La droga frena la limpieza del f¨²tbol colombiano
La selecci¨®n jugar¨¢ el Mundial, pese a la suspensi¨®n de la Liga tras el asesinato de un ¨¢rbitro
El asesinato de un juez de l¨ªnea la pasada semana a manos de sicarios de los narcotraficantes ha abierto una crisis en el f¨²tbol colombiano que ha desembocado en la suspensi¨®n de las competiciones. El crimen, que ha provocado "tristeza" en la Confederaci¨®n Suramericana, seg¨²n un comunicado oficial, ha frenado la operaci¨®n limpieza llevada a cabo en los ¨²ltimos meses en este deporte, cuya credibilidad estaba bajo m¨ªnimos por el clima de violencia y fraude potenciado por los responsables del narcotr¨¢fico, que tienen enormes intereses en el mundo del bal¨®n. La selecci¨®n s¨ª jugar¨¢ la fase final del Mundial, y el Nacional, la Copa Intercontinental con el Mil¨¢n.
Los vestigios de un mal pasado surgieron cuando menos se esperaba. Era el mejor a?o del f¨²tbol colombiano. Todav¨ªa no se hab¨ªan extinguido las emocionadas manifestaciones de alegr¨ªa por la clasificaci¨®n para el Mundial. El Atl¨¦tico Nacional, dirigido por Francisco Maturana, tambi¨¦n entrenador de la selecci¨®n, hab¨ªa logrado en mayo la primera Copa Liberta dores para el pa¨ªs al vencer al Olimpia de Asunci¨®n, paraguayo. Las balas no s¨®lo llenaron de frustraci¨®n los ¨¦xitos deportivos. Tambi¨¦n frenaron los aires de limpieza que hab¨ªan llegado con los cambios administrativos vividos en los ¨²ltimos meses. Ese cambio parec¨ªa poder llegar con el acceso a la presidencia de la Dimayor (divisi¨®n mayor), entidad que agrupa a 15 clubes, de Alexander Goraieb, que reemplaz¨® a Le¨®n Londo?o. Con este destacado dirigente, reconocido por su rectitud, capacidad creativa imparcialidad y honradez a toda prueba, el Gobierno obligaba a los equipos a jugar limpio.
Un secuestro
Con este presidente, el f¨²tbol colombiano empezaba a cobrar cierto car¨¢cter de limpieza. Se hab¨ªa iniciado la etapa de saneamiento. Pero este proceso fue interrumpido de manera violenta con el asesinato del ¨¢rbitro ?lvaro Ortega Madero, el d¨ªa 15, en Medell¨ªn. Los problemas de los arbitrajes se ven¨ªan produciendo desde hac¨ªa a?os. El Am¨¦rica de Cali fue el primer equipo en ser culpado de manipular las nominaciones, las cuales se hac¨ªan a dedo por parte de miembros de la Dimayor. Despu¨¦s, en 1987 y 1988, fue el Millonarios el que pas¨® a la palestra.
La situaci¨®n era tan grave que el torneo de 1988 se interrumpi¨® unos d¨ªas por el secuestro del ¨¢rbitro antioque?o Armando P¨¦rez, a quien personajes que nunca se identificaron dejaron libre con el mensaje siguiente: "Al ¨¢rbitro que no pite bien lo borramos".
Muchos dirigentes, aficionados y medios de comunicaci¨®n pidieron que el torneo fuese cancelado y que se investigara. Pero esto no sucedi¨®. Y, en realidad, hab¨ªa razones de peso para realizarla, ya que no s¨®lo hab¨ªa pruebas -goles conseguidos legalmente, pero invalidados por los silbatos de manera sospechosa; penaltis que se sancionaban por faltas cometidas hasta cinco y seis metros fuera del ¨¢rea...-, sino que tambi¨¦n se hab¨ªa producido el secuestro de un ¨¢rbitro. Y luego, un asesinato.
"Fuerzas oscuras", como las calificara el asesinado director de El Espectador, Guillermo Cano, se encargaron de segar un proceso que iba por buen camino. Lo hicieron matando a un ¨¢rbitro que se perfilaba entre los mejores de Suram¨¦rica.
La situaci¨®n es ahora de incertidumbre, de esa calma peligrosa de las aguas quietas. El temor, el miedo, son las causas que han obligado a los dirigentes de la Dimayor a cancelar el torneo de 1989 y a declarar suspendidos de manera indefinida los futuros campeonatos. Ese temor, ese miedo, es el mismo que reina en todo el pa¨ªs.
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