"Todos queremos que Gorbachov triunfe"
El pol¨ªtico alem¨¢n cree que las alianzas militares siguen siendo necesarias
La aceleraci¨®n de la historia ha hecho coincidir la democratizaci¨®n de Europa oriental con la presencia de un alem¨¢n al frente de la secretar¨ªa general de la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN). Manfred W?rner ten¨ªa apenas 10 a?os cuando acab¨® la II Guerra Mundial. Su casa fue alcanzada por una bomba aliada mientras ¨¦l y su madre estaban en un refugio antia¨¦reo. Desde entonces, como joven pol¨ªtico democristiano primero y como ministro de Defensa de la Rep¨²blica Federal de Alemania despu¨¦s (1982-1988), W?rner siempre ha servido a la idea de una Europa reencontrada.
Ahora, con 55 a?os y como cabeza visible de la Alianza Atl¨¢ntica, W?rner hace votos para que cuaje definitivamente el movimiento reformista impulsado en paralelo por la URSS de Mijail Gorbachov y las democracias occidentales. "Todos queremos que Gorbachov triunfe, todos queremos que Gorbachov siga en el poder", afirma en su amplio despacho, en el que un aviador en miniatura recuerda su paso por la Fuerzas A¨¦reas de la RFA.
Pregunta. ?Qu¨¦ espera de la cumbre de Malta?
Respuesta. Tres cosas. Que se avance en la mejor¨ªa de las relaciones entre el Este y el Oeste. Una mejor comprensi¨®n de las posibilidades y los l¨ªmites de ambas partes y, por supuesto, un mejor entendimiento entre ambos l¨ªderes. Y, por ¨²ltimo, un debate, informal pero profundo, sobre la situaci¨®n mundial.
P. ?Qu¨¦ recomendaciones le ha hecho la OTAN a Bush?
R. En las consultas previas todos los pa¨ªses miembros apoyaron firmemente la idea de esta cumbre, todos recalcaron su inter¨¦s en ayudar a las fuerzas reformistas en el Este, as¨ª como en que Gorbachov tenga ¨¦xito. Y todos insistieron en que tenemos que promover el cambio y al mismo tiempo garantizar la estabilidad necesaria para que fructifique.
P. ?Cree que Gorbachov utilizar¨¢ el foro malt¨¦s para proponer la retirada de las tropas norteamericanas y sovi¨¦ticas del territorio europeo?
R. No soy un profeta. Entiendo que ambas partes est¨¢n de acuerdo en no crear excesivas expectativas de puertas afuera. La forma como se ha preparado la cumbre de Malta sugiere que este tipo de iniciativas son poco probables, pero no las excluyo.
P. ?Qu¨¦ le parece la idea de celebrar una reuni¨®n paneuropea con la participaci¨®n, por supuesto, de Estados Unidos, para redise?ar el futuro del Viejo Continente?
R. Ya contamos con el marco de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE), con multitud de contactos bilaterales, las consultas en el seno de la OTAN... Personalmente no creo que este tipo de reuni¨®n, en el momento en que nos encontramos, nos hiciera avanzar sustancialmente.
P. ?Cu¨¢l fue su primer pensamiento cuando Henry Kissinger sugiri¨® una segunda Yalta?
R. Huelga decir que como europeo me opongo a cualquier tipo de Yalta. Creo que es impensable que se pueda producir una segunda Yalta. Malta no es Yalta, y EE UU ha rechazado abiertamente esta posibilidad. No tiene la menor intenci¨®n de decidir la suerte de Europa pasando por encima de las cabezas de los propios europeos.
P. ?Qu¨¦ posibilidades hay de que Malta sea para las armas convencionales lo que Helsinki fue para las nucleares? Es decir, que se avance sustancialmente en su reducci¨®n.
R. Sin duda en sus conversaciones informales ambos estadistas discutir¨¢n sobre control de armamentos, pero este tema quedar¨¢ para la cumbre de la pr¨®xima primavera.
