?De d¨®nde sales?
Loco danzante por las praderas de una ciudad textil. Solitaria amante asesina en una playa al atardecer. Gato en la ruleta del destino. Hombre embozado en el an¨¢lisis, el que nos roba las novias. Pastores so?olientos ante notano. Torero que no quiere ser matador. Antonio Molina, Pau Riba, Brassens.Colores fr¨ªos, calidez del pensamiento. C¨®mo alguien tan joven puede serlo sin concurrir en la esterilidad de? comercio aparente. Volver a vivir. Enloquecer hasta suspenderse en el tiempo. ?Corre, vuela, ll¨¦vate la poes¨ªa, alquim¨ªzala, sigue cantando!
Esquinas del barrio amado recordando a Gardel, Cohen, Lou Reed. ?De d¨®nde sales? ?C¨®mo te atreves? Sin voz, con naturalidad. Sin miedo, con cari?o. Sin lastre, con punter¨ªa... ?Qu¨¦ espect¨¢culo interior te ilumina? Pondr¨¦ una velita al Dios de mi ni?ez, vender¨¦ mi alma al diablo, huir¨¦ del hotel y regresar¨¦ a casa. Para verte ah¨ª sentado, para o¨ªrte a oscuras. Ah, si pudiera soportar el derroche... Dar¨ªa mi libreta de colegial y la corbata, el cortaplumas y varias meriendas con tal de que la claridad no te alcanzara en la nana de l'Antonio, en el barrio chino. Porque te veo llegar y tomo mis distancias a pesar del limbo, de las hogueras, del sentimiento terrible que me atenaza, artista.
?Remontar¨¢s el vuelo? ?Te perder¨¢s? En fin, que m¨¢s quisiera yo que felicitarte cort¨¦smente en el camerino: "Me ha encantado, maravilloso, incre¨ªble, muy bueno lo tuyo", y desplegar un parip¨¦ de falsas palmadas en la espalda. Pero no puedo. Me vencer¨¢ la pasi¨®n, el cansancio del desierto, la densidad inconsciente -la ¨²nica posible- de tus canciones. Me vencer¨¢ la alegr¨ªa de saber que existes, por fin, Albert Pla.
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