Uno de los m¨¢s grandes del castellano

Hace unos pocos a?os una amiga que estaba viviendo en Francia me visit¨® para pedirme mi adhesi¨®n a un acto de homenaje a Carlos Gardel que se iba a celeberar en Toulouse, lugar de nacimiento del cantor. Le contest¨¦ que estaba completamente de acuerdo, pero que no olvidaran que all¨ª mismo, en Toulouse, estaba viviendo, y muy pobremente, uno de los m¨¢s grandes escritores en idioma castellano, aventado por el exilio y con pasaporte espa?ol, cuyo nombre era Augusto Roa Bastos.Se han publicado muchos libros sobre dictadores latinoamericanos, pero Roa Bastos no podr¨¢ ser acusado de reiteraci¨®n, porque apart¨¢ndose de numerosas y algunas excelentes obras que se hayan escrito sobre tiranos suramericanos, ¨¦l hizo algo distinto.

En lugar de escribir sobre un canalla de turno que algunas veces llam¨® ilustrado, escribi¨® ¨¦l. Se introdujo en la piel, los huesos, el pasado y el presente de un tirano an¨®malo, fue el dictador Fran?a que oblig¨® a dictarle sus pensamientos y sus recuerdos. Fue Yo, el supremo.

Y as¨ª como un doctor Jekill por voluntad y sin drogas, Roa Bastos se transform¨® en Jos¨¦ Gaspar de Franga durante meses y a?os de trabajo de prosista admirable. Y es tan bueno el libro que historiadores abundantes en talento y fantas¨ªa afirman que Yo, el supremo no pudo ser escrito por Roa Bastos.

Aseguran tener pruebas de que cuando el falso autor inici¨® la escritura del libro, don Jos¨¦ Gaspar de Fran?a lo hizo fusilar junto a un naranjo enano. Envi¨® el cad¨¢ver a Europa y dedic¨® sus ratos de ocio a escribir el libro. Me informan desde Asunci¨®n que los funcionarios que integran la Magistratura se re¨²nen diariamente cuando el sol empieza a perdonar y cada uno se inventa un respiro antes de que la ciudad se estremezca con el fr¨ªo nocturno para discutir y fallar a qui¨¦n corresponden los derechos de autor, si a Fran?a o a Roa Bastos.

En una dimensi¨®n muy peque?a este reconocin¨²ento del talento de Roa Bastos es tambi¨¦n para m¨ª una gran satisfacci¨®n. Desde que se modific¨® la organizaci¨®n del premio Cevantes todos los a?os, porfiadamente, he propuesto su candidatura y siempre result¨¦ defraudado. Pero creo que si se compara, sin prejuicios ni presiones, el nombre de Roa con los que fueron premiados es muy posible que se me d¨¦ la raz¨®n.

En un morriento en que Paraguay vive un instante de esperanza, las vida aperreada de este exiliado incomprendido recibe hoy tambi¨¦n la luz que se merece.

Juan Carlos Onetti escritor uruguayo residente en Espa?a y ya de nacionalidad espa?ola, autor de Juntacad¨¢veres, gan¨® el Premio Cervantes en 1980.