en que los dos buscan la sencillez, y en Carmen parece m¨¢s espont¨¢nea que en Tola: porque es actriz y finge mejor.
Puede ser un buen programa. Sin estr¨¦pitos, quiz¨¢ sin la popularidad que obtuvo Tola en su primera aventura -un montaje m¨¢s amplio- pero sin el car¨¢cter mortecino del segundo. Contrasta con el r¨ª¨® de oro que se ve correr por el programa de Hermida, y precisamente gusta esta sencillez, donde el atractivo se pone en lo que se dice y c¨®mo se dice. Y en el personaje de Tola.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.