Praga promete incluir a no comunistas en el Gobierno

El primer ministro checoslovaco, Vladislav Adamec, se entrevist¨® ayer con dirigentes de la oposici¨®n pol¨ªtica y prometi¨® que se incluir¨¢ a no comunistas en el Gobierno y que no se reprimir¨¢n las manifestaciones masivas a Favor de la democracia. Mientras, m¨¢s de 200.000 personas volvieron a salir ayer a las calles de la capital para exigir la dimisi¨®n del l¨ªder comunista, Milos Jakes. Estudiantes y j¨®venes trabajadores se concentraron en la plaza de San Wenceslao, uni¨¦ndose as¨ª a la presi¨®n ejercida a favor del cambio contra el r¨¦gimen comunista de Praga.La situaci¨®n creada ha forzado la convocatoria, para el fin de semana, de un pleno extraordinario del Comit¨¦ Central del Partido Comunista Checoslovaco (FCCh). El comit¨¦ se reuni¨® tambi¨¦n el lunes para deliberar sobre las medidas "relativas al mantenimiento del orden y a otras cuestiones urgentes".

Mihal Horacek, redactor de la revista oficial -Vladi Svet, que asisti¨® al encuentro, inform¨® que Adamec se entrevist¨® con miembros del foro c¨ªvico -incluido el l¨ªder disidente Vaclav Havel-, organizaci¨®n pol¨ªtica reci¨¦n constituida que agrupa a una docena de organizaciones independientes de la oposic¨ª¨®n, y con representantes de los estudiantes y artistas, entre otros al disidente Jan Ruml, al estudiante de cine Martin Mejstrik, al l¨ªder minero Zvenek Hruska y al actor Jiri Bartoska.

El primer rninistro les dijo textualmente, seg¨²n la misma fuente: "No habr¨¢ matanza. No habr¨¢ ley marcial". Adamec tambi¨¦n asegur¨® que el Gobierno mantendr¨¢ conversaciones con Carta 77, el movimiento opositor pro derechos humanos, y prometi¨® introducir cambios en el Gobierno para incluir ministros no comunistas y representantes de los grupos juveniles. Seg¨²n la delegaci¨®n, Adamec asegur¨® tambi¨¦n que habr¨¢ cambios en el papel de liderazgo del Partido Comunista Checoslovaco.

Contrafficci¨®n oficial

En contradicci¨®n con la declara ci¨®n oficial realizada el lunes por el Gobierno checo, el primer mi nistro ¨ªndic¨® que su Gabinete no apoy¨® la brutal represi¨®n del viernes pasado por parte de la polic¨ªa contra miles de manifestantes, como resultado de la cual hubo al menos 38 heridos, de los cuales ocho contin¨²an en el hospital, seg¨²n cifras oficiales. En relaci¨®n con esa acci¨®n policial, Washington ha pedido a Praga detener la "violencia sin sentido" desatada contra sus propios ciudadanos. Lo mismo ha hecho la Comunidad Europea (CE) en un comunicado.

Sin embargo, y a pesar de la promesa de Adamec, algunos de los estudiantes concentrados en la plaza de San Wenceslao dijeron que en sus facultades se hab¨ªan recibido llamadas telef¨®nicas en las que se advert¨ªa que las fuerzas de seguridad ten¨ªan orden de disparar contra los manifestantes.

El dram¨¢tico desarrollo de los acontecimientos ha llevado al primado de la Iglesia cat¨®lica, Frantisek Tomasek, a sumar su voz a la de aquellas que piden cambios inmediatos. Tornasek aludi¨® a la necesidad de un Gobierno democr¨¢tico. "No debemos esperar. Si es necesario, tenemos que actuar. Alzad vuestras voces. Nadie debe quedarse al margen", dijo el primado.

La movilizaci¨®n masiva y creciente de la oposici¨®n ha colocado al PCCh en situaci¨®n de crisis. Sus m¨¢ximos dirigentes no saben encontrar una respuesta a las demandas de democratizaci¨®n y reformas. La escalada de protesta iniciada el viernes pasado, que culmin¨® el lunes con una manifestaci¨®n de m¨¢s de 250.000 personas en Praga y varias decenas de miles en el resto del pa¨ªs, supone un asedio sin precedentes al r¨¦gimen comunista.

La polic¨ªa trata de evitar hacer uso de la fuerza contra los participantes en la marcha, ya que la represi¨®n del viernes pasado contribuy¨® a multiplicar por cuatro el n¨²mero de manifestantes y considera que es mucho m¨¢s peligroso repetir el error de una actuaci¨®n violenta. La acusaci¨®n de las autoridades de Praga de que las manifestaciones representan "un intento de destruir la estabilidad y provocar la anarqu¨ªa y el caos" es un claro indicio de la falta de recursos pol¨ªticos ante el reto de la oposici¨®n.