P. Usted acaba de estar de Viena, ?no?
R. S¨ª, y vuelvo altamente optimista. Creo que es posible un acuerdo sobre armas convencionales en menos de un a?o, pero entiendo que los expertos no han llegado todav¨ªa al punto en el quesea necesaria la intervenci¨®n de los jefes de Estado.
P. ?Usted cree a Gorbachov cuando afirma que jam¨¢s la URSS volver¨¢ a usar la fuerza contra Europa oriental?
R. Al contemplar los acontecimientos que se vienen sucediendo en Polonia, en Hungr¨ªa, en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, es evidente que la URS S ha permitido que avancen los procesos reformistas. Ello indica claramente que el grado de tolerancia es muy superior al existente anteriormente. Por supuesto, el precio que la URSS tendr¨ªa que pagar si decidiera intervenir militarmente ser¨ªa alt¨ªsimo; significar¨ªa el fin de la perestroika y de la glasnost. Por tanto, s¨ª creo a Gorbachov cuando dice que no utilizar¨¢ la fuerza.
P. ?Y respecto a Europa occidental, cree que sigue pesando sobre ella la amenaza sovi¨¦tica?.
R. Aqu¨ª, evidentemente, hay que distinguir entre intenciones y capacidad. Sin duda alguna no existe por parte del actual liderazgo sovi¨¦tico la menor intenci¨®n de lanzar una guerra en Europa contra la OTAN. Es evidente que tiene graves problemas, que necesita reducir los gastos militares y recortar su fort¨ªsimo aparato militar. Y tiene que hacerlo porque si no la reforma econ¨®mica fracasar¨¢ estrepitosamente. Pero si analizamos su capacidad militar, m¨¢s de 300.000 soldados sovi¨¦ticos en la RDA y un Pacto de Varsovia que duplica a la OTAN en el campo de las fuerzas convencionales, no hay duda de que tenemos que construir nuestra defensa de acuerdo con ese potencial. Todos deseamos que Gorbachov triunfe, todos queremos que siga en el poder, pero realmente no sabemos qu¨¦ va a ocurrir. Por ello, nuestra obligaci¨®n es garantizar que, ocurra lo que ocurra en la URS S, poderrios evitar la guerra.
P. ?Y si Gorbachov anunciara una retirada unilateral?
R. Sin duda preferimos reducciones pactadas, pues lo que se acuerda mutuamente no tiene vuelta atr¨¢s.
P. ?En caso de que efectivamente se reduzca el potencial militar, :se podr¨ªa contemplar en unos a?os una disoluci¨®n progresiva de las alianzas militares?
R. S¨®lo puedo hablar en nombre de la OTAN. No creo que, al menos durante la pr¨®xima d¨¦cada, se deba disolver nuestra alianza. D¨¦jeme recalcar en primer lugar que esta alianza no es un obst¨¢culo al cambio pol¨ªtico, como muy bien se puede ver, sino una condici¨®n. Hay gente que cree que la OTAN es un freno a la unidad pol¨ªtica de toda Europa. En absoluto, siempre ha promovido el cambio. Somos sin duda ana alianza cuyo objetivo es superar el statu quo.
P. ?Por qu¨¦ piensa que es necesaria la OTAN durante la pr¨®xima d¨¦cada?
R. Primero, porque necesitamos mantener un firme v¨ªnculo trasatl¨¢ntico que comprometa a EE UU y a Canad¨¢ con la estabilidad futura de Europa. En segundo lugar, la OTAN es indispensable como plataforma para armonizar los puntos de vista norte americ anos y europeos sobre la construcci¨®n de la Europa del futuro y las relaciones Este-Oeste. Y la tercera raz¨®n es que la Alianza facilita el necesario marco de estabilidad. Estamos atravesando un per¨ªodo de transici¨®n, lo que es sin¨®nimo de inestabilidad. Nadie sabe qu¨¦ puede ocurrir.
