Occhetto responde hoy al debate comunista sobre la refundaci¨®n del PCI

Achille Occhetto, secretario general del Partido Comunista Italiano (PCI), responder¨¢ hoy al comit¨¦ central presentando sus propuestas tras un debate apasionado -y a veces dram¨¢tico- en el que han intervenido m¨¢s de 200 de los 400 miembros. Existe gran expectaci¨®n por saber cu¨¢l va a ser la decisi¨®n de Occhetto, cuya apuesta por la refundaci¨®n del partido para dar vida a una nueva fuerza que ya no se apellidar¨ªa comunista ha sido recibida de modos muy diversos.

Oechetto ha recibido algunos rechazos solemnes, como los de Pietro Ingrao, su maestro pol¨ªtico de anta?o; de Francesco Cossutta, el irremovible filosovi¨¦tico de toda la vida; y del anciano Giancarlo Pajetta. Ha recibido tambi¨¦n algunos aplausos igualmente apasionados no s¨®lo del filosocialista Giorgio Napolitano y de todo el grupo joven que gira en torno al secretario del partido, sino tambi¨¦n de intelectuales maduros de enorme prestigio, como Bruno Trentin, el secretario general del poderoso sindicato social-comunista CGIL, con m¨¢s de cuatro millones de afiliados, o de Asor Rosa el director del semanal Rinascita.En general se puede decir que el n¨²cleo del viejo partido se resiste a cambiar porque piensa que el comunismo tiene a¨²n una funci¨®n en el mundo como garant¨ªa contra un capitalismo salvaje y para no caer en una socialismo dulz¨®n como los dem¨¢s, perdiendo as¨ª el PCI su fuerza de oposici¨®n y su antiguo prestigio de partido inc¨®modo frente a los poderes tir¨¢nicos.

El centro de Occhetto quiere el cambio para crear en Italia, y dentro de Europa, una verdadera fuerza socialista, que seg¨²n ellos no existe, y que podr¨ªa ser la suma de todas las fuerzas progresistas que no se identifican en la simple socialdemocracia, sino que va m¨¢s all¨¢.

Por ¨²ltimo, existe la derecha socialista del PCI, que lo que quiere es que se llegue a una uni¨®n con el socialismo de Bettino Craxi, al que consideran la ¨²nica salida pragm¨¢tica y posible si el PCI quiere ser una fuerza de gobierno en Italia.

El problema inmediato es que en primavera habr¨¢ elecciones administrativas generales. Y el PCI, ahora que ha roto todos los tab¨²es y todos saben la tremenda divisi¨®n interna que est¨¢ viviendo, no puede presentarse ante los electores sin haber dado antes algunas respuestas claras y concretas. De ah¨ª el que Occhetto tenga poco tiempo. No puede dejar las cosas a la italiana, es decir permitir que se arrastren eternamente. Tendr¨¢ que tomar decisiones dr¨¢sticas a¨²n a costa de que una parte del partido se le desencaje.

De lo contrario acabar¨ªa arrastrado por los acontecimientos, sin dominar la grav¨ªsima situaci¨®n que ¨¦l mismo ha desencadenado con coraje.

El que quiz¨¢s mejor ha resumido el drama del PCI, tras haber levantado Occhetto el mantel, dejando la mesa desnuda, ha sido el sindicalista Bruno Trentin, quien ha afirmado que acaso el error de Occhetto ha sido el de haber hablado del cambio del nombre del partido desde el principio, cosa que ha crispado los sentimientos de muchos. Primero, dice, hay que llegar a un programa que sirva como base para una fase constituyente, y despu¨¦s se har¨¢ el congreso extraordinario. De lo contrario, haciendo antes un congreso, se podr¨ªa acabar divididos entre vencedores y vencidos.