P. Cuando habla de unidad pol¨ªtica de toda Europa, ?a qu¨¦ Europa se est¨¢ refiriendo?
R. En la declaraci¨®n con la que concluy¨® nuestra ¨²ltima cumbre [en el 402 aniversario de la fundaci¨®n de la OTAN] se expresaba taxativamente nuestro deseo de superar la divisi¨®n de Europa. Y creo que de forma intencionada se dejaba sin respuesta la pregunta: ?qu¨¦ es Europa? Podemos imaginarnos dife rentes Europas, pero pienso que es demasiado pronto para especular con sus l¨ªmites, si inclui r¨¢ o no a EE UU, como ha suge rido la URSS; si se basar¨¢ en criterios geogr¨¢ficos o culturales.
Libertad y democracia
P. Pero todos los escenarios tendr¨¢n algo en com¨²n, ?no?
R. Sin duda debe tratarse de una Europa libre, democr¨¢tica y con voz propia.
P. Tengo entendido que el ritmo de las reformas en el Este no s¨®lo tom¨® por sopresa a Gorbachov, sino tambi¨¦n a la OTAN.
R. Hab¨ªamos previsto algo parecido, pero desde luego no con tal rapidez. No se puede amordazar la libertad para siempre. Ninguna dictadura puede perpetuarse eternamente. Y si contempla a mis propios compatriotas [los de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana], los j¨®venes han nacido y crecido en una dictadura, pero su m¨¢xima aspiraci¨®n es vivir en libertad, ejercer su derecho al voto, decidir su propio destino. Estaba completamente seguro de que esto llegar¨ªa alg¨²n d¨ªa, pero he de reconocer que me sorprendi¨® la rapidez con que se ha producido. Pero, como puede ver, est¨¢bamos preparados para ello, hemos ofrecido nuestra ayuda, nunca hemos cerrado nuestras fronteras. Y lo puede ver con el ejemplo de todos los pa¨ªses miembros, empezando por el m¨ªo, la RFA, cuya reacci¨®n aun¨® la prudencia con la firmeza. Nuestro mensaje a Gorbachov ha sido claro: no abusaremos de este per¨ªodo de debilidad, no nos aprovecharemos de las situaciones cr¨ªticas, queremos que estos reg¨ªmenes evolucionen pac¨ªficamente.
P. En relaci¨®n al futuro de Alemania, -siente alguna contradicci¨®n entre ser alem¨¢n y ser secretario general de la OTAN?
R. No, m¨¢s bien al contrario. La declaraci¨®n final de la cumbre atl¨¢ntica de mayo hablaba abiertamente de superar no s¨®lo la divisi¨®n de Europa, sino de, Alemania. Por tanto, mis sentimientos concuerdan con los objetivos de la Alianza.
P.?Recuerda cu¨¢ndo cay¨® en la cuenta de que Gorbachov iba en serio?
R. Hubo dos momentos claves, uno interno y otro externo. El primero cuando permiti¨® la celebraci¨®n de elecciones que desembocaron en un Parlamento en el que todas las opirriones se expresan abiertamente. Altamente simb¨®lico para m¨ª fue Sajarov y el tratamiento que le dio Gorbachov. Y el segui,ido momento fue la decisi¨®n de abandonar Afganist¨¢n.
P. ?Hasta qu¨¦ punto considera que Gorbachov est¨¢ avanzando en la resoluci¨®n de los problemas sist¨¦micos de su pa¨ªs?
R. Su gran escollo es que el desarrollo pol¨ªtico de la sociedad sovi¨¦tica es mucho m¨¢s; r¨¢pido que el desarrollo econ¨®mico del pa¨ªs; a la gente le falta de todo. Me consta que su situaci¨®n es muy dificil y que el a?o pr¨®ximo ser¨¢ decisivo para ¨¦l.
P. ?Cree que existe un peligro real de que la URSS intente influir en Europa occidental para que se aparte de Estados Unios?
R. No es f¨¢cil adivinar cu¨¢les son los objetivos del Kremlin a largo plazo. A corto plazo creo que Gorbachov no est¨¢ interesado en ello, pues necesita estabilidad, y EE UU es un factor para ello.
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